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lunes, octubre 13, 2008

Tras el plan europeo, las bolsas del mundo cerraron en alza


El Dow Jones subió 11,37%, mientras el Viejo Continente reflejó históricas subas en sus promedios; impacto por la decisión de los 15 países de la zona euro de garantizar el financiamiento de sus bancos; las plazas asiáticas, con intensas alzas

Impulsados por el plan de salvataje acordado entre los 15 países de la zona euro y el plan acordado por el G7 en Washington, Wall Street recuperó notablemente la confianza en la primera jornada de la semana con una fuerte alza, mientras que se registraron históricas subas en Europa.

Después de semanas oscuras, el índice Dow Jones de Industriales terminó hoy la sesión con un alza del 11,37% o cerca de mil puntos, en un ambiente de mayor confianza sobre una posible estabilización de los mercados financieros.

Según datos disponibles al cierre, ese índice, que agrupa a algunas de las mayores corporaciones estadounidenses, avanzó 961,11 puntos, hasta las 9.412,30 unidades, la mayor subida en puntos que registra en su historia.

En tanto, el secretario del Tesoro estadounidense, Henry Paulson, llamó a una reunión con los jefes de los principales bancos de Estados Unidos, señaló el diario Wall Street Journal.

Paulson discutirá un plan para tomar participaciones accionarias en firmas financieras, agregó el periódico. Los presidentes ejecutivos de los bancos Bank of America, JPMorgan Chase, Goldman Sachs, Morgan Stanley y Citigroup concurrirán a la reunión, dijo el diario citando a fuentes.

Tras los esfuerzos internacionales del fin de semana para estabilizar a los mercados y en espera de que los países europeos detallasen durante la tarde sus planes de acción, las bolsas reaccionaron en forma positiva: el índice FTSE 100 de la Bolsa de Londres subió un 8,26%, después de haber caído un 8,85% el viernes, su mayor desplome en un día desde el crac de octubre de 1987.

En tanto, la Bolsa de Francfort, que el viernes había perdido un 7,01%, ganó 11,40%, y París se afirmó un 11,18% recuperándose del 7,73% perdido el mismo día. El índice Ibex 35 de los principales valores de la Bolsa de Madrid progresó un 10,65%, su mayor suba en la historia.

La confianza parecía así haber vuelto a los mercados, después de que durante una cumbre en París, los 15 países del Eurogrupo decidieran garantizar el financiamiento de sus bancos hasta fines del año próximo.

La cumbre en París fue el último capítulo de un fin de semana plagado de esfuerzos internacionales por contener el avance de la crisis financiera, que incluyó la asamblea anual del FMI y el Banco Mundial en Washington y sendas reuniones del G7, que nuclea a las mayores potencias del mundo, y del llamado Grupo de los 20 (G-20), que agrupa a países industrializados y en desarrollo.

Por su parte, las alzas también incluyeron a los mercados asiáticos, donde todas las bolsas cerraron con fuertes alzas. Hong Kong ganó 10,24%, Seúl 3,8% y Shanghai 3,65%. En la misma línea también cerraron en verde Sídney (5,6%), Taipei (+2,15%) y Manila (+1,0%).

Tras el plan europeo, las bolsas del mundo cerraron en alza


El Dow Jones subió 11,37%, mientras el Viejo Continente reflejó históricas subas en sus promedios; impacto por la decisión de los 15 países de la zona euro de garantizar el financiamiento de sus bancos; las plazas asiáticas, con intensas alzas

Impulsados por el plan de salvataje acordado entre los 15 países de la zona euro y el plan acordado por el G7 en Washington, Wall Street recuperó notablemente la confianza en la primera jornada de la semana con una fuerte alza, mientras que se registraron históricas subas en Europa.

Después de semanas oscuras, el índice Dow Jones de Industriales terminó hoy la sesión con un alza del 11,37% o cerca de mil puntos, en un ambiente de mayor confianza sobre una posible estabilización de los mercados financieros.

Según datos disponibles al cierre, ese índice, que agrupa a algunas de las mayores corporaciones estadounidenses, avanzó 961,11 puntos, hasta las 9.412,30 unidades, la mayor subida en puntos que registra en su historia.

En tanto, el secretario del Tesoro estadounidense, Henry Paulson, llamó a una reunión con los jefes de los principales bancos de Estados Unidos, señaló el diario Wall Street Journal.

Paulson discutirá un plan para tomar participaciones accionarias en firmas financieras, agregó el periódico. Los presidentes ejecutivos de los bancos Bank of America, JPMorgan Chase, Goldman Sachs, Morgan Stanley y Citigroup concurrirán a la reunión, dijo el diario citando a fuentes.

Tras los esfuerzos internacionales del fin de semana para estabilizar a los mercados y en espera de que los países europeos detallasen durante la tarde sus planes de acción, las bolsas reaccionaron en forma positiva: el índice FTSE 100 de la Bolsa de Londres subió un 8,26%, después de haber caído un 8,85% el viernes, su mayor desplome en un día desde el crac de octubre de 1987.

En tanto, la Bolsa de Francfort, que el viernes había perdido un 7,01%, ganó 11,40%, y París se afirmó un 11,18% recuperándose del 7,73% perdido el mismo día. El índice Ibex 35 de los principales valores de la Bolsa de Madrid progresó un 10,65%, su mayor suba en la historia.

La confianza parecía así haber vuelto a los mercados, después de que durante una cumbre en París, los 15 países del Eurogrupo decidieran garantizar el financiamiento de sus bancos hasta fines del año próximo.

La cumbre en París fue el último capítulo de un fin de semana plagado de esfuerzos internacionales por contener el avance de la crisis financiera, que incluyó la asamblea anual del FMI y el Banco Mundial en Washington y sendas reuniones del G7, que nuclea a las mayores potencias del mundo, y del llamado Grupo de los 20 (G-20), que agrupa a países industrializados y en desarrollo.

Por su parte, las alzas también incluyeron a los mercados asiáticos, donde todas las bolsas cerraron con fuertes alzas. Hong Kong ganó 10,24%, Seúl 3,8% y Shanghai 3,65%. En la misma línea también cerraron en verde Sídney (5,6%), Taipei (+2,15%) y Manila (+1,0%).

martes, enero 29, 2008

La bolsa de Estambul, quinta en el mundo

Desde mediados de los años ’80, el ISE (Istanbul Stock Exchange) es la única sociedad autorizada para los intercambios de acciones de las 320 compañías que cotizan en el índice de la bolsa turca. El índice de referencia, el IKMB (Istanbul Menkul Kiymetler Borsasi), ha registrado en los últimos años una evolución muy fluctuante, en correlación directa con la inestable política interna, pero, a pesar de las frecuentes tensiones que han afectado en el curso de los últimos años a Turquía, la bolsa de Estambul ha resultado ser el quinto índice mundial por rendimiento a finales de 2007.


Los momentos de crisis y las conexiones con la política interna

El 30 de abril de 2007 tuvo lugar una de las crisis más serias en la bolsa de Estambul. Turquía pasaba por un momento institucional muy delicado, con las fuerzas armadas y gran parte de la opinión pública enfrentada al gobierno pro-islámico. Las distintas partes no lograban ponerse de acuerdo para el nombramiento del nuevo presidente de la República y la posibilidad de un golpe militar estaba cada vez más cercana, por lo que los mercados bursátiles reaccionaron con mucho nerviosismo. La mañana del 30 de abril, la lira turca perdió un 4% respecto al euro y al dólar y sólo la intervención del Banco Central turco consiguió detener las pérdidas. El índice de referencia del mercado bursátil abrió con pérdidas del 8% a 43.116,1 puntos, para después recuperarse parcialmente y cerrar al -4%. En el mercado de obligaciones, se dio una fuerte subida de los rendimientos, consecuencia a su vez de la caída de los precios de los bonos. En tres días se perdió alrededor del 10% y sólo cuando se anunciaron las elecciones anticipadas, la bolsa y la divisa turca pudieron volver a la normalidad.

El 2008 también ha comenzado marcado por la inestabilidad. El pasado 4 de enero la bolsa ganó alrededor de 300 puntos, pero a los tres días ya los había perdido y llegaba al signo negativo. La tendencia desfavorable continuó durante algunos días: el 11 de enero, el índice IMKB cerró la jornada con una bajada del 0,8% hasta los 51.920 puntos, en línea con las señales negativas de los mercados globales. En esa jornada, contribuyeron de manera especialmente negativa los títulos bancarios, con las caídas de Garanti Bank y Akbank, que perdieron el 4,2% y el 1,8% respectivamente. El 16 de enero, la bolsa abrió ya con una fuerte bajada, perdiendo unos 1.200 puntos, hasta llegar a los 49.177. Esta vez, las grandes pérdidas registradas en Wall Street fueron las que contribuyeron al descenso. Finalmente, el 18 de enero se pudo observar una recuperación, con una subida de 50 puntos del ISE hasta los 48.950. Fue determinante, una vez más, la intervención del Banco Central turco, que cortó las tasas de puntos base. Pero, para confirmar su irregularidad crónica, apenas 4 días después, el índice turco cerró con un fuerte descenso, del 6,4%, que lo llevó a los 45.544,08 puntos, causado por los temores de una recesión de la economía estadounidense. El 23 de enero, el índice IMKB volvió a subir 900 puntos hasta los 45.500, gracias a las medidas de la Fed (Federal Reserve System) de recortar las tasas en 75 puntos base y a la consiguiente recuperación de los mercados globales, en especial de los asiáticos.

Turquía es pues un mercado en fuerte aumento y con un gran potencial, pero que presenta un alto riesgo. La política interna se enfrenta a crisis cíclicas: el problema kurdo, la cuestión de Chipre, el extremismo islamista; todos ellos factores que determinan variables importantes que el empresario no puede infravalorar. Una de ellas es el riesgo de cambio. Hay que tener en cuenta que la lira turca tiene un comportamiento general caracterizado por fuertes oscilaciones. De 2002 hasta hoy ha ganado respecto al dólar y al euro, pero en un año como 2006 sufrió una devaluación del 23% en sólo 6 meses. El siguiente gráfico, relativo al año 2007, supone una clara demostración de lo volátil que es la evolución de esta divisa:


Fuente: Euroinvestor


La bolsa de Estambul, quinta del mundo en rendimiento en 2007

A pesar de las crisis de una política interna inestable, en el año 2007 la bolsa turca fue la quinta del mundo en rendimiento anual, con unos beneficios del 42,38%. La evolución de la nueva lira turca, en vigor desde 2005, ha sido excelente, ganando el 21% respecto al dólar durante el año, lo que supone el mayor valor de entre todos los de los mercados emergentes. El Banco Central turco ha mantenido la tasa de referencia en el 17,25% hasta septiembre de 2007, para después ir reduciéndola progresivamente un 1,5% hasta el actual 15,75% contra el 4,25% de la FED. De esta manera, se ha hecho más atractiva la divisa turca a operaciones especulativas de tipo carry trade, que consisten en tomar prestado dinero en países con tipos de interés más bajos para después cambiarlo en la divisa de países con un mayor rendimiento de las inversiones. Con esta maniobra, es posible tanto devolver la deuda contraída como obtener un beneficio con la propia operación financiera. El resultado obtenido en 2007 es sólo la confirmación de una tendencia positiva que se está registrando desde hace años.

El volumen de negocios diario (Trade Daily Average Volume) ha registrado un crecimiento constante y sostenido. El año de oro de 2007 ha llegado también a los ETF turcos, y también a los que cotizan en otras bolsas europeas. Según los analistas internacionales, 2007 ha sido un año récord también para las transacciones exteriores: los operadores extranjeros han movido capitales por un total de 144.200 millones de dólares (con un aumento del 62,8%) con compras netas añadidas equivalentes a 4.500 millones de dólares (+309%), lo que supone un aumento del 733% desde 2003 y del 63% respecto a 2005. Las principales operaciones han afectado al sector bancario turco. El ministerio de Economía sigue con su política financiera, dirigida a atraer cada vez más capitales desde otros países, en especial de los ricos emiratos del Golfo Pérsico, con el objetivo de atraer más de 10 mil millones de dólares en los próximos 3 años, sobre todo en los sectores inmobiliario, turístico, sanitario, petroquímico y financiero.
Las inversiones de futuro

Después de un difícil 2006, Ankara ha retomado su camino. Los inversores, creyendo en la recuperación del país, obtuvieron grandes beneficios a pesar de haberse enfrentado a numerosos riesgos. A pesar de todo, Turquía sigue siendo un mercado atractivo y con excelentes perspectivas de desarrollo a medio plazo. Los bancos parecen ser un sector en el que invertir con una cierta seguridad: sus cotizaciones contenidas, su buena gestión, las previsiones de una mayor reducción de sus tasas y el gran interés que despierta en parte de los grandes inversores extranjeros, son todos ellos elementos que les han permitido registrar unos muy buenos resultados. En una visión más general, las perspectivas de futuro de la economía turca parecen halagüeñas: la inflación está en descenso, aproximándose a niveles de una sola cifra, el gobierno parece orientado a una mejor disciplina en cuanto a gastos y, por último, el país está llevando a cabo muchas reformas en el campo económico, entre las cuales destacan una rígida política fiscal, reformas en la seguridad social, reorganización del sector bancario y aceleración del proceso de privatización.
Conviene no olvidar que Turquía pasará a formar parte del área Mediterránea de libre comercio en el 2010. Europa y el Mediterráneo quedarán estrechamente vinculados en un gran mercado. Esta zona de libre comercio -que por peso y dimensiones se encontrará entre las más grandes del mundo- permitirá un incremento notable del diálogo comercial y un aumento de los flujos de inversión entre los Estados miembro. Según muchos analistas internacionales, este será un año de crecimiento, aún con la incógnita del mercado de los títulos de deuda, donde las primas por riesgo continúan subiendo, seguidas de cerca por los títulos bancarios. Pero de nuevo, a pesar de los riesgos, los títulos de acciones turcos se adornan como títulos de compra, o títulos que vale la pena comprar, como por ejemplo Is bank, Garanti bank, Halkbank, Vakifbank y Akbank. Todos ellos indicados por sus perspectivas de expansión, fuerte crecimiento de volumen y cotización al descuento. Todas las acciones del sector bancario confirman unas perspectivas de un claro crecimiento.
Conclusiones

A pesar de que muchos otros analistas invitan a la prudencia, por motivos ya citados, casi todos se declaran de acuerdo con invertir parte de su cartera en el mercado accionarial turco. Es un hecho que las crisis institucionales son siempre posibles y que la situación interna del país nunca ha sido del todo estable, pero también es verdad que las perspectivas de crecimiento resultan muy estimulantes y que la ocasión de invertir en un mercado con esta posible tendencia de desarrollo es muy atractiva.

La bolsa de Estambul, quinta en el mundo

Desde mediados de los años ’80, el ISE (Istanbul Stock Exchange) es la única sociedad autorizada para los intercambios de acciones de las 320 compañías que cotizan en el índice de la bolsa turca. El índice de referencia, el IKMB (Istanbul Menkul Kiymetler Borsasi), ha registrado en los últimos años una evolución muy fluctuante, en correlación directa con la inestable política interna, pero, a pesar de las frecuentes tensiones que han afectado en el curso de los últimos años a Turquía, la bolsa de Estambul ha resultado ser el quinto índice mundial por rendimiento a finales de 2007.


Los momentos de crisis y las conexiones con la política interna

El 30 de abril de 2007 tuvo lugar una de las crisis más serias en la bolsa de Estambul. Turquía pasaba por un momento institucional muy delicado, con las fuerzas armadas y gran parte de la opinión pública enfrentada al gobierno pro-islámico. Las distintas partes no lograban ponerse de acuerdo para el nombramiento del nuevo presidente de la República y la posibilidad de un golpe militar estaba cada vez más cercana, por lo que los mercados bursátiles reaccionaron con mucho nerviosismo. La mañana del 30 de abril, la lira turca perdió un 4% respecto al euro y al dólar y sólo la intervención del Banco Central turco consiguió detener las pérdidas. El índice de referencia del mercado bursátil abrió con pérdidas del 8% a 43.116,1 puntos, para después recuperarse parcialmente y cerrar al -4%. En el mercado de obligaciones, se dio una fuerte subida de los rendimientos, consecuencia a su vez de la caída de los precios de los bonos. En tres días se perdió alrededor del 10% y sólo cuando se anunciaron las elecciones anticipadas, la bolsa y la divisa turca pudieron volver a la normalidad.

El 2008 también ha comenzado marcado por la inestabilidad. El pasado 4 de enero la bolsa ganó alrededor de 300 puntos, pero a los tres días ya los había perdido y llegaba al signo negativo. La tendencia desfavorable continuó durante algunos días: el 11 de enero, el índice IMKB cerró la jornada con una bajada del 0,8% hasta los 51.920 puntos, en línea con las señales negativas de los mercados globales. En esa jornada, contribuyeron de manera especialmente negativa los títulos bancarios, con las caídas de Garanti Bank y Akbank, que perdieron el 4,2% y el 1,8% respectivamente. El 16 de enero, la bolsa abrió ya con una fuerte bajada, perdiendo unos 1.200 puntos, hasta llegar a los 49.177. Esta vez, las grandes pérdidas registradas en Wall Street fueron las que contribuyeron al descenso. Finalmente, el 18 de enero se pudo observar una recuperación, con una subida de 50 puntos del ISE hasta los 48.950. Fue determinante, una vez más, la intervención del Banco Central turco, que cortó las tasas de puntos base. Pero, para confirmar su irregularidad crónica, apenas 4 días después, el índice turco cerró con un fuerte descenso, del 6,4%, que lo llevó a los 45.544,08 puntos, causado por los temores de una recesión de la economía estadounidense. El 23 de enero, el índice IMKB volvió a subir 900 puntos hasta los 45.500, gracias a las medidas de la Fed (Federal Reserve System) de recortar las tasas en 75 puntos base y a la consiguiente recuperación de los mercados globales, en especial de los asiáticos.

Turquía es pues un mercado en fuerte aumento y con un gran potencial, pero que presenta un alto riesgo. La política interna se enfrenta a crisis cíclicas: el problema kurdo, la cuestión de Chipre, el extremismo islamista; todos ellos factores que determinan variables importantes que el empresario no puede infravalorar. Una de ellas es el riesgo de cambio. Hay que tener en cuenta que la lira turca tiene un comportamiento general caracterizado por fuertes oscilaciones. De 2002 hasta hoy ha ganado respecto al dólar y al euro, pero en un año como 2006 sufrió una devaluación del 23% en sólo 6 meses. El siguiente gráfico, relativo al año 2007, supone una clara demostración de lo volátil que es la evolución de esta divisa:


Fuente: Euroinvestor


La bolsa de Estambul, quinta del mundo en rendimiento en 2007

A pesar de las crisis de una política interna inestable, en el año 2007 la bolsa turca fue la quinta del mundo en rendimiento anual, con unos beneficios del 42,38%. La evolución de la nueva lira turca, en vigor desde 2005, ha sido excelente, ganando el 21% respecto al dólar durante el año, lo que supone el mayor valor de entre todos los de los mercados emergentes. El Banco Central turco ha mantenido la tasa de referencia en el 17,25% hasta septiembre de 2007, para después ir reduciéndola progresivamente un 1,5% hasta el actual 15,75% contra el 4,25% de la FED. De esta manera, se ha hecho más atractiva la divisa turca a operaciones especulativas de tipo carry trade, que consisten en tomar prestado dinero en países con tipos de interés más bajos para después cambiarlo en la divisa de países con un mayor rendimiento de las inversiones. Con esta maniobra, es posible tanto devolver la deuda contraída como obtener un beneficio con la propia operación financiera. El resultado obtenido en 2007 es sólo la confirmación de una tendencia positiva que se está registrando desde hace años.

El volumen de negocios diario (Trade Daily Average Volume) ha registrado un crecimiento constante y sostenido. El año de oro de 2007 ha llegado también a los ETF turcos, y también a los que cotizan en otras bolsas europeas. Según los analistas internacionales, 2007 ha sido un año récord también para las transacciones exteriores: los operadores extranjeros han movido capitales por un total de 144.200 millones de dólares (con un aumento del 62,8%) con compras netas añadidas equivalentes a 4.500 millones de dólares (+309%), lo que supone un aumento del 733% desde 2003 y del 63% respecto a 2005. Las principales operaciones han afectado al sector bancario turco. El ministerio de Economía sigue con su política financiera, dirigida a atraer cada vez más capitales desde otros países, en especial de los ricos emiratos del Golfo Pérsico, con el objetivo de atraer más de 10 mil millones de dólares en los próximos 3 años, sobre todo en los sectores inmobiliario, turístico, sanitario, petroquímico y financiero.
Las inversiones de futuro

Después de un difícil 2006, Ankara ha retomado su camino. Los inversores, creyendo en la recuperación del país, obtuvieron grandes beneficios a pesar de haberse enfrentado a numerosos riesgos. A pesar de todo, Turquía sigue siendo un mercado atractivo y con excelentes perspectivas de desarrollo a medio plazo. Los bancos parecen ser un sector en el que invertir con una cierta seguridad: sus cotizaciones contenidas, su buena gestión, las previsiones de una mayor reducción de sus tasas y el gran interés que despierta en parte de los grandes inversores extranjeros, son todos ellos elementos que les han permitido registrar unos muy buenos resultados. En una visión más general, las perspectivas de futuro de la economía turca parecen halagüeñas: la inflación está en descenso, aproximándose a niveles de una sola cifra, el gobierno parece orientado a una mejor disciplina en cuanto a gastos y, por último, el país está llevando a cabo muchas reformas en el campo económico, entre las cuales destacan una rígida política fiscal, reformas en la seguridad social, reorganización del sector bancario y aceleración del proceso de privatización.
Conviene no olvidar que Turquía pasará a formar parte del área Mediterránea de libre comercio en el 2010. Europa y el Mediterráneo quedarán estrechamente vinculados en un gran mercado. Esta zona de libre comercio -que por peso y dimensiones se encontrará entre las más grandes del mundo- permitirá un incremento notable del diálogo comercial y un aumento de los flujos de inversión entre los Estados miembro. Según muchos analistas internacionales, este será un año de crecimiento, aún con la incógnita del mercado de los títulos de deuda, donde las primas por riesgo continúan subiendo, seguidas de cerca por los títulos bancarios. Pero de nuevo, a pesar de los riesgos, los títulos de acciones turcos se adornan como títulos de compra, o títulos que vale la pena comprar, como por ejemplo Is bank, Garanti bank, Halkbank, Vakifbank y Akbank. Todos ellos indicados por sus perspectivas de expansión, fuerte crecimiento de volumen y cotización al descuento. Todas las acciones del sector bancario confirman unas perspectivas de un claro crecimiento.
Conclusiones

A pesar de que muchos otros analistas invitan a la prudencia, por motivos ya citados, casi todos se declaran de acuerdo con invertir parte de su cartera en el mercado accionarial turco. Es un hecho que las crisis institucionales son siempre posibles y que la situación interna del país nunca ha sido del todo estable, pero también es verdad que las perspectivas de crecimiento resultan muy estimulantes y que la ocasión de invertir en un mercado con esta posible tendencia de desarrollo es muy atractiva.

martes, diciembre 25, 2007

Balance anual económico

En la economía global, la crisis financiera global derivada del aumento de la morosidad en los préstamos hipotecarios de riesgo (subprime) en USA, golpeó a los activos de riesgo, hundió a los bonos y a algunas acciones domésticas.

La crisis dividió el año en dos para las acciones de bancos en las grandes bolsas. En el 2do. semestre, en el mercado local existió desde agosto una presión alcista de las tasas de interés (convirtiendo a los fideicomisos financieros en objetos del deseo), y en el exterior ofreció utilidades a quienes jugaron a la crisis del mercado (Goldman Sachs, por ejemplo).

Hacia 2008, todo indica que la economía estadounidense se desacelera, y que la inflación local se acelera. En este caso, en lo local los fideicomisos financieros seguirán de moda.



Buen año del oro: se apreció en el mercado internacional 26%.

Buen año del euro, aún cuando en la Argentina se apreció menos de 12% en 2007 por cuestiones de la coyuntural política cambiaria.

El euro está alcanzando unos grados de madurez y confianza en todo el mundo que jamás ha tenido. Si su nacimiento fue difícil en 1999, cuando pocos apostaban por una divisa única para 12 países tan distintos, la realidad nueve años después es bien distinta. En 2007, se apreció un 9% frente al dólar en un ejercicio partido por la crisis generada en las hipotecas subprima o especulativas, que ha degenerado en una crisis de confianza y de crédito.

La liquidez no ha sido un problema para el mercado de divisas. El Forex (Foreign Exchange) disparó su actividad en el último trienio, según las cifras recopiladas por el Banco de Pagos Internacionales (BIS) de Basilea, hasta los US$ 3,2 billones (o € 2,25 billones al cambio actual). El volumen diario de cambio de divisas se incrementó así en un 71%, consolidando su posición como mayor mercado financiero del mundo.

Y la moneda de Europa gana adeptos por todos los rincones. Los países petroleros parecen cada vez más hartos del dólar, debido a que su caída reduce considerablemente la entrada de dinero en sus cuentas corrientes. Algunos productores se han planteado sustituirlo por el euro para protegerse los vaivenes de la moneda de USA o, simplemente, como represalia por su política exterior, caso de Irán o Venezuela. Este cambio daría un importante vuelco a los flujos comerciales mundiales.

2007 ha sido también el año de los tipos de interés. La Fed puso fin el 18 de septiembre a más de cuatro años sin realizar una rebaja del precio del dinero oficial, que marca el costo de los créditos y la financiación para la mitad del mundo. Tres bajadas de tipos han colocado su nivel en el 4,25% desde el 5,25% anterior.

Como era previsible, la calma finalizó y la tormenta comenzó. La perspectiva de que el diferencial del precio del dinero vuelva a ser negativo para el dólar. En Europa, el BCE ha dejado de subirlos y los mantiene en el 4%. La última gran subida prolongada del euro se produjo entre 2000 y 2004, cuando USA pasó de tener unos tipos por encima del 5% al 1%, mientras que en Europa sólo pasaron del 5% al 2% en el mismo periodo. El cambio entre el euro y el dólar pasó de 0,87 de 200 a 1,36 unidades en diciembre de 2004.

Por esto, entre otros motivos, el euro se presenta ante 2008 como uno de los activos que puede romper a subir. ¿Hasta dónde? Las previsiones para el año que viene la colocan en el rango de US$ 1,35 a US$ 1,50 como punto de partida, pero todo dependerá probablemente de la resolución de la actual crisis financiera y el impacto de la recesión de USA sobre la economía europea.

ACCIONES

En cuanto a las acciones, el escenario es complejo. En la hiperinflación de 1989, el Merval subió 8.200%, contra un registro inflacionario, según el INdEC de ese momento, de 2.600%. Antes que se implementara el plan de Convertibilidad, en 1991 los precios subieron 60% y el Merval lo hizo 205%. Pero 2007 concluye casi sin utilidades, demostración de una economía de precios relativos distorsionados y crisis encubierta.

En cambio, las otras bolsas regionales festejan un buen año.
De todos modos, algunas acciones tuvieron un buen rendimiento anual. En especial, Molinos (los Perez Companc parecen estar de vuelta en la expansión agroalimentaria), con una utilidad superior al 160%; y Petrobras, arriba del 120%.

En una franja positiva también estuvieron Central Puerto (93%) y Mirgor (90%).

2007 fue un buen año para las 'small caps': Quickfood, Longvie, Pertrak, Molinos Juan Semino, Como, Grimoldi, Capex, Socotherm y Morixe.

Y mal año para tres de de los papeles importantes en la composición del índice Merval: Tenaris, Banco Macro y Grupo Financiero Galicia. Los tres en rojo.

Paolo Rocca, presidente de Organización Techint, accionista de control de Tenaris, afirma que seguirá invirtiendo, cuando acaba de completar un plan de inversión de US$ 160 millones en la planta de Tenaris Siderca en Campana y otro de US$ 600 millones en San Nicolás (Ternium Siderar). Con Tecpetrol, invirtió en desarrollar reservas en el Golfo San Jorge y reforzó su presencia en Salta. En tanto, con su rama de Ingeniería & Construcción, trabaja en el dique Los Caracoles en San Juan y en ductos en Chile, Perú y Arabia Saudita. En 2008 tiene previsto una ampliación de su terminal portuaria en Campana. Rocca sostuvo que, durante 2008, la compañía tendrá tres pilares básicos: capacitación, formación e inversión.

Y para reducir deuda, su siderúrgica Ternium vendió, a través de su subsidiaria IMSA Acero, su participación de acciones en Steelscape, ASC Profiles, Varco Pruden Buildings y Metl-Span, en USA, por US$ 730 millones. Pero el mercado aún no devuelve la confianza.

Si en 2008 el Merval no escala a los 2.700 puntos, acumulando una suba que va entre el 25% y 30%, estará perdido, frente a la inflación en alza. Luego, deberá convertirse en una sólida alternativa a los títulos indexados (los bonos en pesos y que ajustan su capital por CER, cuyos precios se hundieron a niveles de default).

Solamente se salvaron de la hecatombe el Boden 2008 y algunos títulos provinciales. Prohibido tener Par en pesos y el PR13. Y hay muchos vencimientos acumulados para el ejercicio 2008, probablemente más de US$ 8.000 millones.

El Discount en pesos cierra el año con una caída cercana al 20% y su versión en dólares de casi 8%.

Los títulos domésticos acumulan caídas cercanas a 30%.

La deuda emergente no ha logrado recuperarse en el caso argentino y venezolano.

UNA REFLEXIÓN

El triángulo entre el Tigris y el Eufrates vuelve a cruzarse en el camino del crudo. Allí está el origen de las tres últimas crisis de precios del crudo: la de la guerra Irán-Iraq (1980-82), la Guerra del Golfo (1991) y el actual escenario de récords sucesivos que se abrió en octubre de 2002. En el periodo prebélico a la guerra sobre Iraq y la invasión del país comenzaron a repuntar los precios de los principales combustibles en previsión de un colapso, problemas de suministro y alza generalizada del crudo.

Cinco años después, la carrera alcista del petróleo le ha llevado desde poco más de US$ 25 a US$ 98, que supone una subida del 300% o casi cuatro veces más caro. Un comportamiento que vuelve a ser espoleado por los mismos motivos cinco años después: la tensión bélica que se sigue viviendo en Iraq, pese a que cayó y fue ejecutado Saddam Hussein.

En 2007, el crudo se aproximó en los mercados financieros hasta los US$ 100 por barril. Es sólo la punta de lanza del resto de materias primas y combustibles, aún cuando avanza una corriente de preocupación por el cambio climático, contra el calentamiento global y la utilización de los combustibles fósiles.

La menor demanda de la economía global podría encender un proceso de caída en el precio de los combustibles. Bajo estas perspectivas, los grandes dominadores del mercado petrolero –los hedge funds- podrían adoptar posiciones más conservadoras en 2008, eliminando las posiciones largas o compradoras que han mantenido en los últimos años.

Balance anual económico

En la economía global, la crisis financiera global derivada del aumento de la morosidad en los préstamos hipotecarios de riesgo (subprime) en USA, golpeó a los activos de riesgo, hundió a los bonos y a algunas acciones domésticas.

La crisis dividió el año en dos para las acciones de bancos en las grandes bolsas. En el 2do. semestre, en el mercado local existió desde agosto una presión alcista de las tasas de interés (convirtiendo a los fideicomisos financieros en objetos del deseo), y en el exterior ofreció utilidades a quienes jugaron a la crisis del mercado (Goldman Sachs, por ejemplo).

Hacia 2008, todo indica que la economía estadounidense se desacelera, y que la inflación local se acelera. En este caso, en lo local los fideicomisos financieros seguirán de moda.



Buen año del oro: se apreció en el mercado internacional 26%.

Buen año del euro, aún cuando en la Argentina se apreció menos de 12% en 2007 por cuestiones de la coyuntural política cambiaria.

El euro está alcanzando unos grados de madurez y confianza en todo el mundo que jamás ha tenido. Si su nacimiento fue difícil en 1999, cuando pocos apostaban por una divisa única para 12 países tan distintos, la realidad nueve años después es bien distinta. En 2007, se apreció un 9% frente al dólar en un ejercicio partido por la crisis generada en las hipotecas subprima o especulativas, que ha degenerado en una crisis de confianza y de crédito.

La liquidez no ha sido un problema para el mercado de divisas. El Forex (Foreign Exchange) disparó su actividad en el último trienio, según las cifras recopiladas por el Banco de Pagos Internacionales (BIS) de Basilea, hasta los US$ 3,2 billones (o € 2,25 billones al cambio actual). El volumen diario de cambio de divisas se incrementó así en un 71%, consolidando su posición como mayor mercado financiero del mundo.

Y la moneda de Europa gana adeptos por todos los rincones. Los países petroleros parecen cada vez más hartos del dólar, debido a que su caída reduce considerablemente la entrada de dinero en sus cuentas corrientes. Algunos productores se han planteado sustituirlo por el euro para protegerse los vaivenes de la moneda de USA o, simplemente, como represalia por su política exterior, caso de Irán o Venezuela. Este cambio daría un importante vuelco a los flujos comerciales mundiales.

2007 ha sido también el año de los tipos de interés. La Fed puso fin el 18 de septiembre a más de cuatro años sin realizar una rebaja del precio del dinero oficial, que marca el costo de los créditos y la financiación para la mitad del mundo. Tres bajadas de tipos han colocado su nivel en el 4,25% desde el 5,25% anterior.

Como era previsible, la calma finalizó y la tormenta comenzó. La perspectiva de que el diferencial del precio del dinero vuelva a ser negativo para el dólar. En Europa, el BCE ha dejado de subirlos y los mantiene en el 4%. La última gran subida prolongada del euro se produjo entre 2000 y 2004, cuando USA pasó de tener unos tipos por encima del 5% al 1%, mientras que en Europa sólo pasaron del 5% al 2% en el mismo periodo. El cambio entre el euro y el dólar pasó de 0,87 de 200 a 1,36 unidades en diciembre de 2004.

Por esto, entre otros motivos, el euro se presenta ante 2008 como uno de los activos que puede romper a subir. ¿Hasta dónde? Las previsiones para el año que viene la colocan en el rango de US$ 1,35 a US$ 1,50 como punto de partida, pero todo dependerá probablemente de la resolución de la actual crisis financiera y el impacto de la recesión de USA sobre la economía europea.

ACCIONES

En cuanto a las acciones, el escenario es complejo. En la hiperinflación de 1989, el Merval subió 8.200%, contra un registro inflacionario, según el INdEC de ese momento, de 2.600%. Antes que se implementara el plan de Convertibilidad, en 1991 los precios subieron 60% y el Merval lo hizo 205%. Pero 2007 concluye casi sin utilidades, demostración de una economía de precios relativos distorsionados y crisis encubierta.

En cambio, las otras bolsas regionales festejan un buen año.
De todos modos, algunas acciones tuvieron un buen rendimiento anual. En especial, Molinos (los Perez Companc parecen estar de vuelta en la expansión agroalimentaria), con una utilidad superior al 160%; y Petrobras, arriba del 120%.

En una franja positiva también estuvieron Central Puerto (93%) y Mirgor (90%).

2007 fue un buen año para las 'small caps': Quickfood, Longvie, Pertrak, Molinos Juan Semino, Como, Grimoldi, Capex, Socotherm y Morixe.

Y mal año para tres de de los papeles importantes en la composición del índice Merval: Tenaris, Banco Macro y Grupo Financiero Galicia. Los tres en rojo.

Paolo Rocca, presidente de Organización Techint, accionista de control de Tenaris, afirma que seguirá invirtiendo, cuando acaba de completar un plan de inversión de US$ 160 millones en la planta de Tenaris Siderca en Campana y otro de US$ 600 millones en San Nicolás (Ternium Siderar). Con Tecpetrol, invirtió en desarrollar reservas en el Golfo San Jorge y reforzó su presencia en Salta. En tanto, con su rama de Ingeniería & Construcción, trabaja en el dique Los Caracoles en San Juan y en ductos en Chile, Perú y Arabia Saudita. En 2008 tiene previsto una ampliación de su terminal portuaria en Campana. Rocca sostuvo que, durante 2008, la compañía tendrá tres pilares básicos: capacitación, formación e inversión.

Y para reducir deuda, su siderúrgica Ternium vendió, a través de su subsidiaria IMSA Acero, su participación de acciones en Steelscape, ASC Profiles, Varco Pruden Buildings y Metl-Span, en USA, por US$ 730 millones. Pero el mercado aún no devuelve la confianza.

Si en 2008 el Merval no escala a los 2.700 puntos, acumulando una suba que va entre el 25% y 30%, estará perdido, frente a la inflación en alza. Luego, deberá convertirse en una sólida alternativa a los títulos indexados (los bonos en pesos y que ajustan su capital por CER, cuyos precios se hundieron a niveles de default).

Solamente se salvaron de la hecatombe el Boden 2008 y algunos títulos provinciales. Prohibido tener Par en pesos y el PR13. Y hay muchos vencimientos acumulados para el ejercicio 2008, probablemente más de US$ 8.000 millones.

El Discount en pesos cierra el año con una caída cercana al 20% y su versión en dólares de casi 8%.

Los títulos domésticos acumulan caídas cercanas a 30%.

La deuda emergente no ha logrado recuperarse en el caso argentino y venezolano.

UNA REFLEXIÓN

El triángulo entre el Tigris y el Eufrates vuelve a cruzarse en el camino del crudo. Allí está el origen de las tres últimas crisis de precios del crudo: la de la guerra Irán-Iraq (1980-82), la Guerra del Golfo (1991) y el actual escenario de récords sucesivos que se abrió en octubre de 2002. En el periodo prebélico a la guerra sobre Iraq y la invasión del país comenzaron a repuntar los precios de los principales combustibles en previsión de un colapso, problemas de suministro y alza generalizada del crudo.

Cinco años después, la carrera alcista del petróleo le ha llevado desde poco más de US$ 25 a US$ 98, que supone una subida del 300% o casi cuatro veces más caro. Un comportamiento que vuelve a ser espoleado por los mismos motivos cinco años después: la tensión bélica que se sigue viviendo en Iraq, pese a que cayó y fue ejecutado Saddam Hussein.

En 2007, el crudo se aproximó en los mercados financieros hasta los US$ 100 por barril. Es sólo la punta de lanza del resto de materias primas y combustibles, aún cuando avanza una corriente de preocupación por el cambio climático, contra el calentamiento global y la utilización de los combustibles fósiles.

La menor demanda de la economía global podría encender un proceso de caída en el precio de los combustibles. Bajo estas perspectivas, los grandes dominadores del mercado petrolero –los hedge funds- podrían adoptar posiciones más conservadoras en 2008, eliminando las posiciones largas o compradoras que han mantenido en los últimos años.