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lunes, febrero 16, 2009

Obama cede y concede pero gana con lo estrictamente propio


Según los parámetros políticos normales, la aceptación en el Congreso de un paquete de estímulo económico fue una gran victoria para el presidente Barack Obama.
Consiguió más o menos lo que había pedido: casi 800.000 millones de dólares para rescatar la economía, con la mayoría de ese dinero asignado a gastos más que a recortes impositivos. ¡Ya podemos destapar el champagne! O tal vez no. Estos no son tiempos normales, de manera que los parámetros políticos normales no se aplican: la victoria de Obama parece una derrota.
La ley de estímulo parece útil pero inadecuada, especialmente cuando se la combina con un decepcionante plan de rescate de los bancos. Y la política de la lucha sobre el estímulo ha convertido en una insensatez todos los sueños pospartidarios de Obama.
Empecemos con la política. Uno hubiera esperado que los republicanos actuaran al menos un poco como gente que ha recibido un escarmiento durante estos días, teniendo en cuenta las palizas que recibieron en las dos últimas elecciones y la debacle económica de los últimos ocho años.
Pero ahora queda claro que el compromiso del partido con el vudú profundo -impuesto en parte por los grupos de presión, dispuestos a producir retadores de las primarias contra los heréticos- es tan fuerte como nunca.
Tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado, la mayoría de los republicanos apoyó la idea de que la respuesta apropiada para el abyecto fracaso de los recortes impositivos de la era Bush era más reducciones impositivas al estilo Bush.
Y la respuesta retórica de los conservadores al plan de estímulo -que costará considerablemente menos que lo que la administración Bush invirtió en recortes impositivos o que lo que gastó en Irak- ha sido casi desquiciada.
Es "un robo generacional", dijo el senador John McCain, sólo unos días después de votar a favor de recortes impositivos que hubieran costado cuatro veces más durante la próxima década.
Es "destruir el futuro de mis hijas. Es como sentarme aquí a ver cómo mi casa es saqueada por una banda de salvajes", dijo Arnold Kling, del Instituto Cato.
La suciedad del debate político importa porque suscita dudas acerca de la capacidad del gobierno de Obama de volver por más en el caso de que, como parece probable, la ley de estímulo resulte inadecuada.
Porque, aunque Obama consiguió más o menos lo que había pedido, casi con seguridad no pidió lo suficiente. Oficialmente, la administración no deja de repetir que el plan es adecuado para las necesidades de la economía.
Pero pocos economistas están de acuerdo. Y se cree en general que las consideraciones políticas llevaron a plantear un plan que era más débil y contiene más recortes impositivos de los que debería? que Obama hizo concesiones anticipadas con la esperanza de conseguir un amplio respaldo bipartidario. Y acabamos de ver lo bien que funcionó.
Ahora, las posibilidades de que el estímulo fiscal pueda llegar a ser adecuado serían mayores si se lo acompañara con un efectivo rescate financiero, un rescate que descongelara los mercados crediticios y volviera a impulsar la circulación de dinero.
Pero el muy esperado anuncio del plan de Obama en ese frente, que también se produjo esta semana, cayó con un golpe seco.
El plan esbozado por Tim Geithner, el secretario del Tesoro, no era exactamente malo. En cambio, era vago. Dejó a todo el mundo preguntándose adónde quería ir verdaderamente la administración.
¿Esas sociedades entre la esfera pública y la privada terminarán por ser una manera encubierta de rescatar a los banqueros a expensas de los contribuyentes? ¿O la "prueba con esfuerzo" requerida actuará como una salida hacia la nacionalización temporaria de los bancos (la solución favorecida por un creciente número de economistas, incluyéndome a mí)? Nadie lo sabe.
El efecto general fue el de patear la lata para que avanzara unos metros en la calle. Y eso no alcanza.
Reacción insuficiente
Hasta ahora, la respuesta de la administración Obama a la crisis económica se parece demasiado a la de Japón en la década de 1990: una expansión fiscal suficientemente importante como para evitar lo peor, pero no suficiente para impulsar la recuperación; apoyo al sistema bancario, pero reticencia a obligar a los bancos a enfrentar sus pérdidas.
Todavía es temprano, pero ya estamos descendiendo por la pendiente. Y no sé ustedes, pero yo tengo una fea sensación en la boca del estómago? la sensación de que los Estados Unidos no están a la altura del mayor desafío económico de los últimos 70 años.
Es posible que los mejores no carezcan de convicciones, pero parecen alarmantemente dispuestos a conformarse con medidas a medias.
Y los peores, como siempre, están colmados de apasionada intensidad, ajenos al grotesco fracaso que su doctrina experimentó en la práctica.
Todavía hay tiempo para revertir la situación. Pero Obama debe ser más fuerte de ahora en adelante.
De otra manera, el veredicto de esta crisis puede ser: "No, no podemos".

Obama cede y concede pero gana con lo estrictamente propio


Según los parámetros políticos normales, la aceptación en el Congreso de un paquete de estímulo económico fue una gran victoria para el presidente Barack Obama.
Consiguió más o menos lo que había pedido: casi 800.000 millones de dólares para rescatar la economía, con la mayoría de ese dinero asignado a gastos más que a recortes impositivos. ¡Ya podemos destapar el champagne! O tal vez no. Estos no son tiempos normales, de manera que los parámetros políticos normales no se aplican: la victoria de Obama parece una derrota.
La ley de estímulo parece útil pero inadecuada, especialmente cuando se la combina con un decepcionante plan de rescate de los bancos. Y la política de la lucha sobre el estímulo ha convertido en una insensatez todos los sueños pospartidarios de Obama.
Empecemos con la política. Uno hubiera esperado que los republicanos actuaran al menos un poco como gente que ha recibido un escarmiento durante estos días, teniendo en cuenta las palizas que recibieron en las dos últimas elecciones y la debacle económica de los últimos ocho años.
Pero ahora queda claro que el compromiso del partido con el vudú profundo -impuesto en parte por los grupos de presión, dispuestos a producir retadores de las primarias contra los heréticos- es tan fuerte como nunca.
Tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado, la mayoría de los republicanos apoyó la idea de que la respuesta apropiada para el abyecto fracaso de los recortes impositivos de la era Bush era más reducciones impositivas al estilo Bush.
Y la respuesta retórica de los conservadores al plan de estímulo -que costará considerablemente menos que lo que la administración Bush invirtió en recortes impositivos o que lo que gastó en Irak- ha sido casi desquiciada.
Es "un robo generacional", dijo el senador John McCain, sólo unos días después de votar a favor de recortes impositivos que hubieran costado cuatro veces más durante la próxima década.
Es "destruir el futuro de mis hijas. Es como sentarme aquí a ver cómo mi casa es saqueada por una banda de salvajes", dijo Arnold Kling, del Instituto Cato.
La suciedad del debate político importa porque suscita dudas acerca de la capacidad del gobierno de Obama de volver por más en el caso de que, como parece probable, la ley de estímulo resulte inadecuada.
Porque, aunque Obama consiguió más o menos lo que había pedido, casi con seguridad no pidió lo suficiente. Oficialmente, la administración no deja de repetir que el plan es adecuado para las necesidades de la economía.
Pero pocos economistas están de acuerdo. Y se cree en general que las consideraciones políticas llevaron a plantear un plan que era más débil y contiene más recortes impositivos de los que debería? que Obama hizo concesiones anticipadas con la esperanza de conseguir un amplio respaldo bipartidario. Y acabamos de ver lo bien que funcionó.
Ahora, las posibilidades de que el estímulo fiscal pueda llegar a ser adecuado serían mayores si se lo acompañara con un efectivo rescate financiero, un rescate que descongelara los mercados crediticios y volviera a impulsar la circulación de dinero.
Pero el muy esperado anuncio del plan de Obama en ese frente, que también se produjo esta semana, cayó con un golpe seco.
El plan esbozado por Tim Geithner, el secretario del Tesoro, no era exactamente malo. En cambio, era vago. Dejó a todo el mundo preguntándose adónde quería ir verdaderamente la administración.
¿Esas sociedades entre la esfera pública y la privada terminarán por ser una manera encubierta de rescatar a los banqueros a expensas de los contribuyentes? ¿O la "prueba con esfuerzo" requerida actuará como una salida hacia la nacionalización temporaria de los bancos (la solución favorecida por un creciente número de economistas, incluyéndome a mí)? Nadie lo sabe.
El efecto general fue el de patear la lata para que avanzara unos metros en la calle. Y eso no alcanza.
Reacción insuficiente
Hasta ahora, la respuesta de la administración Obama a la crisis económica se parece demasiado a la de Japón en la década de 1990: una expansión fiscal suficientemente importante como para evitar lo peor, pero no suficiente para impulsar la recuperación; apoyo al sistema bancario, pero reticencia a obligar a los bancos a enfrentar sus pérdidas.
Todavía es temprano, pero ya estamos descendiendo por la pendiente. Y no sé ustedes, pero yo tengo una fea sensación en la boca del estómago? la sensación de que los Estados Unidos no están a la altura del mayor desafío económico de los últimos 70 años.
Es posible que los mejores no carezcan de convicciones, pero parecen alarmantemente dispuestos a conformarse con medidas a medias.
Y los peores, como siempre, están colmados de apasionada intensidad, ajenos al grotesco fracaso que su doctrina experimentó en la práctica.
Todavía hay tiempo para revertir la situación. Pero Obama debe ser más fuerte de ahora en adelante.
De otra manera, el veredicto de esta crisis puede ser: "No, no podemos".

viernes, noviembre 07, 2008

Transformar esperanza en credibilidad

Se sabe desde siempre que cuando la economía esta mal suele ganar la oposición y si, al mismo tiempo, el Presidente que termina lo hace con la menor popularidad desde que se hacen encuestas, es lógico y casi inevitable que gane la oposición en cualquier país del mundo.

Desde esta perspectiva, lo que sucedió el 4 de noviembre en los EEUU no es ninguna sorpresa sino todo lo contrario.

Más allá de esta explicación simplista, la llegada de Obama al poder tiene profundos significados.

El primero es explícito: por primera vez llega a la Presidencia un afroamericano. Ello puede ampliarse, ya que no se ha producido un fenómeno similar en ninguno de los países del llamado Occidente.

La consecuencia es que ello permite a los EEUU recuperar ante el mundo la proyección de lo que Joseph Nye llama el poder blando, que son los valores de la pluralidad, la libertad y el progreso social que han caracterizado la cultura política del país, tras un período como el de Bush, donde sólo proyectó el poder duro, que es la capacidad militar, en este caso concentrada en la lucha contra el terrorismo.

El segundo es que el triunfo del candidato demócrata es la consecuencia de un importante fenómeno socio-político, ya que en esta elección se ha registrado un record de concurrencia -en los EEUU el voto es voluntario- no sólo en cantidad sino en porcentaje, votando aproximadamente dos tercios de quienes tenían derecho a hacerlo, cuando el promedio histórico es del 55%.

Ello fue porque Obama logró una concurrencia sin precedentes de dos segmentos que votaban por debajo del promedio: los jóvenes y los afroamericanos, en las últimas décadas poco interesados en la política.

El tercero es que fue una elección globalizada, seguida en todo el mundo y con sondeos a nivel mundial, que permitieron conocer cómo hubiera votado la humanidad de haber participado en la definición política de quién gobernará los próximos cuatro años la primera economía del mundo. Cuatro cada cinco votaban por Obama.

Ello implica que con su llegada al gobierno, EEUU tiene frente al mundo un Presidente que goza de su simpatía y ello es fundamental para recomponer la imagen internacional del país.

Por último, el cambio político tiene lugar en momentos que el mundo sufre la crisis financiera global más grave desde 1929, la que como entonces ha comenzado en los EEUU, y encauzarla o por lo menos contenerla es el desafío inmediato del candidato vencedor, que iniciará su mandato teniendo que afrontar los costos sociales de esta crisis dentro de su propio país.

Pero Obama ante todo significa la esperanza, no sólo para los norteamericanos sino para el mundo.

Transformarla en credibilidad es el desafío político inmediato, condición sin la cual no podrá resolverse la crisis financiera.

Transformar esperanza en credibilidad

Se sabe desde siempre que cuando la economía esta mal suele ganar la oposición y si, al mismo tiempo, el Presidente que termina lo hace con la menor popularidad desde que se hacen encuestas, es lógico y casi inevitable que gane la oposición en cualquier país del mundo.

Desde esta perspectiva, lo que sucedió el 4 de noviembre en los EEUU no es ninguna sorpresa sino todo lo contrario.

Más allá de esta explicación simplista, la llegada de Obama al poder tiene profundos significados.

El primero es explícito: por primera vez llega a la Presidencia un afroamericano. Ello puede ampliarse, ya que no se ha producido un fenómeno similar en ninguno de los países del llamado Occidente.

La consecuencia es que ello permite a los EEUU recuperar ante el mundo la proyección de lo que Joseph Nye llama el poder blando, que son los valores de la pluralidad, la libertad y el progreso social que han caracterizado la cultura política del país, tras un período como el de Bush, donde sólo proyectó el poder duro, que es la capacidad militar, en este caso concentrada en la lucha contra el terrorismo.

El segundo es que el triunfo del candidato demócrata es la consecuencia de un importante fenómeno socio-político, ya que en esta elección se ha registrado un record de concurrencia -en los EEUU el voto es voluntario- no sólo en cantidad sino en porcentaje, votando aproximadamente dos tercios de quienes tenían derecho a hacerlo, cuando el promedio histórico es del 55%.

Ello fue porque Obama logró una concurrencia sin precedentes de dos segmentos que votaban por debajo del promedio: los jóvenes y los afroamericanos, en las últimas décadas poco interesados en la política.

El tercero es que fue una elección globalizada, seguida en todo el mundo y con sondeos a nivel mundial, que permitieron conocer cómo hubiera votado la humanidad de haber participado en la definición política de quién gobernará los próximos cuatro años la primera economía del mundo. Cuatro cada cinco votaban por Obama.

Ello implica que con su llegada al gobierno, EEUU tiene frente al mundo un Presidente que goza de su simpatía y ello es fundamental para recomponer la imagen internacional del país.

Por último, el cambio político tiene lugar en momentos que el mundo sufre la crisis financiera global más grave desde 1929, la que como entonces ha comenzado en los EEUU, y encauzarla o por lo menos contenerla es el desafío inmediato del candidato vencedor, que iniciará su mandato teniendo que afrontar los costos sociales de esta crisis dentro de su propio país.

Pero Obama ante todo significa la esperanza, no sólo para los norteamericanos sino para el mundo.

Transformarla en credibilidad es el desafío político inmediato, condición sin la cual no podrá resolverse la crisis financiera.

miércoles, noviembre 05, 2008

El plan económico de Obama




Con la mente puesta en la recta final de la carrera hacia la Casa Blanca, el candidato demócrata Barack Obama lanzó ayer su plan económico, diseñado exclusivamente para superar la crisis financiera.

A diferencia de su rival, el republicano John McCain, Obama casi ni aludió a su rival. Puso énfasis en los errores cometidos durante los últimos ocho años y bregó para que quienes hayan perdido sus empleos o puedan quedarse sin sus hogares tengan la opción de retirar ahorros de sus fondos de pensión sin penalidades.


Los puntos más destacados del plan:


El plan tiene un costo estimado de 60.000 millones de dólares y apunta a asistir a las clases media y baja de Estados Unidos.


Prevé una exención tributaria por los próximos dos años para los comercios que creen nuevos empleos. Se dará un crédito impositivo temporal de 3 mil dólares por cada puesto de empleo que genere una firma en Estados Unidos.


Se realizará una moratoria de 90 días para las ejecuciones de viviendas de propietarios que vivan en sus casas y muestren que se esfuerzan en pagar sus hipotecas.


Retiros sin penalidad de cuentas de ciertos pensionados y retirados por un máximo de 10.000 dólares este año y el próximo.


Conlleva un pedido para que el Tesoro estadounidense ayude a descongelar los mercados para hipotecas individuales, préstamos de estudios, autos, viviendas de varias familias y préstamos de tarjetas de crédito.


El plan también llama a eliminar temporalmente los impuestos a los beneficios de seguros de desempleo y que la Fed y el Tesoro se preparen para garantizar un mayor rango de pasivos del sistema

El plan económico de Obama




Con la mente puesta en la recta final de la carrera hacia la Casa Blanca, el candidato demócrata Barack Obama lanzó ayer su plan económico, diseñado exclusivamente para superar la crisis financiera.

A diferencia de su rival, el republicano John McCain, Obama casi ni aludió a su rival. Puso énfasis en los errores cometidos durante los últimos ocho años y bregó para que quienes hayan perdido sus empleos o puedan quedarse sin sus hogares tengan la opción de retirar ahorros de sus fondos de pensión sin penalidades.


Los puntos más destacados del plan:


El plan tiene un costo estimado de 60.000 millones de dólares y apunta a asistir a las clases media y baja de Estados Unidos.


Prevé una exención tributaria por los próximos dos años para los comercios que creen nuevos empleos. Se dará un crédito impositivo temporal de 3 mil dólares por cada puesto de empleo que genere una firma en Estados Unidos.


Se realizará una moratoria de 90 días para las ejecuciones de viviendas de propietarios que vivan en sus casas y muestren que se esfuerzan en pagar sus hipotecas.


Retiros sin penalidad de cuentas de ciertos pensionados y retirados por un máximo de 10.000 dólares este año y el próximo.


Conlleva un pedido para que el Tesoro estadounidense ayude a descongelar los mercados para hipotecas individuales, préstamos de estudios, autos, viviendas de varias familias y préstamos de tarjetas de crédito.


El plan también llama a eliminar temporalmente los impuestos a los beneficios de seguros de desempleo y que la Fed y el Tesoro se preparen para garantizar un mayor rango de pasivos del sistema

lunes, octubre 13, 2008

Obama presentó su plan económico


El candidato presidencial Barack Obama exhortó hoy a adoptar nuevas medidas para impulsar la creación de nuevos puestos de trabajo y ayudar a los propietarios que están en riesgo de perder sus casas para que puedan permanecer en sus hogares.
"Actualmente, enfrentamos una emergencia económica inmediata que requiere de acciones urgentes. No podemos esperar para ayudar a trabajadores, sus familias y las comunidades que están batallando", dijo Obama durante un mitín electoral en el estado de Ohio.
"Necesitamos aprobar un plan de rescate económico para la clase media, y necesitamos hacerlo ahora", expresó el candidato demócrata. El senador por Illinois se pronunció en favor de un crÙdito impositivo para empresas que creen nuevos puestos de trabajo y otras medidas impositivas para pequeñas empresas y la clase media. Añadió que pediría una moratoria de 90 días para las hipotecas amenazadas de ejecución, que han aumentado dramáticamente el último año, creando serias dificultades financieras a los bancos.
Su plan autorizaría a los posibles inversores a retirar dinero de sus cuentas para jubilación sin penalidades, y a que los gobiernos estatales y locales necesitados reciban inyecciones de dineros federales para superar la crisis crediticia.
Entretanto, su rival John McCain cuestionó cómo hará Obama para pagar sus propuestas. "No puede gastar tanto dinero sin aumentar sus impuestos o endeudarnos aún más". Yo gobernarÙ sobre la base de un presupuesto, como lo hacen también ustedes", dijo el senador por Arizona

Obama presentó su plan económico


El candidato presidencial Barack Obama exhortó hoy a adoptar nuevas medidas para impulsar la creación de nuevos puestos de trabajo y ayudar a los propietarios que están en riesgo de perder sus casas para que puedan permanecer en sus hogares.
"Actualmente, enfrentamos una emergencia económica inmediata que requiere de acciones urgentes. No podemos esperar para ayudar a trabajadores, sus familias y las comunidades que están batallando", dijo Obama durante un mitín electoral en el estado de Ohio.
"Necesitamos aprobar un plan de rescate económico para la clase media, y necesitamos hacerlo ahora", expresó el candidato demócrata. El senador por Illinois se pronunció en favor de un crÙdito impositivo para empresas que creen nuevos puestos de trabajo y otras medidas impositivas para pequeñas empresas y la clase media. Añadió que pediría una moratoria de 90 días para las hipotecas amenazadas de ejecución, que han aumentado dramáticamente el último año, creando serias dificultades financieras a los bancos.
Su plan autorizaría a los posibles inversores a retirar dinero de sus cuentas para jubilación sin penalidades, y a que los gobiernos estatales y locales necesitados reciban inyecciones de dineros federales para superar la crisis crediticia.
Entretanto, su rival John McCain cuestionó cómo hará Obama para pagar sus propuestas. "No puede gastar tanto dinero sin aumentar sus impuestos o endeudarnos aún más". Yo gobernarÙ sobre la base de un presupuesto, como lo hacen también ustedes", dijo el senador por Arizona

jueves, octubre 02, 2008

Es imperioso salvar el salvataje

Por Thomas L. Friedman

Estaba haciendo zapping el lunes mientras seguía el derrumbe de casi 800 puntos de las acciones, cuando un comentarista de CNBC me llamó la atención. Le pedían que asesorara a los televidentes acerca de cuáles eran las mejores posiciones para capear la tormenta del mercado. Impertérrito, sin vacilaciones, respondió: "Dinero en efectivo y posición fetal".

Yo estoy en ambas posiciones? Pocas veces he tenido miedo por mi país: en 1962, cuando era un niño de 9 años y seguía el desarrollo de la crisis misilística cubana; en 1963, con el asesinato de John Fitzgerald Kennedy; el 11 de septiembre de 2001, y este lunes, cuando los republicanos rechazaron el rescate en el Congreso.

Este momento es el que más me asusta, porque los anteriores fueron causados por potenciales ataques externos. Esta vez, los agresores somos nosotros mismos. Esta vez, lo que nos amenaza es nuestro propio fracaso en la regulación del sistema financiero y en la legislación del remedio adecuado.

Siempre creí que el gobierno de Estados Unidos era un sistema político único: un sistema ideado por genios para que pudiera ser manejado por idiotas. Me equivoqué. Ningún sistema puede ser suficientemente inteligente como para sobrevivir a este nivel de incompetencia y de imprudencia por parte de la gente a cargo.

Esto es peligroso. Tenemos miembros de la Cámara de Representantes que rechazan un complejo paquete de rescate porque algunos votantes los inundaron de llamadas. Entiendo la furia popular contra Wall Street, pero no se puede enfrentar así esta crisis.

Es una crisis crediticia. Se trata de la confianza. Lo que no se entiende es por qué el banco A ya no le presta a la empresa B o no acepta la hipoteca de la empresa C. Eso pasa porque nadie está seguro de cuánto valen los activos y las garantías del otro, y por eso el gobierno debe acudir para poner un piso firme debajo de todo.

De otra manera, el sistema se asfixiará por falta de crédito, como un cuerpo al que se le niega el oxígeno.

Bien, usted dirá: "Yo no tengo acciones que sufran esos monstruos codiciosos de Wall Street". Tal vez usted no tiene acciones, pero su fondo de retiro sí tenía algunas acciones de Lehman Brothers y su banco tenía bonos de las hipotecas subprime , y por eso usted pudo refinanciar su casa hace dos años.

Y su aeropuerto estaba asegurado por AIG; y su municipalidad vendió bonos para financiar el desagüe de su calle, y su empresa de automóviles dependía de los mercados para financiar el préstamo de su auto y ahora que el crédito se ha secado, el Wachovia quebró y su vecina perdió su trabajo allí.

Todos estamos conectados. No se puede salvar al ciudadano común y castigar a Wall Street, así como no se puede estar en un bote con alguien que uno odia y pensar que la filtración en el fondo de la embarcación que el otro tiene bajo los pies no hará que usted se hunda con él. El mundo es en realidad plano. Todos estamos conectados. "Desacoplarse" es pura fantasía.

Vivir en Marte
Entiendo el resentimiento contra los titanes de Wall Street que se llevan 60 millones de dólares en bonificaciones. Pero cuando el sistema crediticio está en peligro, es necesario concentrarse en salvarlo, aun cuando eso signifique rescatar a personas que no lo merecen. De otra manera es como decir: contendré la respiración hasta que ese gordo gato de Wall Street se ponga azul. Pero no será él quien se ponga azul: será usted, o más bien todos nosotros.

Mi rabino contó esta historia anteayer: una frágil madre de 80 años celebra su cumpleaños, y cada uno de sus hijos le hace un regalo. Harry le regala una casa nueva. Harvey le regala un auto y un chofer. Y Bernie le regala un loro enorme que puede recitar la Torá.

Una semana más tarde, la madre reúne a sus hijos y les dice: "Harry, gracias por la hermosa casa, pero yo vivo en una sola habitación. Harvey, gracias por el hermoso auto, pero no soporto al chofer. Bernie, gracias por regalarle a tu madre algo que ella realmente podía disfrutar. Ese pollo estaba delicioso".

Mensaje al Congreso: no sean astutos. No nos den algo que no necesitamos. No nos den algo destinado a resolver sus propios problemas. Sí, Paulson y Bernanke deben aceptar supervisión y se les debe garantizar a los contribuyentes parte de las ganancias de los bancos rescatados. Pero, aparte de eso, denles el capital y la flexibilidad para apagar este incendio.

Siempre me digo: nuestro gobierno está tan quebrado que sólo puede funcionar en respuesta a una enorme crisis. Pero hemos tenido una enorme crisis y el sistema no parece funcionar. Nuestros líderes están tan desacostumbrados a trabajar juntos que incluso ante la amenaza de un derrumbe no pueden ponerse de acuerdo, como si vivieran en Marte y estuvieran aquí de visita, y fueran completamente ajenos a las consecuencias. La historia no puede terminar así. Si lo hace, mejor asuma la posición fetal.

Es imperioso salvar el salvataje

Por Thomas L. Friedman

Estaba haciendo zapping el lunes mientras seguía el derrumbe de casi 800 puntos de las acciones, cuando un comentarista de CNBC me llamó la atención. Le pedían que asesorara a los televidentes acerca de cuáles eran las mejores posiciones para capear la tormenta del mercado. Impertérrito, sin vacilaciones, respondió: "Dinero en efectivo y posición fetal".

Yo estoy en ambas posiciones? Pocas veces he tenido miedo por mi país: en 1962, cuando era un niño de 9 años y seguía el desarrollo de la crisis misilística cubana; en 1963, con el asesinato de John Fitzgerald Kennedy; el 11 de septiembre de 2001, y este lunes, cuando los republicanos rechazaron el rescate en el Congreso.

Este momento es el que más me asusta, porque los anteriores fueron causados por potenciales ataques externos. Esta vez, los agresores somos nosotros mismos. Esta vez, lo que nos amenaza es nuestro propio fracaso en la regulación del sistema financiero y en la legislación del remedio adecuado.

Siempre creí que el gobierno de Estados Unidos era un sistema político único: un sistema ideado por genios para que pudiera ser manejado por idiotas. Me equivoqué. Ningún sistema puede ser suficientemente inteligente como para sobrevivir a este nivel de incompetencia y de imprudencia por parte de la gente a cargo.

Esto es peligroso. Tenemos miembros de la Cámara de Representantes que rechazan un complejo paquete de rescate porque algunos votantes los inundaron de llamadas. Entiendo la furia popular contra Wall Street, pero no se puede enfrentar así esta crisis.

Es una crisis crediticia. Se trata de la confianza. Lo que no se entiende es por qué el banco A ya no le presta a la empresa B o no acepta la hipoteca de la empresa C. Eso pasa porque nadie está seguro de cuánto valen los activos y las garantías del otro, y por eso el gobierno debe acudir para poner un piso firme debajo de todo.

De otra manera, el sistema se asfixiará por falta de crédito, como un cuerpo al que se le niega el oxígeno.

Bien, usted dirá: "Yo no tengo acciones que sufran esos monstruos codiciosos de Wall Street". Tal vez usted no tiene acciones, pero su fondo de retiro sí tenía algunas acciones de Lehman Brothers y su banco tenía bonos de las hipotecas subprime , y por eso usted pudo refinanciar su casa hace dos años.

Y su aeropuerto estaba asegurado por AIG; y su municipalidad vendió bonos para financiar el desagüe de su calle, y su empresa de automóviles dependía de los mercados para financiar el préstamo de su auto y ahora que el crédito se ha secado, el Wachovia quebró y su vecina perdió su trabajo allí.

Todos estamos conectados. No se puede salvar al ciudadano común y castigar a Wall Street, así como no se puede estar en un bote con alguien que uno odia y pensar que la filtración en el fondo de la embarcación que el otro tiene bajo los pies no hará que usted se hunda con él. El mundo es en realidad plano. Todos estamos conectados. "Desacoplarse" es pura fantasía.

Vivir en Marte
Entiendo el resentimiento contra los titanes de Wall Street que se llevan 60 millones de dólares en bonificaciones. Pero cuando el sistema crediticio está en peligro, es necesario concentrarse en salvarlo, aun cuando eso signifique rescatar a personas que no lo merecen. De otra manera es como decir: contendré la respiración hasta que ese gordo gato de Wall Street se ponga azul. Pero no será él quien se ponga azul: será usted, o más bien todos nosotros.

Mi rabino contó esta historia anteayer: una frágil madre de 80 años celebra su cumpleaños, y cada uno de sus hijos le hace un regalo. Harry le regala una casa nueva. Harvey le regala un auto y un chofer. Y Bernie le regala un loro enorme que puede recitar la Torá.

Una semana más tarde, la madre reúne a sus hijos y les dice: "Harry, gracias por la hermosa casa, pero yo vivo en una sola habitación. Harvey, gracias por el hermoso auto, pero no soporto al chofer. Bernie, gracias por regalarle a tu madre algo que ella realmente podía disfrutar. Ese pollo estaba delicioso".

Mensaje al Congreso: no sean astutos. No nos den algo que no necesitamos. No nos den algo destinado a resolver sus propios problemas. Sí, Paulson y Bernanke deben aceptar supervisión y se les debe garantizar a los contribuyentes parte de las ganancias de los bancos rescatados. Pero, aparte de eso, denles el capital y la flexibilidad para apagar este incendio.

Siempre me digo: nuestro gobierno está tan quebrado que sólo puede funcionar en respuesta a una enorme crisis. Pero hemos tenido una enorme crisis y el sistema no parece funcionar. Nuestros líderes están tan desacostumbrados a trabajar juntos que incluso ante la amenaza de un derrumbe no pueden ponerse de acuerdo, como si vivieran en Marte y estuvieran aquí de visita, y fueran completamente ajenos a las consecuencias. La historia no puede terminar así. Si lo hace, mejor asuma la posición fetal.

miércoles, octubre 01, 2008

Joseph Stiglitz: "La economía estadounidense se dirige hacia una larga recesión"


El Premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, prevé una larga recesión en Estados Unidos y la victoria del demócrata Barack Obama en la elección presidencial de noviembre.

El Premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz prevé una larga recesión en Estados Unidos y la victoria del demócrata Barack Obama en la elección presidencial de noviembre, según declaró en una entrevista publicada hoy por el diario italiano La Stampa.

"Veremos al índice Dow Jones de la bolsa neoyorquina en una caída libre mayor de la que podemos imaginar. Habrá quiebras estridentes de instituciones financieras. La economía estadounidense se dirige hacia una larga recesión", auguró el economista norteamericano.

"Estamos en medio de una de las peores crisis del siglo y hasta que no hayamos tocado fondo no podremos salir a flote", agregó Stiglitz, ex asesor económico del presidente estadounidense demócrata Bill Clinton y ex vicepresidente del Banco Mundial (BM).

"El próximo presidente de Estados Unidos será Barack Obama. En una situación de este tipo, no hay ninguna posibilidad de que los estadounidenses lleven a la Casa Blanca al partido del presidente saliente", explicó.

El rival de Obama es John McCain, que pertenece al Partido Republicano del presidente George W. Bush.

Joseph Stiglitz: "La economía estadounidense se dirige hacia una larga recesión"


El Premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, prevé una larga recesión en Estados Unidos y la victoria del demócrata Barack Obama en la elección presidencial de noviembre.

El Premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz prevé una larga recesión en Estados Unidos y la victoria del demócrata Barack Obama en la elección presidencial de noviembre, según declaró en una entrevista publicada hoy por el diario italiano La Stampa.

"Veremos al índice Dow Jones de la bolsa neoyorquina en una caída libre mayor de la que podemos imaginar. Habrá quiebras estridentes de instituciones financieras. La economía estadounidense se dirige hacia una larga recesión", auguró el economista norteamericano.

"Estamos en medio de una de las peores crisis del siglo y hasta que no hayamos tocado fondo no podremos salir a flote", agregó Stiglitz, ex asesor económico del presidente estadounidense demócrata Bill Clinton y ex vicepresidente del Banco Mundial (BM).

"El próximo presidente de Estados Unidos será Barack Obama. En una situación de este tipo, no hay ninguna posibilidad de que los estadounidenses lleven a la Casa Blanca al partido del presidente saliente", explicó.

El rival de Obama es John McCain, que pertenece al Partido Republicano del presidente George W. Bush.

miércoles, octubre 17, 2007

Paulson: " La crisis inmobiliaria podría agravarse en EEUU"


El secretario del Tesoro, Henry Paulson, apuntó que la crisis de la vivienda es el problema más grave al que se enfrenta la economía de EEUU.



El secretario del Tesoro, Henry Paulson, apuntó que la crisis de la vivienda es el problema más grave al que se enfrenta la economía de EEUU, si bien aseguró que el gobierno 'no socorrerá a los especuladores' que sufren ahora los efectos del ajuste.



La crisis inmobiliaria puede agravarse aún más en Estados Unidos, lo que podría conducir a "un poco más de un millón" de embargos este año, estimó el martes el secretario del Tesoro, Henry Paulson. "Se necesitará tiempo para asimilar la corrección inmobiliaria", estimó Paulson.


Paulson señaló algunos de los síntomas de esta crisis, como es la fuerte caída en la venta de casas y el aumento de las ejecuciones de hipotecas. 'Si a los inversionistas se les alivia del costo de sus malas decisiones, es más probable que repitan sus errores', apuntó.

Paulson elogió el plan anunciado por Citigroup, JP Morgan Chase y Bank of America para mejorar la liquidez de los mercados, pero señaló que 'es un arreglo exclusivamente del sector privado'.

'Llevará un tiempo, pero la economía de EEUU es fuerte, está sana y es muy diversificada'. Las afirmaciones de Paulson se unen a las que formuló el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, quien dijo que espera que la depresión en el sector inmobiliario se prolongue durante la mayor parte del año próximo.

En el ámbito nacional 'los precios promedio de las viviendas apenas si subieron en un año, las ventas de casas unifamiliares han bajado casi un 25 por ciento de la cima alcanzada en 2005, y el inventario de casas a la venta ha subido a niveles que no se veía desde comienzos de la década de 1990', explicó.

La crisis del negocio inmobiliario, que empezó a notarse a fines de 2005, es consecuencia de la bonanza de los cuatro años anteriores, cuando enormes capitales de especulación se volcaron en la construcción y venta de viviendas y los precios subieron de manera acelerada.

'Las tendencias actuales sugieren que este año se iniciarán más de un millón de ejecuciones de hipotecas, de las cuales unas 620.000 son de alto riesgo', dijo. 'De los casi 50 millones de hipotecas pendientes hoy en EEUU, aproximadamente 10 millones son de alto riesgo, y a unos 2 millones de éstas se les ajustará el interés en los próximos 18 meses'.


martes, octubre 16, 2007

Greenspan


Las memorias de Greenspan, como las de Rubin, deberían ser complemento de los manuales que se usan para enseñar política monetaria y política económica.

Greenspan no es ningún tonto y asesores no le faltaron, no obstante lo cual –para que todos aprendamos– tiene la honestidad intelectual de afirmar que "como la mayoría de los funcionarios, esperaba nuevos ataques luego del 11 de setiembre de 2001.
En las semanas que siguieron al ataque, nada ocurrió según lo esperado… Durante el siguiente año y medio estuvimos en el limbo".

Al comienzo de su carrera se ganó la vida como consultor. Para ayudarle a un empresario individual a mejorar su toma de decisiones, no le prestaba atención al PBI porque era un concepto demasiado general (y probablemente en esa época se calculara con frecuencia anual). En cambio le prestaba atención a qué decían, qué hacían y qué no hacían, las empresas competidoras, proveedoras y usuarias, de los productos que elaboraba su asesorado.


"Una estimación actualizada y lo más desagregada posible es mucho más útil que el mejor modelo econométrico disponible… Nunca me sentí confiando con los pronósticos macroeconómicos, los cuales tienen más de arte que de ciencia".

Frente a la afirmación "los árboles no dejan ver el bosque", Greenspan respondería que una atenta mirada a algunos árboles y a algunas hierbas, y sobre todo una observación alerta de los datos atípicos –una vez que son debidamente verificados, para no teorizar de balde-, son mucho más útiles que un análisis basado en agregados "muy agregados".

La semana pasada Greenspan se animó a afirmar que lo peor de la actual crisis –inmobiliaria y financiera– ya pasó, porque observó que había vuelto a aumentar la demanda de no sé qué bono específico. Si tiene razón, los indicadores agregados se van a enterar de esto dentro de algunos…meses, irrelevante para la toma de decisiones.

Es fácil distraerse observando la realidad desde una perspectiva desagregada, pero –dice Greenspan– el precio que se paga por evitar esta distracción no puede ser un análisis tan estilizado que termina siendo una fantasía, no una elaboración a partir de los hechos.

lunes, octubre 15, 2007

Creativo plan de rescate privado de la deuda hipotecaria en EE.UU

Grandes bancos como Citigroup crearían un fondo de US$ 80.000 millones para comprar los debilitados papeles de deuda hipotecaria en el mercado estadounidense, a fin de evitar que la crisis de créditos afecte más a la economía mundial, de acuerdo a versiones dignas de crédito.

Representantes del Tesoro estadounidense han organizado conversaciones entre los principales bancos mundiales con este objetivo, indicaron las fuentes.

Citigroup, JPMorgan Chase & Co. y Bank of America Corp. están involucrados en las discusiones, de acuerdo a fuentes cercanas al tema.

Las instituciones financieras se sienten cada vez más preocupadas de que un cierto tipo de fondo de inversión vinculado a los bancos pueda haber inundado los mercados con miles de millones de dólares en préstamos hipotecarios securitizados.

Una ola de ventas de activos podría subir los costos de los préstamos a nivel mundial, provocar grandes pérdidas a inversionistas y obligar a los bancos a pasar a pérdidas sus participaciones.

Tales ventas podrían causar grandes pérdidas a las entidades financieras y, en el peor de los escenarios, llevaría a USA o a Europa a una recesión.

El fondo es la última respuesta a una crisis crediticia global luego de al menos tres años de crédito fácil que llevó a masivas entregas de préstamos hipotecarios en USA y desataron un nivel récord de adquisiciones apalancadas con deuda privada.

"Los bancos toman decisiones poco sabias y ahora están batallando para salvarse entre ellos," dijo Steve Persky, presidente ejecutivo de Dalton Investments.

miércoles, octubre 10, 2007

La Casa Blanca y espías privados, enfrentados por video de Bin Laden

La filtración de la Casa Blanca o de organismos de inteligencia de EE.UU. de un video de Osama bin Laden antes de que fuera difundido saboteó la capacidad, hasta entonces secreta, de una empresa privada de investigaciones para interceptar las comunicaciones de Al Qaeda, dijo ayer The Washington Post.

Según el diario, el grupo de Inteligencia SITE había logrado acceso encubierto a las redes de comunicación de Al Qaeda. Pero esa capacidad fue perdida luego de que el gobierno informara que la compañía había obtenido un video de Bin Laden antes de que este fuera difundido por el grupo terrorista, en el curso de septiembre. "Técnicas cuyo desarrollo llevaron años ahora son inefectivas y carecen de valor", dijo la fundadora de SITE, Rita Katz, al Post.

La firma SITE, que monitorea sitios de Internet y comunicación pública de grupos terroristas e islamistas y ofrece la información a sus clientes, obtuvo una copia del video de Bin Laden antes de su difusión, y se la dio a la Casa Blanca en la mañana del 7 de setiembre. Pero sus ejecutivos solicitaron que la existencia del video se mantuviera en secreto para proteger su trabajo.

Sin embargo, por la tarde el video y su transcripción habían sido filtrados y ya estaba en poder de un canal de televisión por cable y había sido difundido, dijo el Post. Según Katz, por eso Al Qaeda revisó la seguridad de sus comunicaciones, al darse cuenta que había sido violada por SITE.