Hay una publicidad del Banco Francés donde se ironiza acerca de la situación de mirar en un negocio: los clientes dan vueltas y cuando un vendedor se les acerca responden "estoy mirando" en formas diferentes (tímida, agresiva, etc.).
Finalmente, uno de ellos reacciona como corresponde, sacando su tarjeta de Banco Francés y comprando. Muchos nos sentimos identificados con la sensación de acecho del comprador. ¿Por qué? Y ¿por qué si la interrupción molesta al comprador igualmente se sigue utilizando cómo técnica de ventas? La respuesta corta a estas dos últimas preguntas es... porque funciona.Pero ¿por qué funciona? Porque pone en funcionamiento un mecanismo bien conocido por los expertos en marketing llamado "reciprocidad".
Si los vendedores nos dedican tiempo y esfuerzo es más probable que nos vendan ya que es más probable que nos sintamos obligados a comprar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario