“El concepto de ley natural con relación a la unión entre el hombre y la mujer ¿es comúnmente aceptado como tal de parte de los bautizados en general?” “Los separados y divorciados que se vuelven a casar ¿son una realidad pastoral relevante en la Iglesia particular?” “En el caso de uniones de personas del mismo sexo que hayan adoptado niños, ¿cómo comportarse en vistas de la transmisión de la fe?”. Estas son sólo algunas de las muchas filosas preguntas que el Papa Francisco envió a los católicos de todo el mundo, lanzando así una encuesta mundial sobre temas espinosos en el seno de la iglesia, como la homosexualidad, el divorcio y el aborto. La encuesta responde a la celebración en octubre del año que viene de un sínodo extraordinario sobre la familia. Y estas preguntas engloban muchos temas que preocupan al Papa.
Las requisitorias están agrupadas en nueve grandes temas que van desde “la difusión de la Sagrada Escritura y del Magisterio de la Iglesia sobre la familia” hasta “la relación entre la familia y la persona”, pasando por “la apertura de los esposos a la vida”; “la educación de los hijos en el seno de situaciones matrimoniales irregulares”; “las uniones de personas del mismo sexo” y “el matrimonio de acuerdo con la ley natural”, entre otros puntos.
Aunque es una práctica común realizar encuestas antes de estas cumbres de obispos, el cuestionario actual muestra una mayor sensibilidad a temas que previamente eran vistos como tabú, incluyendo la forma de integrar a la iglesia a niños adoptados por parejas de homosexuales.
El cuestionario fue enviado a los obispos el 18 de octubre, de acuerdo a una carta del arzobispo Lorenzo Baldisseri, secretario general del Sínodo. La misiva y las preguntas de la encuesta fueron publicadas en el sitio web del National Catholic Reporter el jueves y confirmadas por la Santa Sede el viernes.
“Las preocupaciones que no fueron escuchadas hasta hace algunos años han surgido hoy como resultado de varias situaciones, desde la práctica generalizada de la cohabitación(...) a uniones entre personas del mismo sexo, a las cuales en muchas ocasiones se les permite adoptar niños”, dice la introducción del cuestionario.
Sin embargo, el documento no indica que habría cambios en la doctrina de la Iglesia en relación al matrimonio homosexual o la anticoncepción, pero ofrece otra prueba del intento del papa Francisco por vincularse más con los católicos sobre temas pertinentes a las familias modernas.
“¿Cuál es la actitud de las Iglesias locales hacia el Estado como promotor de uniones civiles entre personas del mismo sexo y ante las personas que las protagonizan? ¿Qué atención pastoral se puede dar a quienes han elegido vivir bajo este tipo de uniones?”, son otras de las preguntas.
En caso de adopciones por parte de parejas del mismo sexo, “¿qué se puede hacer pastoralmente para transmitir la fe?”, prosigue el cuestionario, que dedica también un apartado a la educación de los niños en los llamados “matrimonios irregulares” y la forma en la que sus padres se acercan a la Iglesia.
También hay un espacio para “ciertas situaciones maritales difíciles”, con separados y divorciados, cuya comunión se abordará en el próximo Sínodo, después de que Francisco haya mostrado cierta apertura en este asunto, al destacar la necesidad de estudiarlo y subrayar la importancia de mejorar la atención espiritual a aquellos que eligen volver a casarse.
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