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miércoles, octubre 10, 2018

El #DiscursoDePoder de la #MarcaPolítca en tiempos de crisis


Rubén Weinsteiner
 Rubén Weinsteiner


Discurso de poder

El discurso político debe organizar las percepciones que queremos construir en la cabeza de la gente. Esas percepciones tienen que ver con la valoración y ponderación de la realidad y con el posicionamiento de nuestra marca política.

El Poder es la potencialidad de acción. Es una construcción que consiste en una percepción que determine que A puede hacer x.

El discurso político tiene tres tipos de destinatarios básicos:

a) El co destinatario: el militante, el convencido
b) El para destinatario: el sujeto sobre el cual pretendemos colonizar subjetividades.
c) El contra destinatario: el adversario político-ideológico, el competidor electoral.

Los tres grupos deben ser micro segmentados para poder intervenir de manera precisa y quirúrgica.

El discurso de poder, es decir la construcción de la percepción de un determinado problem y la construcción de la percepción de que podemos hacer algo determinado para resolverlo tiene características específicas para cada uno de estos tres grupos.
Mientras para el primero, el militante la percepción debe tener más mística, religiosidad y compromiso, con para el destinatario se impone una intervención que lea la cancha del otro, sus percepciones y pueda intervenir desde sus presupuestos y paradigmas emocionales. En el caso del tercer grupo, el antagonista es usado basicamente para afirmar lo que uno no es, por lo tanto es distinto a. La visibilidad comienza en la diferencia y la identidad se consolida a partir de ella.

Reset

Cuando tiene lugar una crisis profunda, económica, social o política, o las tres juntas, se produce un reseteo en términos de los sistemas de preferencias.

El 2001 fue un reset profundo. Votantes que jamás hubieran votado por el peronismo, se hicieron kirchneristas, y hoy no imaginan votar a alguien no peronista. Progres que veían a Macri como un límite, se hicieron macristas, el espacio público se volvió a poblar de actores, los jóvenes volvieron a la política.

Estos contextos constituyen un escenario ideal para marcas políticas innovadoras.

Las demandas se renuevan y resignifican, por eso hace falta segmentar por variables blandas, por pertinencia y pertenencia, no tanto por lo que la gente es, sino por lo que hace, lo que le interesa, lo que la motiva, lo que desea.

Esta segmentación etnográfica 4.0 se ve potenciada por la big data, y nos permite intervenir como nunca con un discurso de poder potente.

Responder a las demandas es construir el discurso.

Desarrollar un imput de lectura de esas nuevas demandas de los segmentos determinados por la estrategia y desplegar un discurso de promesa de output que se constituye en el reason why de nuestra marca política.

Ese discurso debe organizar las percepciones de la realidad, para poder plantear la problematización de la misma.

Las realidades en si mismas no constituyen “el problema”, hasta que no se las organiza.

Que haya una caída fuerte del salario, crezca el desempleo, cierren pymes, la inflación de devore el poder adquisitivo del salario o un la recesión destruye la actividad, no hace que la gente salga a la calle o vote contra alguien per se.

Quizás un gobierno logre que la población culpe a la pesada herencia, o a la corrupción o que pasaron cosas, o a la mala suerte por estos hechos.

La atribución del significado reptiliano-emocional a hechos objetivos no es unívoca. Y esa interpretación es el campo de batalla por la subjetividad.

Esa subjetividad consiste en lograr el insight del sujeto de elección sobre los mecanismos de causa-efecto de políticas y problemáticas, aún las no tipificadas.

El proceso de construcción del reason why del problema es:

a) Diagnóstico del problema y nominación.

b) Corporización de los actores e intervención de los mismos en el proceso problematizador en términos de causa y efecto

c) Acción, expectativa, solución


El Naming del problema

Hay cosas que existieron siempre: el bullyng, el grooming, las start ups, etc. Pero recién cuando las denominamos, podemos darle entidad y operar sobre ellas en el plano de la realidad. El naming del problema debe constituirse en significante y conectar heterogeneidades diversas para poder ser horizontal, en lugar de "divide y vencerás", decimos, "agrupa y vencerás" el problema debe aglutinar, juntar, hacer confluir


El problema debe tener un nombre, y los actores también.

Instalado el problema en el imaginario y en la agenda, resulta ineludible para todos los sectores de la vida política y social, y los nombres, tanto del problema como de los actores, pasan a ser asumidos por todos los jugadores. De eso se trata la hegemonía cultural.

Esto se da cuando un diario de derecha liberal habla de "capitalismo salvaje" o cuando le preguntaban a Margaret Tatcher, sobre cuál había sido el mayor logro de su gobierno y respondió: Tony Blair (teniendo en cuenta que Blair representaba a la izquierda laborista, pero compartía los presupuestos del liberalismo económico).

Hay un problema, no es producto de los desastres naturales o que pasaron cosas, o culpa de otro, hay causas y responsables, hay soluciones.

Un ejemplo claro lo constituye "La Guerra del gas" en Bolivia. Durante muchos años Bolivia tuvo una grieta de 3 sectores: los europeos, los indigenas, la izquierda mestiza. Ninguno confiaba en el otro, los europeos de Santa Cruz veían a los otros 2 grupos como atrasados, los indigenas se sentían discriminados e invadidos por los europeos y rechazaban el socialismo del MAS, porque entre los aymarás y los quechuas la propiedad privada era un pilar fundamental. Los socialistas rechazaban a los europeos por racistas y a los indigenas por no aceptar el socialismo.


En 2002 Evo Morales hizo el primer intento de juntar por primera vez a los indigenas y a la izquerda y obtuvo el 20% de los votos. Pero el salto lo dio en 2003 con la llamada "Guerra del gas", ahi encontró el significante aglutinador y lo dotó de significados, para juntar a todos los opositores con "El gas no se vende". De un lado quedaron los que querían privatizar el gas y del otro lado los que querían nacionalizarlo. Tres años más tarde Evo llegaría al poder con otro significante aglutinador "Viva la Coca". Un significante que planteaba lo autóctono contra las imposiciones de EE.UU. con la guerra contra los cultivos de Coca. A partir de allí la lucha por la construcción del problema, y la construcción del significante aglutinador la dieron los europeos, que plantearon la lucha contra "la dictadura" "el centralismo" "el atraso", planteando el autonomismo como solución al problema y promesa de marca política.

La respuesta de Evo fue construir "el pueblo indigena contra la derecha transnacional y traidora" y sancionar después de un referéndum una nueva constitución con tres pilares:

1) Estado plurinacional (integración, legitimación y reivindicación de los indigenas)

2) Estado soberano (lucha contra las multinacionales)

3) Estado autonómico ( con esto les robó uno de los reason whys a los europeos)

Con el último punto golpeó fuerte a la oposición.

 Hoja de ruta
1) Construcción de "el problema"
2) Agrupación de realidades heterogéneas en torno al significante
3) Naming
4) Actores
5)Solución

La construcción del "problema" es el paso más estratégico en la construcción del discurso.
El imput en el discurso y la construcción del output transformado en "reason why" es la diferencia entre comunicar y construir una marca política, es decir, es la diferencia entre que vos quieras lo que yo tengo y que yo tenga lo que vos querés.

El discurso de poder es organizar las percepciones en función de que la gente sienta, crea, esté convencida que A puede hacer x.

miércoles, julio 18, 2018

El segmento #Hipster en el #VotoJoven






Rubén Weinsteiner



La cultura urbana hipster está encarnada por jóvenes entre 16 y 35 años aproximadamente, que exteriorizan un pensamiento independiente, valorizando el arte más allá del mainstream, corriéndose de las modas del momento, vistiendo y escuchando música no comercial, distanciándose de los últimos dictados de la tecnología, oponiéndose al consumo desmedido, y priorizando comprar local y amigable con el medio ambiente.



Los Hipsters manifiestan hacia adentro y hacia fuera de la tribu, heterogeneidades intensas. Si bien tribalmente se cohesionan a través de valores, simbologías y ritualidades, la ponderación del pensamiento independiente potencia las diferencias entre sus miembros y las legitima.



Se suele ligar esta cultura urbana en términos de su origen, con los indies e incluso con los hippies. Su origen real data de mediados del siglo veinte, aunque desapareció en los 70 y volvió a surgir fuerte hacia el 2010 en grandes ciudades de los países centrales entre personas de clase media.

Existen diferentes subculturas derivadas de los hipsters.


El término Hipster está hoy claramente sobredeterminado. Llamamos Hipster a diferentes personas que despliegan una estética concreta y determinada. Esa sobredeterminación está influida por el negocio de la moda que necesita tipifcar y simplificar determinadas exterioridades y formatos para vender productos para el segmento.





Se visten sin patrones específicos, con un estilo personal, bohemio, alejado de la moda del momento y en muchos casos atemporal. Suelen reutilizar ropa y anteojos, con estética vintage.



Les gusta la música indie, indie-rock y jazz, aunque también simpatizan con otros estilos y escuchan bandas poco conocidas. Respecto al cine, prefieren cine Europeo o de EE.UU pero independiente.

Algunos de los cineastas favoritos de los hipsters son Quentin Tarantino, Richard Linklater, Vincent Gallo, Sofia Coppola y muy especialmente Spike Jonze y Wes Anderson,a quienes se les considera también propiamente hipsters. Los hipsters tiene a 3 actores en particular como íconos: Christina Ricci, Bill Murray y Tora Birch, que aunque no necesariamente llevan estilos de vida hipster, muchos de sus personajes son muy representativos de la imagen y actitud hipster.



Les gusta mucho la fotografía, lo vintage, la cocina rara y original, son viajeros low cost y consumen mucha cultura.



La cultura hipster es básicamente progresista y valoran sobre todo el pensamiento independiente. Si bien usan celulares viejos y computadoras old fashion, tienen mucha actividad en las redes sociales.



Es una tribu esencialmente inserta en los sectores medios y medios altos. Su reason why en términos de ciudadanía económica es tener una estilo de vida, despojado, bohemio, austero, donde el tiempo como recurso económico no renovable, se encuentra en el tope de la escala valorativa. Y la ideas es ganar dinero para pagar los gastos, pero sin comprometer el tiempo para el ocio, como leer, ver películas poco comerciales, diseñar, visitar galerías y entarse a charlar en cafeterías, (el café es central en el universo hipster) componer música, escribir novelas o poesía,etc...



El hípster se plantea liberarse de la dictadura del consumo, que, según la cultura, convierte a las personas en conejos que persiguen zanahorias que nunca alcanzan y que le quitan lo verdaderamente importante, el comando de su tiempo, de sus decisiones y de su realidad.



Los hipster trabajan y muchos ganan bien, pero lo hacen sin horarios duros y en ámbitos desestructurados. Parecen relajados pero revelan compromiso con su inserción social, laboral y ciudadana en general.

No desconocen el mainstrem, se ponen al costado, lo critican con sarcasmo e ironía, pero lo aceptan.



No miran TV de aire ni de cable, son más pull casting que broadcasting, eligen su propia programación.



Los hípster no se radicalizan en nada, ni en su visión constitutiva tribal ni en sus posiciones políticas. No son afectos a la masividad, por eso por lo general no votan mayorías, y si lo hicieran deberían encontrar significados en la marca política que no sean tenidos en cuenta por las masas.

Tienen una esencia anarquista y hasta liberal en términos de no aceptar la homogeneidad y lo colectivo coercitivo. Rechazan el partidismo pero no son “cualunquistas”, no son partidarios de la antipolítica.

Suelen ser ONGistas, y desde allí algunos voan expresiones de centro derecha generalmente vinculadas a las ONG.



Su activismo se traduce en la creación de fanzines, comics, la organización de eventos culturales alternativos y la participación activa en la Web 4.0



Los hípsters se situan incómodamente entre dos grupos que los acechan, por un lado los intelctuales que los critican por frívolos y no comprometidos y por el otro los Yuppies que imitan su exterioridad, dejándose una barba hípster, usando lentes vintage o ropa de feria americana.





En música, lo hipster se nutre de intérpretes y bandas alternativas e Indy como Beck, Ben Folds, They Might Be Giants, Elliott Smith, Los Pixies, Sigur Ros, Pulp, Radiohead y Björk.



Política y hipsters



Existe cierto rasgo individualista en la cultura hipster. Sin embargo la dimensión colectiva extra tribu emergió en hechos como el 15M en España, que tuvo su correlato en muchas ciudades, y tanto en Madrid como en los demás lugares donde tuvieron lugar los actos de los Indignados, los hipsters tuvieron un rol importante. Los hipsters salieron a decirle al establishment, que no podían pagar los alquileres, que los alimentos y el transporte subían más que sus ingresos, que el futuro tan lejano para ellos, les empezaba a preocupar.

Los hipsters organizaron y fueron continente de demandas heterogéneas, pero ligadas al deterioro en el nivel de consumo básico.



Los hipsters recelan de la política partidaria, la sienten lejana, pero no la invalidan. Los hipsters se sienten progresistas lo cual los podría llevar a votar un partido “progre de izquierda”, “progre de centro” o “progre de derecha”. Un hipster no sería ni trotskista ni muy derecha en lo económico, lo radical lo espanta.



El sujeto de elección joven hipster busca un piso de seguridad razonable, sin interpelación al compromiso emocional y menos militante. Es como si nos dijera: “asegurame a, b y c y no me rompas”.

Pero si buscamos una intervención reptiliana-emocional, tenemos que construir un discurso multicultural, con algún sesgo anarco-individual, con acento en la eficiencia austera, la simpleza, autenticidad y practicidad.



El voto hipster es interesante porque es individualista como el de Julían, contador 34 años casado sin hijos, que quiere mudarse, cambiarse el auto, viajar, pero sin el consumo aspiracional, sino más bien funcional. No quiere tener el mismo auto que el gerente, un A4 OK, le alcanza con uno de 10 años que funcione bien y que pueda pagar la nafta. Es social como el de Lisa 30 años, terminando sociología, que quiere un gobierno que tenga una política progresista proactiva, pero descree. Es sofisticado y hasta cosmopolita, pero no despreciativo de lo propio. Tiene el factor egocéntrico de Walter el taxista de 35, pero no juzga. No busca modelos pontificadores de lo que está bien y está mal.



En el 15M en la Puerta del Sol, en su correlato en París, en Londres, en New York, Roma y mucgas ciudades, los hipsters como parte importante de la masa crítica, planteaban que los que estaban ahí eran trabajadores, sectores medios, desocupados, etc y que constituían lo que ellos llamaban “la gente normal” y que aspiraban a representar al 99% de la población, mientras que el otro 1% era “los poderosos de siempre”.

En definitiva los hipsters no confían ni en el 1% del círculo rojo, ni en su capacidad para enfrentarlos. Por eso las demandas serán mínimas y las promesas políticas aceptadas como viables también lo serán. Toda amplificación desmedida, de la capacidad realizadora será descreída y deslegitimada por los hipsters. Cambios mínimos, viables y posibles.



Un discurso desprovisto de artificios e imposturas, austero, moderado, multicultural, off mainstream, ni emocionalmente comprometedor ni invasivo. Para el voto hipster la empatía es la identificación y el encuentro en una hoja de ruta minimalista, segura y práctica que organiza a favor de la marca política, atributos que se traducen en percepciones muy positivas para los votantes hipsters.
Rubén Weinsteiner



Rubén Weinsteiner

jueves, mayo 31, 2018

Imaginario instituido vs imaginario instituyente en la construcción del sistema de preferencias del #votojoven



Rubén Weinsteiner


Pensamos al imaginario social como el dispositivo productor y contenedor de significados colectivos.


Significados que determinan marcos, normas y pautas entre las cuáles los jóvenes viven, se adaptan, se integran a la vida adulta, al mercado laboral y se institucionalizan.



Discurso, consenso y disenso

El discurso del consenso se limita a reproducir lo dado. Si plantea innovaciones, estas tienen que ver con el retorno a un pasado ideal, a las “viejas costumbres” a “lo que hay que hacer”, “volver a las fuentes”. No entraña disruptividad, y por lo general no consensua rupturas, en el mejor de los casos acerca posiciones dentro de los estrictos límites de ese consenso.


La innovación en el discurso del consenso, no puede ir más allá de las necesidades de la agenda política y corporativa. Esa innovación propuesta o “el retorno a las fuentes” obtura el análisis científico, ya que este no admite límites, así como las preguntas, las dudas, su contraste y modelización con la complejidad, incertidumbre y disruptividad del presente. De alguna manera se vincula con el análisis científico y la inquisición intelectual como lo haría una religión cuando la ciencia habla de millones de años desde la creación del mundo y de la teoría de la evolución.


Jóvenes disenso y reproducción de formatos
Roberto Brito Lemus plantea que la juventud, comienza cuando se desarrolla la capacidad de reproducir la especie humana, y termina cuando se desarrolla la capacidad de reproducir el orden social.

Se es joven mientras se cuestiona, contesta y demanda cambios y se evita reproducir el orden social tal cual está planteado. Cuando se evita “transar”, cuando se quieren transponer límites, cuando se quiere forzar la realidad y enfrentar poderes constituidos y poderosos que frenan los cambios.

Cuando hablamos de disenso formal activo en los segmentos jóvenes, pensamos la diferencia entre el imaginario instituido y el imaginario instituyente, para elaborar una consideración dinámica entre las significaciones que consolidan lo establecido o proponer volver a pasados idílicos dotados de cargas míticas necesarias, y la capacidad instituyente de los posibles organizadores de sentido.

Ese disenso formal activo, es formal porque juega según las reglas de la sociedad, y es disenso porque cuestiona la producción de subjetividades que se amoldan a las organizaciones de sentido, y aseguran la reproducción de formatos que permitan corporizar determinadas agendas políticas y corporativas.


Cuando un paradigma cambia todos vuelven a cero

El disenso formal activo entre los jóvenes opera como aquellos cambios tecnológicos-culturales, que instalan nuevos paradigmas y con los que vuelven a cero todos los jugadores.


Cuando un paradigma cambia todos vuelven a cero, el pasado y los mitos no garantizan nada si los paradigmas cambian.

Con los relojes de aguja, los suizos dominaban el 95% del mercado. Cuando la tecnología del reloj de cuarzo ganó espacio, los suizos se quedaron con el 2% del mercado. Paradójicamente el reloj de cuarzo se inventó en Neuchatel, Suiza en 1967. Los inventores exhibieron el invento allí y este fue rechazado. Ese mismo año, el reloj de cuarzo fue presentado en la Convención mundial de relojería, y Texas Instruments y Seiko compraron la idea. Los suizos ni siquiera habían registrado la idea. Estaban tan seguros que lo que había funcionado hasta ese momento funcionaría siempre, que no pensaron que los paradigmas pueden cambiar y que cuando un paradigma cambia todos los jugadores vuelven a cero.


2001 y la metamorfosis de la representación en Argentina
Con la crisis del 2001 cambiaron los paradigmas de representación política en el voto joven en la Argentina. Lo que Bernard Manin llama “metamorfosis de la representación”, un cambio profundo del lazo que une a quienes eligen, con quienes son elegidos.

En Argentina, en las jornadas del 19 y 20 de diciembre, confluyeron muy diversos sectores: desde ahorristas a quienes el “corralito” no dejaba extraer su dinero de los bancos, el sector educativo, el de salud, partidos políticos de izquierda, organizaciones sindicales, los movimientos de desocupados, en su mayoría piqueteros, y también muchos sujetos jóvenes autoconvocados que repudiaban al sistema político en su totalidad. La consigna que se impuso fue: “¡Que se vayan todos!”, demostrando la profundidad de la crisis que terminó con 40 muertos y 2000 heridos.

Los cambios de paradigmas según Khun, tienden a ser drásticos y en muchos sentidos los jugadores vuelven a cero. Con los nuevos paradigmas del esquema formal de organización del sistema de preferencias, el votante joven se apropió del sistema de valoración de las marcas políticas, que antes subrogaba en los adultos, por tradición o mandato, educación o poder de fuego de los medios tradicionales, produciendo una síntesis entre su sistema de asignación de valores etáreos y tribales, y su propia racionalidad instrumental del voto.

La pobreza, la indigencia, la ruptura del contrato social y el desempleo constituyeron el núcleo de deslegitimación del sistema de paradigmas viejo. La pérdida de la legitimidad de las generaciones dirigenciales mayores, que revelaron debilidad e impotencia, les quitó autoridad y capital simbólico ante los jóvenes. Autoridades e instituciones, bancos, medios de comunicación y partidos políticos, perdieron autoridad validatoria de las marcas politicas. Junto con eso, el colapso de la ilusión del retiro del estado, la convertibilidad y “estar en el primer mundo”, encuentra a los actores sociales jóvenes, más afectados que ninguna otra franja en la dura lucha por la supervivencia, o bien irse del país. Encarnando en ambos casos un fuerte componente contracultural.

El voto joven a partir del cambio de paradigmas de 2001, ha dejado de organizarse a partir de identidades sociales tradicionales permanentes.

El radicalismo y el peronismo tal cual lo conocíamos, se resetearon. El primero brindando capilaridad territorial a Cambiemos, devino en un socio menor y en disminución progresiva del PRO, que se erigió en la referencia electoral de los ex votantes radicales. El peronismo se reconvirtió, atravesó su etapa kirchnerista y gestiona un nuevo formato entre CFK y la liga de gobernadores.


2002 la metamorfósis es global


En Europa durante la post guerra, los jóvenes desarrollaron una tendencia a valorar negativamente a la política pero por sobre todo a los políticos. En ese escenario como en el 2001 argentino, el proceso de deslegitimación fue ampliando la brecha entre dirigentes y jóvenes y dio cuenta de la falta de expectativas en la realización de cambios reales. Se fue gestando la percepción en el electorado joven, que los políticos tienden a confundir los intereses de su corporación con los del bienestar general y terminan por imponer aquéllos como lógicas de acumulación personal.

En este escenario, los partidos dejaron de funcionar como instancias articuladoras de las demandas de grupos sociales específicos, e incluso en un intento de adaptarse a esta nueva situación que estructura nuevos patrones de competencia política, retroalimentan el proceso de pérdida de su función representativa al elaborar discursos que pretenden alcanzar el voto de sectores más amplios de la población, lo que llamamos los “catch all party”, los partidos “agarra todo”, con la contrapartida de entablar vínculos más frágiles e inestables que antes.


En este contexto las propuestas partidarias se volvieron cada vez mas impostadas y artificiales. Ante este nuevo abordaje los jóvenes ponen en valor a la autenticidad como fundamento validatorio y al clivaje impostura-autenticidad, como eje del sistema de preferencias.



Límites entre consenso y disenso


La transposición de limites y la expresión de lo asistemático es lo significativo en el voto joven. Lo que no tensiona o fuerza la realidad, en el marco epistémico joven, debería ser utilizado solo como tecnicismo, para rodear el corpus del mensaje, y estrictamente, para resaltar los aspectos no sistémicos del discurso.


Discurso del disenso formal activo


El discurso en el voto joven, debe quebrar el punto de vista, construido por los procesos de standarización, limites y estereotipia de los mensajes de los medios, estructurados siempre con mecanismos repetitivos, que en realidad se constituyen como un control destinado a evitar la irrupción de mensajes nuevos y disruptivos.


Todo discurso significativo que pretenda interpelar al voto joven, tiene sentido solo si transita los límites, es crítico y se apoya en el cambio de paradigmas. Si se refiere a conflictos, utopías, incumplimiento de las normas, forzado de la realidad y convocatorias a luchas contra poderes enormes con final abierto.
El enfrentamiento para lograr los cambios, contra poderes hasta el momento “intocables” e “invulnerables”, le otorga vitalidad y dinamismo al vínculo, entre una marca política y los jóvenes. Ese final abierto, esa asimetría desfavorable, indignan, emocionan, convocan y le dan sentido a la bronca originaria y movilizadora, y la alegría de la acción y compromiso colectivos.


Tensión y significación en el #votojoven

El involucramiento en los cambios, contribuye a construir el nuevo campo de la mirada en la construcción del poder político. Esa construcción está dada por la puja por ordenar las percepciones sobre lo que pasa, de estructurar la narrativa y organizar el debate, en torno a los temas conflictivos.

Solamente en el terreno del conflicto y las contradicciones del sistema, el mensaje hacia el voto joven adquiere su máxima tensión y con ella la potencia y significación plenas.

Rubén Weinsteiner

viernes, abril 13, 2018

Isak Andic, el señor Mango

La segunda empresa de moda española y la primera catalana es un clan familiar que empezó modestamente

Isak Andic



“Educadísimo, amable y exquisito”. Así definen a Isak Andic (Estambul, 1953), el dueño de la segunda empresa textil española y la primera catalana, Mango. Un empresario que, cuentan, habla con todo el mundo y se salta jerarquías para conocer la opinión de los que trabajan en su compañía. Mantiene un trato muy cercano que muchos agradecen y que a veces ha conllevado cambios que han creado problemas. Quizá ese fue uno de los motivos que le llevó a delegar demasiado pronto en su hijo Jonathan y tener que regresar, al poco tiempo, para rescatar a la empresa, que entró en números rojos en 2016, con un resultado negativo de 61 millones de euros. Y eso que en 2014, la compañía, que no paraba de crecer, ganó 107 millones, que bajaron a solo cuatro millones en el ejercicio fiscal de 2015.

Como pasa con otros grupos de moda, este también está gestionado por un clan familiar que empezó modestamente. Ahora la empresa tiene más de 2.200 tiendas en 111 países de todo el mundo y cuenta con unos 15.000 empleados, de los cuales 2.000 trabajan en la sede de Palau-Solità i Plegamans (Barcelona), que recientemente se ha vendido a un grupo inversor. Eso sí, Mango seguira en las instalaciones como inquilino al menos 30 años. La firma cuenta con varias líneas de negocio con colecciones de mujer, hombre, niños y una división especializada en tallas grandes que denominan Violeta by Mango.


Isak y su hermano Nahman (Estambul, 1951) fueron los fundadores de la firma, creada en 1984. La primera tienda la abrieron en el céntrico paseo de Gràcia, en Barcelona. Pero antes ya había toda una historia de esfuerzo.
La princesa Letizia en los talleres de Mango con Isac Andik. Robert Marquardt Getty Images


Isak Andic comenzo en el negocio de la moda en 1972 vendiendo a tiendas blusas bordadas a mano y hechas en Turquía. Él mismo las repartía en su proprio coche por toda España hasta que montó su propia tienda en la capital catalana. Le siguieron varias con diferentes nombres hasta que llegó Mango, un nombre que surgió de una fruta exótica que descubrió en Filipinas y que le gustó por su sonoridad. Siempre ha sido él, el encargado de llevar las riendas del negocio. Su hermano mayor, criador de caballosm se ocupa de la Yeguada Andic, instalada en Huelva desde 1985.

Las pasiones de Isak, en cambio, son navegar con su velero Nirvana Formentera, de 53 metros de eslora, con el que ha dado la vuelta al mundo, y el esquí, deporte al que también dedica mucho de su tiempo libre. Sus aficiones también han condicionado el destino de algunas de sus viviendas, ya que posee una casa en el Vall d’Aran, para estar cerca de la estación de Baqueira Beret, y es propietario de una mansión en Formentera cuya construcción, en una una zona de especial interés natural, ha generado polémica en la isla. Un caso aún pendiente de resolución porque el Tribunal Supremo ha ordenado revisar el expediente.

De su vida personal no quiere hablar ni que se hable. Se sabe que tiene su residencia habitual en Esplugues de Llobregat, muy cerca de Barcelona, en una zona de grandes casas donde ocupa una de las más espectaculares y que posee una buena colección de arte contemporáneo. Cuentan que es un hombre divertido a quien le gusta rodearse de su familia y amigos, pero siempre lejos de los focos mediáticos.

Solo se puede rastrear su trayectoria a partir de algunos de los cargos que ha ejercido: la presidencia del Instituto de Empresa Familiar o su participación en la junta del Círculo de Economía. También ha sido accionista y miembro del consejo de administración del Banco de Sabadell, de donde salió con resultados poco favorables, y como hombre de negocios se sabe que actualmente apuesta por su sociedad patrimonial, Punta Na, desde la que gestiona otras inversiones, mayoritariamente inmobiliarias.

Según la lista de la revista Forbes, el patrimonio de Andic pasó de 3.200 millones de euros en 2016 a 2.300 en 2017 y del cuarto puesto como hombre más rico de España al noveno. Es patrono de la Fundación Princesa de Asturias, de la Fundación Princesa de Girona, de la Fundación Elena Barraquer y del Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC).

Los dos hermanos Andic llegaron muy jóvenes a Barcelona desde su Turquía natal de la mano de su familia y allí echaron raíces. Isak tiene tres hijos, Jonathan (1981), Judith (1982) y Sarah (1997), de su matrimonio con Neus Raig, de quien está separado desde hace años. Los dos mayores ya llevan tiempo en la empresa, donde han pasado por diferentes departamentos. Jonathan se encargó de la dirección de la línea masculina, HE by Mango y es vicepresidente ejecutivo y miembro del consejo de administración desde 2012. Quienes le conocen le atribuyen un carácter más sociable que a su padre pero también ha sido señalado como quien tomó algunas de las decisiones que han llevado al mal momento económico por el que pasa la empresa.

Judith también trabaja en la firma pero en el área de diseño y desarrollo de las colecciones Premium y Committed. Estudió Moda en el Instituto Europa de Design (IED), en Barcelona, donde su estilo de vida sencilla hizo que su origen pasara desapercibido y que lograra sorprender a sus compañeros el día que descubrieron que era hija del dueño del imperio Mango. La pequeña, Sarah, de temperamento más desinhibido como su hermano mayor, también ha apostado por estudiar diseño pero fuera de la ciudad. Los dos hermanos mayores viven en el paseo de Gràcia, el más lujoso de la capital catalana.

También trabaja en la compañía Violeta (1985), hija de Nahman, que dirige la línea Violeta by Mango, creada en 2014 para ofrecer moda a partir de la talla 40. Es la única del clan que ha concedido una entrevista al portal especializado Moda.es para hablar de la división que lleva su nombre. En ella cuenta que la idea de ampliar las tallas que ofrece Mango fue de Isak, que trabajaron juntos en el proyecto pero que la decisión final fue de su tío. Ha sido la excepción. No hay más entrevistas ni informaciones oficiales sobre la familia Andic, que incluso en redes sociales tienen sus perfiles bien cerrados, como casi todo en su vida.

viernes, octubre 27, 2017

El voto del “segmento Doña Florinda”


Rubén Weinsteiner

La vecindad del Chavo del 8, lo que sería un conventillo pequeño, contaba con varios personajes. Por un lado el Chavo, ese chico huérfano que vivía en un barril, que no tenía ninguna persona que se hiciera cargo de él, aparentemente ningún resorte del estado que se ocupara, pero que iba a la escuela y sobrevivía de alguna manera. También estaba la bruja del 71, que uno intuía soltera, y que debía tener alguna pensión para mantenerse, ya que no se le conocía otra fuente de ingreso. Don Ramón y su hija Chilindrina, con una situación económica muy precaria. Seguramente Don Ramón hacía algunas changas y con eso comían, pero no les alcanzaba para mucho más, y por lo general se escondía del dueño de la vecindad, Don Barriga, por no contar con el dinero para pagar al renta. Y por último Doña Florinda y su hijo Quico. Uno supone que Doña Florinda no trabajaba, que era viuda de un marino, y que recibía una pensión por viudez, y que eso le daba cierta certidumbre económica. Una pensión que no muy alta, de lo contrario no viviría en una vecindad así, pero que de todas maneras le permitía constituirse en la clase alta de la vecindad.



En los sectores de la base de la pirámide, existen microsegmentos con una vocación intensa de diferenciarse.

Doña Florinda siempre le decía a Quico “no te juntes con esta chusma”.


En el segmento DF, existe un fuerte miedo a la movilidad social ascendente del más pobre. No molesta tanto bajar, sino que el otro suba.

Hay en el ascenso del que es más pobre que él, una amenaza, no como en el caso de los sectores medios una preocupación por el encarecimiento de la mano de obra, del personal doméstico que teniendo satisfechas algunas necesidades pide aumento, o se niega a trabajar por salarios bajos.

En este caso el segmento Doña Florinda no suele emplear a los otros más pobres.



Doña Florinda vive en la misma vecindad que Don Ramón, quizás tenga una casa un poquito mejor, pero no mucho, pero se siente, y quiere sentirse, muy lejos de Don Ramón. No quiere que Quico juegue con La Chilindrina, en todo caso prefiere que juegue con el Chavo, porque el Chavo no es una amenaza. El Chavo no va a subir en el escala económico-social, y del Chavo no hace falta diferenciarse, porque las diferencias son mucho más nítidas que con la Chilindrina.


Doña Florinda vive como pobre, come como pobre, viaja como pobre, trabaja (?) como pobre, pasa sus fines de semana como pobre, sale a pasear como pobre, compra como pobre, educa a sus hijos como pobre, pero se siente clase media.


El funcionamiento de la aspiracionalidad siempre se da en términos de relatividad. Doña Florinda es lo que no es, el no ser como Don Ramón la define más que ninguna otra cosa.

Don Barriga es el dueño de la vecindad, es el que cobra la renta, si bien no parece rico, seguramente tiene una posición más holgada que Doña Florinda, sin embargo tiene una relación a priori más cordial, quizás más paternalista, pero sin duda de menos rechazo, con Don Ramón que la mamá de Quico.


La hegemonía cultural es la instalación en una sociedad, culturalmente diversa, de los paradigmas del mainstream, convirtiéndose en la norma cultural aceptada y en la ideología válida y universal. Doña Florinda se ve como rica frente a Don Ramón, y ese Status Quo la favorece, aún cuando se de en términos relativos.
La hegemonía cultural justifica el posicionamiento de Doña Florinda y lo plantea como natural e inevitable, perpetuo y beneficioso para todo el mundo, en lugar de presentarlo como una construcción que beneficia algunos y no a otros. Gramsci plantea a medios, educación y religión como herramientas constructoras de esa hegemonía.



El Segmento DF por lo general tiene un comercio en el barrio pobre, tiene un remise relativamente bueno, o tiene un trabajo en el centro, bien pago en términos del barrio.

Por lo general tienen una mejor casa, usan ropa cool, compran alimentos de mejor calidad, e incluso en algunos casos mandan a sus hijos a otras escuelas. Sin embargo no se mudan, y consolidan su pertenencia a un colectivo del que reniegan en mayor o menor medida.

¿Como construye su sistema de preferencias el segmento Doña Florinda?

El segmento DF tiende a diferenciarse de su entorno natural. Tiende a pensar a su situación como de contingencia y de carácter temporario. “Este no es mi lugar” “ya nos estamos por mudar” “estamos haciéndonos una casita en otro lugar” “cuando nos mudemos…” “nos somos de aquí”, son algunos de los verbatim que nos brinda el segmento.



Para interpelar al segmento DF hay que:

a) respetarle la vocación de diferenciación,

b) registrar su aspiracionalidad,

c) conectar con su deseo de ser visto como diferente


Sin embargo hay una contradicción detrás de estos 3 puntos que debe ser tenida en cuenta.

El Segmento DF quiere ser percibido de una determinada manera, visibiliza las diferencias y no renuncia a lo aspiracional que excede ser el más rico de un barrio pobre. Sin embargo el votante DF sabe que es pobre, sabe que la clase media lo ve como pobre y que para esta y para los ricos las diferencias que tanto lo ocupan y preocupan, son invisibles.



Por eso el discurso para el segmento DF debe:


a) establecer las diferencias

b) conectar con sus demandas naturales que son muy parecidas a los del resto del barrio, pero de una manera más indirecta y tácita

c) conectar con la conciencia de clase oculta y negada, con aquello que no se verbaliza pero que opera de manera latente en la constitución del sistema de preferencias del segmento, porque más allá de la necesidad de diferenciarse, está el deseo de que sus problemas en tanto pobre, sean abordados.


El Segmento DF habla como integrante de la clase media frente a los de su barrio, con quienes convive y de los cuales se diferencia. Y es tratado como pobre por la clase media, los cuales viven marcándole diferencias. Esta situación los pone en un limbo, pero ese limbo no les impide saber íntimamente que son pobres.



Las diferencias, el maquillaje y la impostura, no resuelven el deseo de solucionar los problemas estructurales de los sectores de la base de la pirámide.


Errores de arquitectura de segmentación de discurso:



a) abordar al segmento en forma homogénea con la base de la pirámide

b) juzgarlos: “votan contra sus intereses” “votan a sus verdugos”

c) abordarlos como clase media


El discurso para el segmento DF debe contemplar el diferencial aspiracional de volar más alto que el resto del barrio, debe conectar con sus externalidades clasemedieras y debe interpelar las demandas globales estructurales.

Lo importante es mantener la capacidad de investigativa sin juzgar ni adjetivar.

Me pasó en una ciudad del norte, en un barrio muy humilde, donde una familia cuyos miembros trabajaban en el centro y tenían entre los adultos, y algún hijo grande que trabajaba, un bueno ingreso relativo, se quejaban recurrentemente de que la familia que vivía enfrente recibía varios planes sociales. Intentar explícales la funcionalidad socioeconómica de los planes sociales en un contexto determinado, es una alternativa, pero los anclajes son inmunes a los datos, el sentimiento está y es contundente. Podemos intentar analizar como se constituye ese anclaje, el hombre se levanta a las 5, trabaja todo el día, vuelve a la casa a las 8 de la noche, y ve a los vecinos tomando mate en la vereda. Nuestra explicación acerca de la importancia de los planes sociales, no le mueve la aguja, su enojo blinda el anclaje constituido.

Por eso tenemos que tratar de internalizar ese anclaje para navegar en el y poder diseccionarlo, analizarlo y modelizarlo, de manera que podamos operar sobre el sistema de preferencias creado en base a ese anclaje .



Doña Florinda alimentaba a Quico mejor que Don Ramón a la Chilindrina, seguramente le compraba más juguetes, más indumentaria, más esparcimiento, pero el entorno de la vecindad y sus problemáticas eran comunes a todos, y a los ojos de un chico de clase media Quico y la Chilindrina no eran muy diferentes, porque en realidad tenían más en común que aquello que los diferenciaba.



La necesidad del segmento DF es parecer clase media, la fantasía es ser clase media, pero el deseo reptiliano, factor constituyente del voto, es solucionar sus demandas urgentes reales en tanto integrante de la base de la pirámide.




Rubén Weinsteiner

lunes, abril 03, 2017

Deseo y microsegmentación en el #votojoven


 


Por Rubén Weinsteiner

No hay que preguntarle a la gente lo que piensa, hay que ver que hace.

Si le preguntamos a la gente, nadie come mortadela y todos comen jamón o pastrón, sin embargo se consumen miles de toneladas de mortadela por mes. Nadie votó a Menem en el 95, y ganó por el 52 % de los votos, o a De la Rúa, y si le preguntamos a la gente donde compra los alimentos, la mayoría dirá en Carrefour, Coto o Jumbo. Si les preguntamos porqué, probablemente nos responderán que porque allí los atienden bien, el entorno es agradable, y la cadena de frío se respeta. Aunque si los seguimos probablemente nos encontremos que muchos entran al chino, donde en un lugar con poca luz, una mujer en ojotas y medias le gritará “deja bolso”. La necesidad indica quedar bien con el otro, el deseo, pagar menos.

En el recorrido entre lo que la gente dice y lo que la gente hace, se construye la brecha entre la necesidad y el deseo.

Luego de terminada la segunda guerra mundial, la empresa de energía General Electric, pensó en fabricar elementos que utilizaran electricidad para funcionar, y para ello encargó estudios de mercado donde se le preguntó a la gente: “¿Ud. usaría un cuchillo eléctrico?”

La gente respondió que no, que no lo necesitaba y que el cuchillo común era perfecto para ellos y que lo seguirían usando, sin embargo desde la General Electric habrán pensado que cortar el pollo es difícil con el cuchillo común, y que con un cuchillo eléctrico sería mucho más sencillo, por eso lo fabricaron y fue un éxito. Otra vez lo que la gente dice y lo que hace en realidad. Necesidad y deseo.

El que entendía claramente la diferencia entre necesidad y deseo era Carlos Menem. En un video que vi hace poco, estaba el entonces presidente siendo entrevistado en el programa de Susana Giménez, y las preguntas y las respuestas fueron:

SG-¿Ud. hizo el servicio militar?

CM- No, mi papá buscó a un general amigo, y le tiró … (sonrisa) unos mangos … (sonrisa) y me salvó.

SG-Dicen que Ud. Es muy mujeriego…

CM- Y io no sé, eso es lo que dicen

SG-¿Es verdad que manejó la Ferrari a 250 km por hora?

CM- y la verdad es que me gusta velocidad.

La gente desea pagar para no hacer el servicio militar, para que no le hagan una multa, y a muchos hombres les gusta o les gustaría estar con varias mujeres. También andar en una Ferrari a alta velocidad. Si le preguntamos a la gente, nadie coimeo nunca a un policía, nadie es mujeriego, nadie viola las leyes de tránsito, nadie “necesita” una Ferrari, pero muchos la desean.

La gente dice y pide lo que necesita, pero vota por lo que desea. En los jóvenes la brecha entre la necesidad y el deseo se potencia.

Los jóvenes desean y sin el “pragmatismo” de los mas viejos, sin el cinismo de aceptar lo que hay, por eso se animan a “demandar lo imposible”, y esa demanda de los “imposible”, es lo que construye el sistema de preferencias del voto joven.

El #votojoven busca a aquel que interpreta su deseo más que su necesidad.

La necesidad esta puesta, en la funcionalidad de zafar y quedar bien y no decir que se votó a Menem, decir que come mejores alimentos que mortadela, que no es mujeriego, que no coimea, que no viola las reglas de tránsito.

Hay que ir por lo que los jóvenes hacen. Mirar, observar, investigar, analizar, y detectar allí los deseos, aquello que los jóvenes quieren que pase, más allá de lo digan que quieren que pase.


La necesidad en el voto joven es la frontera de la intención de voto, el deseo la profundidad.


Para diseñar una estrategia de comunicación política para una marca política, hay que hurgar en heridas abiertas, miedo, ambiciones, angustias, hostilidades, fantasías y deseos.

Hay que hurgar en las emociones y problemas, y actuar sobre ellos, desplegar las promesas de la marca sobre estos territorios.



El deseo es el territorio central, cada uno tiene deseos, obturados o expuestos. Si se logra que un número importante de personas tenga el mismo deseo, tenemos un mensaje.

Las marcas contienen promesas, que no están relacionadas estrictamente con los anuncios.

Se trata de poder construir segmentos articulados y definidos por esos deseos. Segmentos, definidos por variables blandas, no ya por la dureza de edad, lugar de nacimiento, años de estudio, sino por marcos de pertenencia, pertinencia e interés muchos más dinámicos, que permitan agrupar heterogeneidades intensas, con deseos similares.

El sistema de preferencias se articula sobre los significados que proyecta y las percepciones que construye la marca política, a través de su identidad, personalidad, nombre, discurso, simbología y ritualidad y posicionamiento, y no a través de los resultados de eficiencia de esa marca.

Siempre la marca de las percepciones triunfa por sobre la marca de los resultados.

En los segmentos jóvenes, para poder llegar a los deseos más profundos e íntimos y poder construir las percepciones más poderosas, microsegmentamos por deseos intensos, fantasías, miedos, prejuicios, angustias, rechazos, etc.

De esta manera los microsegmentos nos permiten diseñar perfiles muy detallados y específicos de las actitudes, creencias, relatos ocultos, deseos, miedos y fantasías dentro del universo a operar.

En definitiva microsegmentamos por deseos, valores y estilos de vida.

Cuando investigamos miedos, deseos, rechazos, prejucios etc. Tenemos en cuenta que detrás de cada uno de estas categorías hay un deseo, una necesidad y una fantasía.

Suenan parecido pero no lo son. La necesidad consiste en tapar un agujero, tenemos un problema y necesitamos una solución. Hay algo que nos angustia y hay un remedio para eso. La fantasía es la construcción de una realidad imaginaria que no pensamos llevarla a cabo. Cuando decidimos llevarla a cabo, deja de ser una fantasía para convertirse en un deseo.

Ir con el auto de Tierra del Fuego a Alaska, y recorrer esos 16.000 km puede ser una fantasía agradable, deseo es tener el auto preparado, el dinero, el tiempo y largarse a la ruta. Tener una fantasía sexual es fácil, lo que no implica que tengamos el deseo de concretarla. Uno puede imaginarse teniendo una aventura, un romance o formando una pareja con x persona, pero el deseo se constituye cuando estamos dispuestos a pagar el costo de tener esa aventura, ese romance o formar esa pareja.

Votar genera beneficios, ya que cubre necesidades y satisface deseos. Beneficios de funcionalidad, de expresión y de emocionalidad.

Mediante los beneficios funcionales se resuelve un problema fáctico; cumplir con el ritual de votar, tanto por la faceta legal normativa, como por el mandato tribal de“hay que votar” “todos votan”.

Los beneficios emocionales del voto tienen que ver con la consonancia con la propia historia, que la marca política encarne valores afines, cercanos y que no contradigan las narrativas identitarias abiertas u ocultas, y fundamentalmente los deseos profundos.

Los beneficios de expresión del voto joven, se sustentan en lo que el joven quiere decir con su voto. Expresar valores e ideas no a través de uno mismo, sino con la marca política como intermediaria y legitimadora de estos valores

La beneficios de funcionalidad y expresión se constituyen a partir de la necesidad, los beneficios de la emoción se ordenan desde el deseo. El #votojoven se resuelve por deseo, mas que por fantasía necesidad.

El sistema de preferencias en los segmentos jóvenes se articula más que en ningún otro segmento en el deseo. En los mayores, los miedos, rechazos y necesidades pueden pesar más. En los jóvenes, el deseo es el rey.

Rubén Weinsteiner

martes, noviembre 15, 2016

Nuestra generación de emprendedores digitales se está encorvando


Por Sergio Sala


Estamos ante una posible epidemia: muchos estamos trabajando en nuestras laptops todo el tiempo y si mantenemos una mala postura, muy pronto vamos a estar sufriendo dolores de cuerpo.

El problema es que estas computadoras tienen un diseño poco ergonómico para cómo las estamos usando ahora. En principio, ¿sabes por qué le decimos «laptop»?

Es un término que sacamos de los gringos y significa «poner algo encima de tus piernas (o tu regazo)». Esa era la idea original. De hecho si te sientas en una sofá y usas tu laptop, verás que es más cómodo. Pero raramente estas trabajando así.

En cambio siempre estás enfrente de una mesa y como la pantalla te queda muy abajo de tus ojos, sin darte cuenta tiendes a doblar tu cuerpo hacia el enfrente todo el tiempo.

Por eso la inmensa mayoría de los emprendedores digitales se están encorvando. En serio. Ve a un café (o si ya ahorita estás ahí), mira a tu alrededor. ¿Cuántas personas están inclinando su cuerpo para ver sus pantallas?

No me mientas. Seguro son varios (al menos que hayan leído este artículo y me hayan hecho caso).



Yo no me había cuenta de este problema hasta que leí el artículo de Levels, un nómada que tuvo problemas de RSI (lesiones por constante esfuerzo). Desde entonces me propuse a mejorar mi postura y ahora puedo decirte que trabajo más feliz hasta me siento más productivo.

Por eso me gustaría darte algunos tips si vas a trabajar y viajar constantemente con una laptop, para que en unos años más adelante evites visitar al físico-terapeuta.
Evita el teclado y ‘touchpad’ de tu ‘laptop’

Si trabajas constantemente en una mesa, el diseño de una laptop es poco eficiente para usos prolongados por lo siguiente:
Debido a que las piezas internas están debajo del teclado, éste tiene una altura que te obliga a alzar tus manos
La posición del touchpad te obliga a doblar tu mano hacia adentro
La pantalla queda muy debajo del nivel de tus ojos por lo que doblas tu cuerpo hacia el frente todo el tiempo
Compra un ‘stand’ de ‘laptop’

Lo más importante es que la pantalla de tu computadora se encuentre a la altura de tus ojos, para que mires con tu cabeza en posición natural y evites arquear tu cuerpo.

Aquí te pongo una imagen que lo explica claramente:





Para eso debes adquirir un atril (o stand). Yo te recomiendo comprar el Roost Stand que es bastante ligero, fácil de armar/desarmar y tiene tres niveles para ajustar la altura de la pantalla.


He conseguido un descuento con ellos, así que puedes adquirir el Roost en su página y usar el cupón «sergiosala» para un 15 % de descuento (es válido hasta final de año).


Consigue un teclado plano

Al principio se me hacía tonto tener dos teclados, pero ahora me doy cuenta de la utilidad de tener separado este periférico de la laptop una vez que tienes el stand.

Te recomiendo conseguir un teclado que su base sea plana, para que no tengas que arquear tus manos hacia arriba.

Personalmente me gusta el Magic Keyboard de Apple, el único detalle es que está un poco inclinado hacia arriba por lo que en ocasiones le pongo un papelito debajo para mantenerlo en línea recta.

Ten un buen ‘mouse’

Desde mi primer Macbook me enamoré de los gestures que ofrecen los touchpad que dejé atrás el mouse. Ahora me siento mal que por mucho tiempo forzaba mi mano de manera ortodoxa…

Así que decidí volver a usar un mouse ya que actualmente existen diseños bastante ergonómicos (que se ajustan bien a la forma que una mano agarra un objeto) y con muchas funciones (botones ajustables para ciertas actividades).

Por ahora disfruto el mouse Logitech MX Anywhere. Tiene un sistema que permite usarse en cualquier plano, por lo que ya no debo cargar un pad. Tiene un tamaño ideal para viajar y te permite configurarlo con varios gestures que facilitan el trabajo en la computadora.


También está el Logitech MX Master, que es un modelo mucho más ergonómico (se ajusta mejor más a tus manos) pero la verdad es que personalmente el tamaño no me gusta mucho, más si estoy en constante movimiento.

Me gusta mucho el concepto del Magic Mouse de Apple, pero para usos prolongados la forma de poner las manos en el plano del mouse puede ocasionarte muchas molestias más adelante.
Pon tu trasero en una buena silla

Aunque no parezca, la forma en que te sientas influye bastante en los ánimos que tienes todo el día así que es importante tener una silla que sea cómoda y ergonómica.

Uno de los problemas más grandes de estar en un café es que generalmente las sillas que te ofrecen son de plástico o muy rígidas, por eso es poco aconsejable trabajar todo el tiempo desde ahí.

Las mejores son las que tienen ajuste de altura (para que te permitan tener la computadora al nivel de tus ojos), que sean acolchonadas y puedas doblar ligeramente tu cuerpo hacia atrás.



En caso de que no la silla que tengas llegue a la altura de tus ojos, usa una almohadilla para subir tu cuerpo un poco más.
Reclínate un poco hacia atrás

Contrario a lo que normalmente se piensa, no debemos tener el cuerpo completamente a 90 grados todo el tiempo. Eso sólo provocará que la parte inferior de tu espalda (zona lumbar) se canse rápidamente.

Por eso lo ideal es tener una silla que puedas reclinar un poco e inclusive, si tienes la oportunidad de estirar tus pies en un respaldo te ayudará a tener mayor confort.
Mantén tus brazos en buena posición

Tus brazos deben estar a 90 grados de la computadora para que de esta forma puedan descansar naturalmente encima de la mesa. Evita a toda costa tener tus manos inclinadas hacia arriba, eso provocará que te canses de inmediato.
Busca cómodos espacios de trabajo

Como dije anteriormente, el problema de los cafés es que no son realmente cómodos para largas jornadas de trabajo. Ya que sea que la silla sea incómoda o que la mesa no queda a una altura que te permita tener tu cuerpo reposado de forma natural.

Por eso es preferible que a cada lugar que vayas a vivir, ya sea que apartes un departamento (o casa) con oficina y cómodos mobiliarios o que encuentres un espacio co-working con las características que te mencioné para trabajar cómodamente la mayor parte de tu tiempo.



Así que ahí lo tienes.

Si trabajas y viajas tanto como yo, el setup que te menciono en el artículo es perfecto para viajar ya que lo puedes montar y desmontar rápidamente.
Este es mi ultra portátil ‘setup’ que muevo rápidamente.

Mi oficina actual en el ‘coworking’ Punspace de Chiang Mai, Tailandia.

Sé que habrá ocasiones que será difícil trabajar como te aconsejo. Está bien si de vez en cuando trabajes en un café o en un avión a mil pies de altura, escribes viendo los campos a través de la ventana del tren o simplemente en el sofá de la casa donde has sido invitado.

Simplemente evita que sea así la mayor parte de tu tiempo. Cada vez que trabajes con tu laptop, analiza bien como te la pasas sentado. Si estás doblando mucho la espalda, busca la forma de corregir tu postura.

Viaja lento y consigue un cómodo lugar de trabajo para tus largas jornadas de trabajo.

Tu cuerpo te lo va a agradecer más adelante, porque yo sé que quieres hacer esto por mucho años. Ayúdame a borrar esta epidemia de mala postura.