"¿Cuándo organizamos el brindis?", preguntó Capitanich, en referencia al típico encuentro con el que los políticos y los representantes de los medios de comunicación despiden cada año. "Un asado", reclamó un periodista, sin imaginar que su solicitud lograría modificar el plan inicial.
"¿Hacemos en serio? Dale, pero lo hacemos, eh... Listo", respondió el funcionario kirchnerista. "Comprometo un asado, en serio. Qué día, ¿viernes o sábado? Elijan, ¿viernes 27 o antes?", dobló la apuesta Capitanich.
Para formalizar la invitación, el jefe de ministros apuntó: "¿No lo quieren hacer este viernes? Combinemos, porque yo decía antes de las fiestas; el viernes 20 puede ser". La respuesta afirmativa de los representantes de la prensa permitió formalizar la propuesta. "Bueno, trato de organizar para el viernes", prometió Capitanich.
El cambio de dinámica en la gestión comunicacional, revela también algo que el jefe de gabinete explota, la debilidad en términos de marco teórico de los periodistas para preguntar.
Durante años los periodistas se quejaron de la falta de un marco donde hacer preguntas. Ese reclamo se revela como una cáscara vacía, los periodistas en Argentina no tienen formación como para lastimar a un funcionario.
Luego de ese diálogo , que se pudo ver en vivo por la TV Pública, el jefe de Gabinete pidió unos segundos para enviar unos saludos: "A la presidente Michelle Bachelet; a los simpatizantes de San Lorenzo porque han salido campeones; al Papa Francisco, que seguramente estará contento por ese resultado; a las nuevas autoridades del Club Atlético River Plate; y a nuestro amigo y compañero Fernando Espinoza, que ayer fue elegido presidente del PJ en la provincia de Buenos Aires".
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