Desde 2001, cada vez son más las remesas que envían desde el exterior: hoy representan US$ 850 millones; en el conjunto de expatriados de América latina se sextuplicó el volumen
Las remesas financieras de emigrantes argentinos al país se multiplicaron por 8,5 veces desde 2001 y sextuplicaron el ritmo de crecimiento de esos envíos realizados en el mismo período por el conjunto de expatriados latinoamericanos, según informó la Comisión Económica de las Naciones Unidas para América Latina y el Caribe (CEPAL).
En 2006, de acuerdo con el estudio "Migraciones internacionales, remesas y el desarrollo económico: la experiencia latinoamericana", los envíos de emigrados argentinos totalizaron 850 millones de dólares, frente a 100 millones en 2001.
De todos modos, las remesas a la Argentina, medidas en términos per cápita, fueron las menores de la región, de 6 dólares, frente a 10 a Venezuela y 30 a Brasil.
En tanto, las mayores remesas se registraron en Panamá (361 dólares por habitante), El Salvador (361) y República Dominicana (257), según la CEPAL.
El estudio, realizado por Andrés Solimano, asesor regional de la División de Desarrollo Económico del organismo, y la asistente de esa área Claudia Allendes, estimó que el monto total de las remesas originadas en 24 países latinoamericanos fue superior a 60 mil millones de dólares en 2006, frente a 24 mil millones en 2001.
Los mayores receptores de remesas de sus emigrantes fueron en 2006: México, 23 mil millones de dólares; Brasil, 7.300 millones; y Colombia, 4200 millones.
País de inmigrantes. CEPAL señaló que la Argentina es todavía un "país de inmigración", ya que la proporción de inmigrantes supera a la de emigrantes, con una diferencia a favor de 2,8 puntos porcentuales.
Concretamente, el número de inmigrantes en el país supera 1,5 millón de personas (4,2% del total de habitantes), mientras que los emigrantes suman 507 mil (1,4%), precisó el organismo.
Sin embargo, añade el estudio, luego de absorber en el pasado grandes contingentes de inmigrantes europeos y de otras nacionalidades, "la dirección de la emigración se revierte en las últimas dos décadas desde la Argentina a Europa (principalmente a España y en menor medida a Italia)".
Esa reversión obedeció al "inestable desempeño económico de Argentina" y a "la turbulencia política y los períodos autoritarios en este país", explicó la CEPAL.
Solimano y Allendes señalan que en 1950, y aún en 1970, España registraba un ingreso por habitante inferior al de la Argentina y otros países latinoamericanos.
Pero desde la década de los 70 España empieza a superar el ingreso por persona de Argentina, y ambos países siguieron tendencias divergentes en sus trayectorias de crecimiento.
Así, destacó el estudio, "treinta y cinco años después, en 2004, resultaba que Argentina tenía la mitad del ingreso por persona de España: la brecha de desarrollo no sólo se invirtió, sino que se ensanchó entre ambos países".
La Argentina, además, "es el país que ha sufrido la mayor pérdida de ingreso relativo respecto de Estados Unidos, España y Canadá, situación que es consistente con las elevadas tasas de emigración de argentinos hacia esos países", concluyó la CEPAL.
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