martes, octubre 29, 2013

La primera persona en la narrativa política



Hablá de tu audiencia , no de vos.

En el segmento 18-33 años,  la autoreferencia  en la  narrativa y el discurso político es mal negocio.
Un estudio presentado por nuestro grupo  MAOF, señala que las cuentas de Twitter de políticos y empresarios  que hablan en forma  recurrente y sostenida en primera persona, no consiguen aumentar su número de seguidores  significativamente. Y Los tweets planteados en primera persona logran una cantidad elocuentemente menor de retweets,  que los que tienen un porcentaje menor de autoreferencia.
En una encuesta sobre lectura de blogs, se preguntó porqué se elegían determinados blogs para leer, las respuestas apuntaron a que se buscan puntos de vista específicos, más que historias personales.
No quieren oírte hablar de vos mismo, sino que quieren oírte hablar como vos mismo sobre ellos mismos.
La autoreferencia,  el yo, yo, yo es absolutamente 1.0,  plantea modelos asimétricos de comunicación, donde hay uno que es importante y muchos que no lo son. La comunicación 2.0 mucho más la 3.0,  se da entre muchos que son importantes y quieren sentirse importantes. Y en ese escenario es mucho más trascendente lo que los otros dicen de uno, que lo que uno dice de uno mismo.
Hay que hablar de nuestra audiencia, no de nosotros mismos, porque más importante que lo que decimos es a quién se lo decimos.

Es mucho más sustentable construir movimientos que construir campañas. Los movimientos adquieren la dimensión colectiva de la política, cuando ubican el "nosotros", por encima del "yo", dotando  al discurso de un reason why, que le da sentido a una propuesta de poder.

Sin reason why no hay construcción de sujetos políticos, y sin sujetos políticos no hay construcción política. Para que este reason why pueda ser comprendido e internalizado por los ciudadanos, para que sea coherente y congruente, desde la marca política y hacia  los sujetos de elección, hace falta consolidar un eje integrador colectivo, una narrativa política del "nosotros" que haga partícipe, que le de sentido de compromiso y acción a la identidad, a la voluntad y a la potencialidad de acción de la marca política.

Se trata de llegar e impactar emocionalmente para construir percepciones y posicionamientos  en la cabeza de la gente, el lugar donde se ganan todas las batallas.

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