Las estimaciones privadas por lo menos duplican las cifras que difundió el Indec
La mala noticia: la inflación se aceleró este año para ubicarse por encima de un dígito, entre el 17 y el 18% anual, el doble de la oficial. La buena noticia: la mayoría de los economistas cree que el año próximo la suba de precios será levemente inferior o, al menos, similar, pero casi nadie apuesta a que se incrementará.
LA NACION consultó a 25 economistas para saber cuál es la inflación real. Veintidós de ellos aportaron una cifra o un rango de números, junto con una breve descripción de sus cálculos y fuentes de información. Dos pidieron reserva de su nombre y otros tres focalizaron la discusión en la dinámica de los precios, los problemas de las estimaciones o la escasez de estadísticas confiables.
El resultado fue contundente: tanto la mediana -el valor que se ubica en el medio del espectro de datos de la muestra- como el promedio del sondeo arrojaron un piso de inflación del 17% y un techo del 18%. La primera cifra duplica los datos que difunde el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) para los últimos 12 meses en la Capital Federal y el Gran Buenos Aires. El único economista que consideró que ésa era la inflación real fue Eduardo Curia.
Los otros consultados fueron Jorge Vasconcelos, Dardo Ferrer, Pablo Lavigne, Patricio Millán, Esteban Fernández Medrano, Camilo Tiscornia, Ernesto Kritz, David Mermelstein, Marina Dal Poggetto, Juan Arranz, Manuel Sánchez Gómez, Héctor Valle, Fausto Spotorno, Juan Massot, Abraham Gak, Rodrigo Alvarez, Eduardo Fracchia, Juan Luis Bour, Rogelio Frigerio, Ramiro Castiñeira, Vanesa Broda y Pablo Morra.
La inflación anual oficial llega al 10,8% en las ocho jurisdicciones incluidas en el índice de precios al consumidor nacional y al 8,5% en el área metropolitana. Ambos indicadores sufrieron cambios metodológicos que el Indec nunca aclaró formalmente, y son, además, manipulados mes a mes por el equipo que conduce Beatriz Paglieri, que responde al secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno. La Justicia investiga la elaboración de ambos indicadores.
El Gobierno ha insistido en que la objeción responde a intereses políticos. También ha defendido las estadísticas oficiales y ha prometido reformar el índice sobre la base de la metodología que se aplica en Estados Unidos, iniciativa que fue cuestionada por los empleados del Indec agrupados en el gremio ATE.
Variantes
Ante la manipulación, los economistas buscaron alternativas. Una es seguir la evolución de los índices de precios provinciales, que, al menos hasta enero, mostraban una trayectoria muy similar a la del área metropolitana.
No es, sin embargo, la única opción. Otras fuentes consultadas son la recaudación del IVA; el deflactor del producto bruto interno -que mide todos los precios de la economía y no de solo una canasta de bienes y servicios como los índices de precios-; aquellos indicadores en que los analistas suponen que la intervención oficial llegó con menos fuerza, como los costos de la construcción; los precios mayoristas, y los precios de los supermercados. Siete consultores optaron por otras dos prácticas bastante extendidas: corregir el IPC o hacer un relevamiento de precios propio.
Algunos analistas hicieron aclaraciones que pueden agruparse en tres conceptos. El primero: pueden calcularse varias tasas de inflación, pero una medición siempre sirve de brújula para tomar decisiones. Ese papel, que hasta enero le pertenecía al IPC-GBA, lo cumple ahora un menú de opciones. El segundo: ninguna institución privada tiene los recursos ni el personal ni la experiencia para replicar la cobertura del Indec. Esto explica por qué algunos economistas optan por limpiar el índice oficial. El tercero: no existe un índice que permita conocer la dinámica de los precios de todo el país, y las provincias que los miden no siguen la misma metodología. Esta es, justamente, la deficiencia que se buscó solucionar en el IPC-Nacional.
La percepción de la gente está más cerca de las estimaciones privadas. Los argentinos esperaban en octubre -último dato disponible- un 20% de alza para los siguientes 12 meses, según la medición que Poliarquía hace para la Universidad Torcuato Di Tella.
¿Qué piensan los economistas? La mayoría consideró que la inflación de 2008 será similar o levemente inferior a la de este año. Advierten que dependerá, no obstante, de lo que ocurra con las commodities , el superávit fiscal, los salarios, las tasas de interés y las tarifas de servicios públicos.
Por Rafael Mathus Ruiz
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