El economista e historiador, Mario Rapoport, dijo que las retenciones a las exportaciones del agro tienen "un efecto antiinflacionario" y agregó que la fortaleza productiva del campo debe "ayudar a potenciar la industria".
Rapoport es un reconocido investigador de la historia económica nacional y autor del libro "Historia económica, política y social de la Argentina (1880-2003)", el período productivo más importante del país.
"Estoy de acuerdo con las retenciones. En primer lugar tiene que ver con el precio de los productos que se exportan, que son productos de consumo interno" manifestó.
"Aunque la soja no lo es, es como si lo fuera. Porque en la medida que los productores se dediquen a la soja, por eso se habla de sojización, más que a otros productos, la oferta de los otros productos disminuye, por lo tanto también aumentan los precios del trigo, del maíz, en la medida de que se cultiven menos".
"Hay un efecto antiinflacionario -argumentó- que se aplica en muchos países y no es un problema sólo de este gobierno. Esto se aplica en el país desde mucho tiempo antes. Empezó con Bartolomé Mitre".
- ¿El conflicto de hoy con el campo es porque las retenciones subieron del 35% al 44?.
- En el pasado hubo distintos momentos, incluso en la época de Mitre cuando se impuso el impuesto, es porque también había necesidades fiscales, porque en 1866, los Estados Unidos, aplicaron un impuesto a la lana, que impidió la entrada de productos argentinos en ese mercado.
También aplicaron retenciones la Revolución Libertadora y el gobierno de Arturo Frondizi. El caso más importante de aplicación se produjo bajo el famoso Plan Adalbert Krieger Vasena, cuando se hizo una devaluación del 40% con una retención similar.
- ¿Las retenciones fueron para todos los productos agropecuarios?
- A todos los productos agropecuarios. Los de aquel momento, en especial al trigo y al maíz. Incluso la carne.
La retención ascendía al mismo monto de la devaluación. La retención es una forma de desdoblar el tipo de cambio. Hacer un tipo de cambio distinto para el agro que son los principales exportadores.
Por eso también durante el gobierno de Raúl Alfonsín, el problema principal que hubo, saltando las épocas, fue el desdoblamiento del tipo de cambio.
En 1987, con el Plan Primavera, esto produjo un lock out de los sectores agrícolas. Pero ya Alfonsín había aplicado las retenciones. El desdoblamiento del tipo de cambio fue lo que motivó la protesta del sector agropecuario.
Es una historia vieja. Roberto Alemann también aplicó retenciones durante la última dictadura militar, antes de la Guerra de Malvinas. Durante la guerra las volvió a aumentar
- Es decir, entre diciembre del '81 y el 2 de abril del '82...
- ... Se habían aplicado retenciones. Después aumentó un 10% más durante el desarrollo del conflicto. José Martínez de Hoz las había eliminado.
No es sólo un problema de retenciones para el campo, es un problema también del tipo de cambio. Porque tanto la época de Martínez de Hoz como en la época de Carlos Menem no había retenciones, pero el tipo de cambio estaba totalmente sobrevaluado y por lo tanto eso también perjudicaba al sector agropecuario.
Lo que pregunto es ¿porqué los únicos lock out que se hicieron, se hicieron durante los gobiernos de Alfonsín y el de Isabel Perón?
- ¿Qué explicación le daría usted?
- La explicación que encuentro es que son gobiernos que no forman parte de las elites tradicionales de poder en la Argentina.
- ¿Por una cuestión ideológica-política?
- Yo creo que hay un problema ideológico-político. No sólo un problema de intereses económicos. Tengo las declaraciones de la Sociedad Rural de distintas épocas, Krieger Vasena, Alvaro Alsogaray, Martínez de Hoz, etc.
Siempre hubo protestas, porque no es que lo acepten tranquilamente, pero las protestas no pasaron más allá de eso. No hubo una acción directa.
¿Por qué? Porque los hombres de la Rural, u hombres de ese sector del campo, estaban vinculados a esos gobiernos. Estaban dentro del paquete, porque si no se beneficiaban del campo, se beneficiaban de las inversiones especulativas, financieras, de la patria contratista.
Estas son las elites de poder que estaban vinculadas con los gobiernos de turno, sobre todo con los gobiernos militares.
Obviamente estuvieron menos vinculados con los gobiernos democráticos, al margen de cómo se los quiera definir a los gobiernos de Alfonsín, de Isabel Perón...
- Fueron gobiernos electos por los argentinos...
- Fueron electos, fueron gobiernos democráticos. Entonces, hay que pensar también en motivos de ese tipo.
Cuando ese sector agrario estuvo en el poder en la década del '30 del siglo pasado, durante los golpes de Estado de Uriburu y de Justo, que se conoce como la restauración conservadora, hubo una crisis mundial.
La crisis mundial afectó los mercados externos, hizo disminuir muchísimo las exportaciones y las importaciones. Fue un cuello de botella para el sector agropecuario muy serio. Entonces se crearon las Juntas Reguladoras de Granos y de Carnes.
Estas Juntas regulaban los precios, le daban a los productores del sector precios mayores a los ofrecidos en lo internacional y vendían a pérdida en el exterior.
- ¿Un subsidio...?
- Un subsidio, fue un subsidio. Cuando tuvieron el poder se dieron un subsidio a si mismos. Este es un ejemplo histórico.
Lo que no les gustó fue lo que hizo Juan Perón. Hizo a la inversa. Tomó la misma idea de mecanismo regulador de las Juntas cuando creó el IAPI (Instituto Argentino de Promoción del Intercambio).
Cuando los precios internacionales de las materias primas subieron, Perón hizo la operación inversa. Le dio precios menores al sector agropecuario y la diferencia con los precios internacionales que se recibían en divisas, las transfirió a otros sectores productivos, del sector industrial, a través del Banco Central y el Banco de Crédito Industrial.
Esta fue la primera etapa del gobierno de Perón. En la segunda etapa, cuando vino la crisis de 1949 a 1952, la primera crisis de balanza de pagos, hubo dos sequías importantes, el IAPI comenzó a hacer lo que hacía la Junta de Granos: le pagaba a los agricultores más de lo que recibían por los precios internacionales, que estaban deprimidos.
Esa función reguladora, el Estado la jugó siempre.
- Desde un punto de vista concreto, ¿En EE.UU. qué sector o sectores subsidian al campo, la industria, el comercio, los servicios?
- Los subsidia el gobierno norteamericano.
- Las remesas para los subsidios, ¿de dónde las obtienen?
- De los recursos fiscales.
- Sobre la base de lo que producen la industria, el comercio y los servicios...
- De los excedentes que obtienen. Lo mismo con los gastos de guerra.
- Pareciera que aquí la queja es que se le sacan al campo las retenciones para subsidiar a otros sectores. EE.UU. tiene ventajas comparativas en lo industrial...
- La pregunta es correcta. Es así, es cierto. Es lo que pasa también en Europa.
La cuestión no es sólo en la Argentina, en otros lados la situación es a la inversa. El agro le saca a los otros sectores.
Lo que ocurre es que la Argentina todavía tiene un sector agropecuario fundamental para sus exportaciones.
- Usted dice en el libro que hubo un modelo agroexportador, otro industrial de sustitución de importaciones y un tercero rentístico-financiero. El actual ¿qué tipo de modelo es, como lo definiría?
- Creo que hay un intento de reindustrializar el país. Una de las lecciones que dejó la década del '90 es que el país no puede vivir endeudándose, por un lado, y viviendo de los servicios y de actividades que no son productivas.
Uno de los elementos esenciales es la reindustrialización. Uno de los motivos principales que hay que tener en cuenta es que ningún país desarrollado es un país agroexportador. Son países industriales.
Mismo China se está desarrollando a pasos agigantados fundando el desarrollo en las exportaciones industriales. No en las exportaciones agropecuarias.
- ¿Qué quiere decir? ¿Qué la Argentina no debería darle importancia a la potencialidad agroindustrial?
- El potencial agropecuario que posee, tiene que ayudar al potencial industrial. Tiene que terminar la dicotomía entre el agro y la industria. Y tenemos que ir hacia un sistema donde los dos sectores sean motores del desarrollo económico del país.
Pero hay que tener claro que el motor generador de divisas es el agro. Pero el motor generador de empleo es la industria.
Como dice bien Aldo Ferrer, si el agro emplea el 40% de la población, qué pasa con el 60 restante. Es un país para 20 millones de habitantes. El país agroexportador es para 20 millones de habitantes.
La industria con mayor valor agregado es la que crea empleo.
- ¿Y cual es el punto de unión entre ambas?
- Un punto de unión es la agroindustria, por supuesto. El modelo agroexportador está basado en el endeudamiento externo.
En este modelo debemos recuperar algo que se perdió en los noventa, que es el mercado interno.
- ¿El actual modelo sobrevive sin las retenciones al campo?
- No. Creo que las retenciones al campo son esenciales. Lo que es distorsivo es el sistema tributario. El principal impuesto es al consumo, el IVA, que es el más alto del mundo. En otros países que es alto, no llega al 18%.
Lo principal del sistema de desarrollo lo estamos financiando todos. El impuesto a las ganancias siempre fue un desastre. Porque nunca fue muy progresivo, más bien regresivo.
- ¿Las retenciones se tienen que convertir en el gravamen de impuesto a las ganancias?
- Las retenciones, en primer lugar, son antiinflacionarios.
En segundo lugar, independientemente de una reforma impositiva, tiene que haber retenciones. Pueden ser menores, eso sí, si la reforma tributaria es adecuada. Pero tiene que haber.
También tiene que haber retenciones por otro tema, que tiene que ver con la teoría económica. El sector agrario es el único que percibe la renta agraria, que es una renta excepcional.
El sector agrario es el que tiene el monopolio de un recurso único: la tierra. A diferencia de otros sectores del sistema capitalista.
Si usted quiere abrir una empresa metalúrgica, hay cientos de empresas metalúrgicas. Compro un galpón y me pongo a competir en el sector, me irá bien o mal.
- Las retenciones a las exportaciones agrarias viene a equilibrar...
- ... Cuando hay casos de renta diferencial, como es en este caso, y como lo hubo en la época de oro durante la primera década del siglo veinte. En aquel momento hubo altos precios del agro y la renta diferencial fue inmensa.
En aquella época no hubo retenciones, toda la renta fue para el sector agrario. El campo quiere volver a esa época.
¿Quién garantiza que esa renta se reinvierta? Durante las épocas de Martínez de Hoz y de Menem esas rentas se fugaron del país y volvieron convertidos en deuda externa.
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sábado, mayo 24, 2008
Retenciones, otra mirada
El economista e historiador, Mario Rapoport, dijo que las retenciones a las exportaciones del agro tienen "un efecto antiinflacionario" y agregó que la fortaleza productiva del campo debe "ayudar a potenciar la industria".
Rapoport es un reconocido investigador de la historia económica nacional y autor del libro "Historia económica, política y social de la Argentina (1880-2003)", el período productivo más importante del país.
"Estoy de acuerdo con las retenciones. En primer lugar tiene que ver con el precio de los productos que se exportan, que son productos de consumo interno" manifestó.
"Aunque la soja no lo es, es como si lo fuera. Porque en la medida que los productores se dediquen a la soja, por eso se habla de sojización, más que a otros productos, la oferta de los otros productos disminuye, por lo tanto también aumentan los precios del trigo, del maíz, en la medida de que se cultiven menos".
"Hay un efecto antiinflacionario -argumentó- que se aplica en muchos países y no es un problema sólo de este gobierno. Esto se aplica en el país desde mucho tiempo antes. Empezó con Bartolomé Mitre".
- ¿El conflicto de hoy con el campo es porque las retenciones subieron del 35% al 44?.
- En el pasado hubo distintos momentos, incluso en la época de Mitre cuando se impuso el impuesto, es porque también había necesidades fiscales, porque en 1866, los Estados Unidos, aplicaron un impuesto a la lana, que impidió la entrada de productos argentinos en ese mercado.
También aplicaron retenciones la Revolución Libertadora y el gobierno de Arturo Frondizi. El caso más importante de aplicación se produjo bajo el famoso Plan Adalbert Krieger Vasena, cuando se hizo una devaluación del 40% con una retención similar.
- ¿Las retenciones fueron para todos los productos agropecuarios?
- A todos los productos agropecuarios. Los de aquel momento, en especial al trigo y al maíz. Incluso la carne.
La retención ascendía al mismo monto de la devaluación. La retención es una forma de desdoblar el tipo de cambio. Hacer un tipo de cambio distinto para el agro que son los principales exportadores.
Por eso también durante el gobierno de Raúl Alfonsín, el problema principal que hubo, saltando las épocas, fue el desdoblamiento del tipo de cambio.
En 1987, con el Plan Primavera, esto produjo un lock out de los sectores agrícolas. Pero ya Alfonsín había aplicado las retenciones. El desdoblamiento del tipo de cambio fue lo que motivó la protesta del sector agropecuario.
Es una historia vieja. Roberto Alemann también aplicó retenciones durante la última dictadura militar, antes de la Guerra de Malvinas. Durante la guerra las volvió a aumentar
- Es decir, entre diciembre del '81 y el 2 de abril del '82...
- ... Se habían aplicado retenciones. Después aumentó un 10% más durante el desarrollo del conflicto. José Martínez de Hoz las había eliminado.
No es sólo un problema de retenciones para el campo, es un problema también del tipo de cambio. Porque tanto la época de Martínez de Hoz como en la época de Carlos Menem no había retenciones, pero el tipo de cambio estaba totalmente sobrevaluado y por lo tanto eso también perjudicaba al sector agropecuario.
Lo que pregunto es ¿porqué los únicos lock out que se hicieron, se hicieron durante los gobiernos de Alfonsín y el de Isabel Perón?
- ¿Qué explicación le daría usted?
- La explicación que encuentro es que son gobiernos que no forman parte de las elites tradicionales de poder en la Argentina.
- ¿Por una cuestión ideológica-política?
- Yo creo que hay un problema ideológico-político. No sólo un problema de intereses económicos. Tengo las declaraciones de la Sociedad Rural de distintas épocas, Krieger Vasena, Alvaro Alsogaray, Martínez de Hoz, etc.
Siempre hubo protestas, porque no es que lo acepten tranquilamente, pero las protestas no pasaron más allá de eso. No hubo una acción directa.
¿Por qué? Porque los hombres de la Rural, u hombres de ese sector del campo, estaban vinculados a esos gobiernos. Estaban dentro del paquete, porque si no se beneficiaban del campo, se beneficiaban de las inversiones especulativas, financieras, de la patria contratista.
Estas son las elites de poder que estaban vinculadas con los gobiernos de turno, sobre todo con los gobiernos militares.
Obviamente estuvieron menos vinculados con los gobiernos democráticos, al margen de cómo se los quiera definir a los gobiernos de Alfonsín, de Isabel Perón...
- Fueron gobiernos electos por los argentinos...
- Fueron electos, fueron gobiernos democráticos. Entonces, hay que pensar también en motivos de ese tipo.
Cuando ese sector agrario estuvo en el poder en la década del '30 del siglo pasado, durante los golpes de Estado de Uriburu y de Justo, que se conoce como la restauración conservadora, hubo una crisis mundial.
La crisis mundial afectó los mercados externos, hizo disminuir muchísimo las exportaciones y las importaciones. Fue un cuello de botella para el sector agropecuario muy serio. Entonces se crearon las Juntas Reguladoras de Granos y de Carnes.
Estas Juntas regulaban los precios, le daban a los productores del sector precios mayores a los ofrecidos en lo internacional y vendían a pérdida en el exterior.
- ¿Un subsidio...?
- Un subsidio, fue un subsidio. Cuando tuvieron el poder se dieron un subsidio a si mismos. Este es un ejemplo histórico.
Lo que no les gustó fue lo que hizo Juan Perón. Hizo a la inversa. Tomó la misma idea de mecanismo regulador de las Juntas cuando creó el IAPI (Instituto Argentino de Promoción del Intercambio).
Cuando los precios internacionales de las materias primas subieron, Perón hizo la operación inversa. Le dio precios menores al sector agropecuario y la diferencia con los precios internacionales que se recibían en divisas, las transfirió a otros sectores productivos, del sector industrial, a través del Banco Central y el Banco de Crédito Industrial.
Esta fue la primera etapa del gobierno de Perón. En la segunda etapa, cuando vino la crisis de 1949 a 1952, la primera crisis de balanza de pagos, hubo dos sequías importantes, el IAPI comenzó a hacer lo que hacía la Junta de Granos: le pagaba a los agricultores más de lo que recibían por los precios internacionales, que estaban deprimidos.
Esa función reguladora, el Estado la jugó siempre.
- Desde un punto de vista concreto, ¿En EE.UU. qué sector o sectores subsidian al campo, la industria, el comercio, los servicios?
- Los subsidia el gobierno norteamericano.
- Las remesas para los subsidios, ¿de dónde las obtienen?
- De los recursos fiscales.
- Sobre la base de lo que producen la industria, el comercio y los servicios...
- De los excedentes que obtienen. Lo mismo con los gastos de guerra.
- Pareciera que aquí la queja es que se le sacan al campo las retenciones para subsidiar a otros sectores. EE.UU. tiene ventajas comparativas en lo industrial...
- La pregunta es correcta. Es así, es cierto. Es lo que pasa también en Europa.
La cuestión no es sólo en la Argentina, en otros lados la situación es a la inversa. El agro le saca a los otros sectores.
Lo que ocurre es que la Argentina todavía tiene un sector agropecuario fundamental para sus exportaciones.
- Usted dice en el libro que hubo un modelo agroexportador, otro industrial de sustitución de importaciones y un tercero rentístico-financiero. El actual ¿qué tipo de modelo es, como lo definiría?
- Creo que hay un intento de reindustrializar el país. Una de las lecciones que dejó la década del '90 es que el país no puede vivir endeudándose, por un lado, y viviendo de los servicios y de actividades que no son productivas.
Uno de los elementos esenciales es la reindustrialización. Uno de los motivos principales que hay que tener en cuenta es que ningún país desarrollado es un país agroexportador. Son países industriales.
Mismo China se está desarrollando a pasos agigantados fundando el desarrollo en las exportaciones industriales. No en las exportaciones agropecuarias.
- ¿Qué quiere decir? ¿Qué la Argentina no debería darle importancia a la potencialidad agroindustrial?
- El potencial agropecuario que posee, tiene que ayudar al potencial industrial. Tiene que terminar la dicotomía entre el agro y la industria. Y tenemos que ir hacia un sistema donde los dos sectores sean motores del desarrollo económico del país.
Pero hay que tener claro que el motor generador de divisas es el agro. Pero el motor generador de empleo es la industria.
Como dice bien Aldo Ferrer, si el agro emplea el 40% de la población, qué pasa con el 60 restante. Es un país para 20 millones de habitantes. El país agroexportador es para 20 millones de habitantes.
La industria con mayor valor agregado es la que crea empleo.
- ¿Y cual es el punto de unión entre ambas?
- Un punto de unión es la agroindustria, por supuesto. El modelo agroexportador está basado en el endeudamiento externo.
En este modelo debemos recuperar algo que se perdió en los noventa, que es el mercado interno.
- ¿El actual modelo sobrevive sin las retenciones al campo?
- No. Creo que las retenciones al campo son esenciales. Lo que es distorsivo es el sistema tributario. El principal impuesto es al consumo, el IVA, que es el más alto del mundo. En otros países que es alto, no llega al 18%.
Lo principal del sistema de desarrollo lo estamos financiando todos. El impuesto a las ganancias siempre fue un desastre. Porque nunca fue muy progresivo, más bien regresivo.
- ¿Las retenciones se tienen que convertir en el gravamen de impuesto a las ganancias?
- Las retenciones, en primer lugar, son antiinflacionarios.
En segundo lugar, independientemente de una reforma impositiva, tiene que haber retenciones. Pueden ser menores, eso sí, si la reforma tributaria es adecuada. Pero tiene que haber.
También tiene que haber retenciones por otro tema, que tiene que ver con la teoría económica. El sector agrario es el único que percibe la renta agraria, que es una renta excepcional.
El sector agrario es el que tiene el monopolio de un recurso único: la tierra. A diferencia de otros sectores del sistema capitalista.
Si usted quiere abrir una empresa metalúrgica, hay cientos de empresas metalúrgicas. Compro un galpón y me pongo a competir en el sector, me irá bien o mal.
- Las retenciones a las exportaciones agrarias viene a equilibrar...
- ... Cuando hay casos de renta diferencial, como es en este caso, y como lo hubo en la época de oro durante la primera década del siglo veinte. En aquel momento hubo altos precios del agro y la renta diferencial fue inmensa.
En aquella época no hubo retenciones, toda la renta fue para el sector agrario. El campo quiere volver a esa época.
¿Quién garantiza que esa renta se reinvierta? Durante las épocas de Martínez de Hoz y de Menem esas rentas se fugaron del país y volvieron convertidos en deuda externa.
Rapoport es un reconocido investigador de la historia económica nacional y autor del libro "Historia económica, política y social de la Argentina (1880-2003)", el período productivo más importante del país.
"Estoy de acuerdo con las retenciones. En primer lugar tiene que ver con el precio de los productos que se exportan, que son productos de consumo interno" manifestó.
"Aunque la soja no lo es, es como si lo fuera. Porque en la medida que los productores se dediquen a la soja, por eso se habla de sojización, más que a otros productos, la oferta de los otros productos disminuye, por lo tanto también aumentan los precios del trigo, del maíz, en la medida de que se cultiven menos".
"Hay un efecto antiinflacionario -argumentó- que se aplica en muchos países y no es un problema sólo de este gobierno. Esto se aplica en el país desde mucho tiempo antes. Empezó con Bartolomé Mitre".
- ¿El conflicto de hoy con el campo es porque las retenciones subieron del 35% al 44?.
- En el pasado hubo distintos momentos, incluso en la época de Mitre cuando se impuso el impuesto, es porque también había necesidades fiscales, porque en 1866, los Estados Unidos, aplicaron un impuesto a la lana, que impidió la entrada de productos argentinos en ese mercado.
También aplicaron retenciones la Revolución Libertadora y el gobierno de Arturo Frondizi. El caso más importante de aplicación se produjo bajo el famoso Plan Adalbert Krieger Vasena, cuando se hizo una devaluación del 40% con una retención similar.
- ¿Las retenciones fueron para todos los productos agropecuarios?
- A todos los productos agropecuarios. Los de aquel momento, en especial al trigo y al maíz. Incluso la carne.
La retención ascendía al mismo monto de la devaluación. La retención es una forma de desdoblar el tipo de cambio. Hacer un tipo de cambio distinto para el agro que son los principales exportadores.
Por eso también durante el gobierno de Raúl Alfonsín, el problema principal que hubo, saltando las épocas, fue el desdoblamiento del tipo de cambio.
En 1987, con el Plan Primavera, esto produjo un lock out de los sectores agrícolas. Pero ya Alfonsín había aplicado las retenciones. El desdoblamiento del tipo de cambio fue lo que motivó la protesta del sector agropecuario.
Es una historia vieja. Roberto Alemann también aplicó retenciones durante la última dictadura militar, antes de la Guerra de Malvinas. Durante la guerra las volvió a aumentar
- Es decir, entre diciembre del '81 y el 2 de abril del '82...
- ... Se habían aplicado retenciones. Después aumentó un 10% más durante el desarrollo del conflicto. José Martínez de Hoz las había eliminado.
No es sólo un problema de retenciones para el campo, es un problema también del tipo de cambio. Porque tanto la época de Martínez de Hoz como en la época de Carlos Menem no había retenciones, pero el tipo de cambio estaba totalmente sobrevaluado y por lo tanto eso también perjudicaba al sector agropecuario.
Lo que pregunto es ¿porqué los únicos lock out que se hicieron, se hicieron durante los gobiernos de Alfonsín y el de Isabel Perón?
- ¿Qué explicación le daría usted?
- La explicación que encuentro es que son gobiernos que no forman parte de las elites tradicionales de poder en la Argentina.
- ¿Por una cuestión ideológica-política?
- Yo creo que hay un problema ideológico-político. No sólo un problema de intereses económicos. Tengo las declaraciones de la Sociedad Rural de distintas épocas, Krieger Vasena, Alvaro Alsogaray, Martínez de Hoz, etc.
Siempre hubo protestas, porque no es que lo acepten tranquilamente, pero las protestas no pasaron más allá de eso. No hubo una acción directa.
¿Por qué? Porque los hombres de la Rural, u hombres de ese sector del campo, estaban vinculados a esos gobiernos. Estaban dentro del paquete, porque si no se beneficiaban del campo, se beneficiaban de las inversiones especulativas, financieras, de la patria contratista.
Estas son las elites de poder que estaban vinculadas con los gobiernos de turno, sobre todo con los gobiernos militares.
Obviamente estuvieron menos vinculados con los gobiernos democráticos, al margen de cómo se los quiera definir a los gobiernos de Alfonsín, de Isabel Perón...
- Fueron gobiernos electos por los argentinos...
- Fueron electos, fueron gobiernos democráticos. Entonces, hay que pensar también en motivos de ese tipo.
Cuando ese sector agrario estuvo en el poder en la década del '30 del siglo pasado, durante los golpes de Estado de Uriburu y de Justo, que se conoce como la restauración conservadora, hubo una crisis mundial.
La crisis mundial afectó los mercados externos, hizo disminuir muchísimo las exportaciones y las importaciones. Fue un cuello de botella para el sector agropecuario muy serio. Entonces se crearon las Juntas Reguladoras de Granos y de Carnes.
Estas Juntas regulaban los precios, le daban a los productores del sector precios mayores a los ofrecidos en lo internacional y vendían a pérdida en el exterior.
- ¿Un subsidio...?
- Un subsidio, fue un subsidio. Cuando tuvieron el poder se dieron un subsidio a si mismos. Este es un ejemplo histórico.
Lo que no les gustó fue lo que hizo Juan Perón. Hizo a la inversa. Tomó la misma idea de mecanismo regulador de las Juntas cuando creó el IAPI (Instituto Argentino de Promoción del Intercambio).
Cuando los precios internacionales de las materias primas subieron, Perón hizo la operación inversa. Le dio precios menores al sector agropecuario y la diferencia con los precios internacionales que se recibían en divisas, las transfirió a otros sectores productivos, del sector industrial, a través del Banco Central y el Banco de Crédito Industrial.
Esta fue la primera etapa del gobierno de Perón. En la segunda etapa, cuando vino la crisis de 1949 a 1952, la primera crisis de balanza de pagos, hubo dos sequías importantes, el IAPI comenzó a hacer lo que hacía la Junta de Granos: le pagaba a los agricultores más de lo que recibían por los precios internacionales, que estaban deprimidos.
Esa función reguladora, el Estado la jugó siempre.
- Desde un punto de vista concreto, ¿En EE.UU. qué sector o sectores subsidian al campo, la industria, el comercio, los servicios?
- Los subsidia el gobierno norteamericano.
- Las remesas para los subsidios, ¿de dónde las obtienen?
- De los recursos fiscales.
- Sobre la base de lo que producen la industria, el comercio y los servicios...
- De los excedentes que obtienen. Lo mismo con los gastos de guerra.
- Pareciera que aquí la queja es que se le sacan al campo las retenciones para subsidiar a otros sectores. EE.UU. tiene ventajas comparativas en lo industrial...
- La pregunta es correcta. Es así, es cierto. Es lo que pasa también en Europa.
La cuestión no es sólo en la Argentina, en otros lados la situación es a la inversa. El agro le saca a los otros sectores.
Lo que ocurre es que la Argentina todavía tiene un sector agropecuario fundamental para sus exportaciones.
- Usted dice en el libro que hubo un modelo agroexportador, otro industrial de sustitución de importaciones y un tercero rentístico-financiero. El actual ¿qué tipo de modelo es, como lo definiría?
- Creo que hay un intento de reindustrializar el país. Una de las lecciones que dejó la década del '90 es que el país no puede vivir endeudándose, por un lado, y viviendo de los servicios y de actividades que no son productivas.
Uno de los elementos esenciales es la reindustrialización. Uno de los motivos principales que hay que tener en cuenta es que ningún país desarrollado es un país agroexportador. Son países industriales.
Mismo China se está desarrollando a pasos agigantados fundando el desarrollo en las exportaciones industriales. No en las exportaciones agropecuarias.
- ¿Qué quiere decir? ¿Qué la Argentina no debería darle importancia a la potencialidad agroindustrial?
- El potencial agropecuario que posee, tiene que ayudar al potencial industrial. Tiene que terminar la dicotomía entre el agro y la industria. Y tenemos que ir hacia un sistema donde los dos sectores sean motores del desarrollo económico del país.
Pero hay que tener claro que el motor generador de divisas es el agro. Pero el motor generador de empleo es la industria.
Como dice bien Aldo Ferrer, si el agro emplea el 40% de la población, qué pasa con el 60 restante. Es un país para 20 millones de habitantes. El país agroexportador es para 20 millones de habitantes.
La industria con mayor valor agregado es la que crea empleo.
- ¿Y cual es el punto de unión entre ambas?
- Un punto de unión es la agroindustria, por supuesto. El modelo agroexportador está basado en el endeudamiento externo.
En este modelo debemos recuperar algo que se perdió en los noventa, que es el mercado interno.
- ¿El actual modelo sobrevive sin las retenciones al campo?
- No. Creo que las retenciones al campo son esenciales. Lo que es distorsivo es el sistema tributario. El principal impuesto es al consumo, el IVA, que es el más alto del mundo. En otros países que es alto, no llega al 18%.
Lo principal del sistema de desarrollo lo estamos financiando todos. El impuesto a las ganancias siempre fue un desastre. Porque nunca fue muy progresivo, más bien regresivo.
- ¿Las retenciones se tienen que convertir en el gravamen de impuesto a las ganancias?
- Las retenciones, en primer lugar, son antiinflacionarios.
En segundo lugar, independientemente de una reforma impositiva, tiene que haber retenciones. Pueden ser menores, eso sí, si la reforma tributaria es adecuada. Pero tiene que haber.
También tiene que haber retenciones por otro tema, que tiene que ver con la teoría económica. El sector agrario es el único que percibe la renta agraria, que es una renta excepcional.
El sector agrario es el que tiene el monopolio de un recurso único: la tierra. A diferencia de otros sectores del sistema capitalista.
Si usted quiere abrir una empresa metalúrgica, hay cientos de empresas metalúrgicas. Compro un galpón y me pongo a competir en el sector, me irá bien o mal.
- Las retenciones a las exportaciones agrarias viene a equilibrar...
- ... Cuando hay casos de renta diferencial, como es en este caso, y como lo hubo en la época de oro durante la primera década del siglo veinte. En aquel momento hubo altos precios del agro y la renta diferencial fue inmensa.
En aquella época no hubo retenciones, toda la renta fue para el sector agrario. El campo quiere volver a esa época.
¿Quién garantiza que esa renta se reinvierta? Durante las épocas de Martínez de Hoz y de Menem esas rentas se fugaron del país y volvieron convertidos en deuda externa.
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