por Javier Santiso
"¿Porqué no imaginar una estrategia de internacionalización española fomentando la ubicación en España de los centros de decisión europeos de las multinacionales latinas actualmente en pleno auge de internacionalización? ... Por su ubicación, su potencial de mercado, sus recursos humanos (en términos de altos ejecutivos España es más barato que Sao Paolo, Buenos Aires o México) y su conexión con América latina, España podría ser un puente ideal para operar no sólo hacia Europa sino hacia África, Medio Oriente e incluso Asia".
Las multinacionales emergentes están acelerando su proceso de expansión internacional. Los datos así lo confirman: en 2006, las empresas de los cinco principales países emergentes, invirtieron más de 75 mil millones de dólares fuera de sus fronteras. Las multinacionales latinoamericanas, las multilatinas, también participan de este proceso. En el 2006, las empresas brasileñas, encabezadas por CVRD, invirtieron más fuera de sus fronteras que lo recibido por el país y en el 2007, es probable que las mexicanas, lideradas por Cemex, hayan conseguido lo mismo.
Lo más llamativo de este proceso es que ahora los países de la OCDE son receptores de estas inversiones. Con las adquisiciones multimillonarias de Cemex en Australia, de CVRD en Canadá, o de Tata Steel en Inglaterra, han caído también tabúes y complejos: para las multinacionales de los nuevos mundos ninguna de las grandes empresas europeas está ahora totalmente fuera de su alcance. De hecho 55 de los 75 mil millones de dólares invertidos fuera de sus fronteras en el 2006 lo fueron en los países de la OCDE. Hoy en día, el gigante ruso Gazprom tiene la capacidad financiera comprar en Europa varias petroleras y no tardaremos muchos años en ver una de la biotecnológicas o farmacéuticas indias hacerse con un pez gordo europeo en su sector. A lo largo de los últimos años no cesaron los rumores de interés, luego desmentidos, del brasileño Petrobras por la española Cepsa, de la también brasileña CVRD por la francesa Eramet, o de la india Reliance por una entrada en el grupo galo Carrefour.
América latina no se queda fuera de esta tendencia. Así, en 2006, las salidas de inversiones directas en el extranjero se acercaron a los 41 mil millones de dólares, un salto de 115% con respecto al año anterior. El récord lo tiene Brasil con inversiones directas en el exterior en 2006 que alcanzan los 28 mil millones de dólares, superando así las entradas de IED. México, con casi 4 mil millones de dólares invertidos en el extranjero, queda segundo pero es muy probable que en 2007, con la compra de Cemex, multiplique por cuatro o cinco este monto. Dentro de los inversiones latino-americanos en el exterior destaca también Chile (2,8 mil millones de dólares), país que se está dotando de multinacionales importantes en sectores como el de la distribución y por supuesto de la minería. Antofagasta Minerals, del grupo Luksic, adquirió así activos en Australia, licencias en Pakistán, y proyectos conjuntos con Anglo Gold en Colombia.
¿Puede este auge representar una oportunidad para España? La internacionalización de las multinacionales emergentes trae consigo que éstas estén expandiendo sus bases comerciales e incluso, a veces industriales, hacia los mercados de la OCDE, Europa incluido. En la primera mitad de los años 2000, las economías emergentes de Brasil, Rusia, China, India y Corear del Sur anunciaron cerca de 400 inversiones generadores de más de 22 000 puestos de trabajo, muchos de ellos altamente calificados en toda Europa.
¿Porqué no imaginar entonces una estrategia de internacionalización española fomentando la ubicación en España de los centros de decisión europeos de las multilatinas, las multinacionales latinas actualmente en pleno auge de internacionalización?
El interés sería para ellas de poseer en Europa una unidad de internacionalización, que puede coordinar las acciones comerciales e incluso financieras en el ámbito europeo. Por su ubicación, su potencial de mercado, sus recursos humanos (en términos de altos ejecutivos incluso España es más barato que Sao Paolo, Buenos Aires o México) y su conexión con América latina, España podría ser un puente ideal para operar no sólo hacia Europa sino hacia África, Medio Oriente e incluso Asia.
Esto lo han entendido muchas de las multinacionales estadounidenses que ubicaron sus mandos para Europa, África y Medio Oriente en países como Francia (Microsoft, Schlumberger e IBM por ejemplo), Suiza (Philip Morris, Caterpillar, Hewlett Packard y Oracle) o en Inglaterra (AT&T, Intel, Eli Lilly y Apple). Esta ubicación estratégica es de hecho, uno de los aspectos que el gobierno suizo, vía su empresa LocationSwitzerland, vende a los inversores extranjeros, además de su excepcional clima de negocios también su posicionamiento internacional como puente hacia Europa, Medio Oriente y África para las multinacionales de las Américas. Algunas multinacionales emergentes ya están iniciando de hecho un movimiento similar. Así por ejemplo, Ranbaxy Laboratories, la mayor farmacéutica india, ha instalado su dirección general para Europa, Medio Oriente, África y América latina en Londres. Lenovo, el gigante chino, lo ha hecho en París, dónde un holandés preside sus operaciones europeas, medio orientales y africanas.
Hasta la fecha muy pocas empresas latino-americanas tienes sus matrices europeas en España. Esto no significa que no haya empresas latino-americanas con base europea o internacional en España. Pemex y PDVSA son algunos de los ejemplos más llamativos de empresas latino-americanas con base en Madrid. Otras, como la mexicana Vitro, también han desarrollado presencia gerencial importante en la capital española. En cuanto a Ternium, una de las principales filiales del grupo Technint, tiene una de sus sedes internacionales en Valencia, desde donde dirige la internacionalización hacia Europa, Asia y África (la otra, para la zona NAFTA, está en Houston). El caso más llamativo lo constituye sin duda la cementera Cemex que tiene ubicado en Madrid gran parte de sus centros de decisión estratégicos y financieros. En 2006, esta empresa incluso ha decido implantar en España su servicio de estudios económicos, siguiendo el entorno mundial desde Madrid.
Sin embargo, salvo algunas excepciones, hoy en día, la mayor parte de las multilatinas tienen sus bases europeas fuera de España. En un momento en el cual los grupos latino-americanos, se apresuran en incentivar adquisiciones y desembarcos internacionales, incluso en Europa, ¿no habría aquí una ventana de oportunidad para España? Los candidatos son múltiples.
Están en primer lugar el grupo de las multilatinas que ya tiene presencia europea, sea comercial o industrial. La cervecería Grupo Modelo, propietaria de la marca Corona entre muchas otras y principal productor y exportador de cerveza de México, o el grupo Gruma, empresa líder a nivel mundial en la producción de harina de maíz y tortillas con cerca de 70% de su facturación del 2006 fuera de México, son algunos de los grupos mexicanos con implantaciones europeas, el primero vía comercializadores en varios países europeos y el segundo en Inglaterra, Holanda e Italia.
La mayoría de estos grupos tienen por ahora sus matrices operativas europeas fuera de España. Es, por ejemplo, el caso de la multinacional brasileña Embraer, uno de los líderes mundiales del sector aeronáutico, que tiene su sede europea en Francia. Lo es también del grupo brasileño Aracruz Celulose, el mayor productor mundial de pulpa de celulosa, cuya cabecera comercial europea está en la localidad suiza de Nyon. El cuartel general europeo de unos de los mayores bancos brasileños, Itaú, está en Lisboa, una ciudad que también hospeda la punta de lanza europea del conglomerado Odebrecht. Por su parte el conglomerado diversificado brasileño Votorantim tiene presencias en Inglaterra, Alemania, Bélgica y Suiza. Este conglomerado incluso posee un banco, con una oficina de representación en Londres. En cuanto a la multinacional de origen argentino, ahora con sede en Estados Unidos, el grupo Bunge, su matriz europea se ubica en Ginebra.
Antofagasta Plc, el brazo minero del grupo Luksic, tiene su base operativa europea en Londres, al igual que la estatal Codelco, la mayor productora y exportadora de cobre del mundo (ésta además posee una presencia en Alemania). El grupo alimentario brasileño Perdigao, una de las compañías y exportadores de alimentos más grandes de Latinoamérica, con 35 000 empleados operando ahora en 100 países, tiene su sede europea en Holanda. Igualmente, CVRD, uno de los líderes mundiales del sector minero, tiene oficinas diseminadas por toda Europa, en Francia, Suiza, Inglaterra y Noruega, pero ninguna presencia en España. La chilena Sudamericana de Vapores, controlada por Ricardo Claro, la mayor empresa de transporte marítimo de América latina, eligió Hamburgo como sede regional para Europa.
A estas empresas que ya tenían cierta presencia se le están sumando otras. Así, en el 2006, Braskem, una de las mayores petroquímicas del continente, ha decido implantar su sede europea en Rotterdam, llevada de la mano del alcalde de la ciudad. Como ha señalado la propia empresa, Rotterdam fue elegida por Braskem como sede de su base comercial en Europa debido en parte al fuerte apoyo brindado por las autoridades municipales y nacionales de Holanda a la instalación de empresas internacionales.
Uno de los grupos mexicanos que destaca es el conglomerado Alfa de Monterrey, el cual, vía su filial de autopartes Nemak, ha hecho adquisiciones importantes en Europa. En 2006 compró por algo más de 410 millones de euros parte del negocio de la noruega Norsk Hydro, completando así su presencia dilatada europea que abraca ahora Hungría, Eslovaquia, República Checa, Alemania, Austria, y Suecia. En el sector alimentario también los grupos latino-americanos están acelerando el desembarco en Europa. Así en 2007, Perdigao cerró la compra de una empresa holandesa, adquiriendo unidades industriales en Holanda, Inglaterra y Rumanía, que se suman a sus oficinas comerciales en Francia.
Por su parte, la brasileña Gerdau, la primera siderúrgica de América latina, con más de 100 años de historia, está impulsando un fuerte proceso de internacionalización, con vistas a Europa. ¿No podríamos imaginar e incentivar que lo hiciese en España, sabiendo que en 2005 esta multinacional brasileña se dotó de un importante pié europeo con la compra del 40% del grupo vasco de aceros especiales Sidenor por un importante total de casi 450 millones de euros? Igualmente, ¿no podríamos imaginar lo mismo para el grupo diversificado brasileño Camargo Corrêa que fusionó una de sus filiales con la empresa de textil vasca Tavex Algodonera?. En un momento en el cual Petrobras está impulsando fuertemente sus negocios hacia Europa, firmando en 2007 acuerdos sobre biocombustibles con la portuguesa Galp, después de haber mostrado también interés por la española Cepsa los años anteriores, ¿no sería imaginable incentivar que ésta moviese su centro de decisión para Europa y África de Londres, dónde está actualmente, hacia Madrid o Barcelona?
A esta lista de empresas con puentes en Europa, se le podrían añadir las que todavía no tiene presencia significativa. La tendencia es de esperar que se matendrá. Prueba de ello es la decisión de Bradesco, uno de los mayores bancos de Brasil, de ir acompañando a sus clientes hacia Europa y otros mercados. El banco anunció su intención, a mediados de 2007, de implantarse en Europa, vía una unidad de banca de inversión en Londres que opere como broker. Femsa, la embotelladora mexicana lleva años buscando tocar tierra en Europa, vía la adquisición de una cervecera. Femsa es la compañía líder de bebidas más grande en América Latina, exportando sus productos a Estados Unidos, y países selectos en América Latina, Europa y Asia. El grueso de su presencia está en América latina pero es un grupo con ambiciones más globales, incluido europeas. La brasileño Suzano Petroquímica, empresa comprada a mediados de 2007 por la petrolera brasileña Petrobras por 1.100 millones de dólares, también tienen ambiciones internacionales.
España podría ser un trampolín europeo para muchos de estos grupos. Las multilatinas constituyen un primer círculo de multinacionales emergentes que podrían encontrar atractivos asentar sus matrices europeas en España. Pero nada impide mirar más allá de este núcleo latino.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario