Comenzó como un proyecto muy simple de Mark Zuckerberg para mantenerse en contacto con sus compañeros de universidad una vez terminados los estudios. Ahora, pocos años después, se ha convertido en la red social virtual líder en el mundo, tras superar a MySpace, según informa el Financial Times.
El fulgurante crecimiento de Facebook parece imparable, aunque comienzan a surgir las primeras voces críticas sobre la derivación al ocio y entretenimiento de la red social.
¿Qué es Facebook? Se trata de una web ‘social’, o lo que es lo mismo, un sitio donde sus integrantes interactúan entre sí y en el que uno se da de alta con su nombre y apellidos, e introduce cuantos datos desee acerca de su colegio, instituto, universidad o trabajo.
La privacidad es configurable por el usuario en la medida de su voluntad y tan pronto como hayamos esbozado nuestro perfil, comenzaremos a descubrir la magia del sitio, ya que comprobaremos que también está dado de alta fulanito, al que hacía siglos que no veíamos, y a menganito, que estudió con nosotros en la universidad.
Llegados a este punto, uno puede pasar horas buceando en la red en busca de ex-compañeros de trabajo, sus fotos, sus aficiones y un sinfín de datos que los creadores de Facebook han ubicado hábilmente en torno a cada usuario con el objeto de mantenerlo pegado al monitor (ya se sabe, a más tiempo de conexión, más fácil será monetarizar el sitio).
Tanto es así, que la red está derivando peligrosamente hacia sectores que buscan el ocio y el entretenimiento en detrimento de otros más centrados en las relaciones laborales puras y duras.
Este es el caso precisamente de LinkedIn, que tal y como retrata The New York Times, es una red mucho más adusta y sosa en lo visual, pero netamente orientada hacia el objetivo por el que fue concebida: interrelacionar ejecutivos de todo el mundo.
Como bien recuerda el diario neoyorkino, LinkedIn se conforma con los ‘white-collar workers’ (o lo que es lo mismo, ‘encorbatados’), y según las últimas estadísticas, el usuario medio ronda los 41 años.
Pese a esta posible trivialización de los contenidos, hay que reconocer a Facebook el mérito de haber logrado el liderazgo en las redes sociales en tan poco tiempo, resistiendo el ataque de los grandes y sucumbiendo ante la compra de una parte del accionariado por parte de Microsoft.
Una de las claves del éxito de la red reside probablemente en permitir que las aplicaciones -o complementos- de la red sean en código abierto, lo que ha facilitado que se desarrollen cientos de nuevos programas cada día para regocijo de sus usuarios.
¿Es necesario Facebook? Si quiere ser alguien en la red, tiene que tener una cuenta al menos abierta.
JOSÉ MENDIOLA
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