El dibujante Manuel Bartual. Hace cosa de una semana el dibujante de cómic Manuel Bartual (Valencia, 1979) amenizaba a sus 16.000 seguidores de Twitter con ingeniosos chistes. Hoy una legión de más de 400.000 fanáticos retuitea y comenta cada frase que escribe a propósito de unas vacaciones cuando menos terroríficas. Entre medias, una historia con alma de thriller costumbrista que va camino de convertirse en el bestseller del año. "Ando de vacaciones desde hace un par de días, en un hotel cerca de la playa. Iba todo bien hasta que han comenzado a suceder cosas raras".
Así arranca un hilo narrativo que ya es un traje a la medida de Stephen King, David Lynch y, por qué no, del mismísimo Orson Welles. Un dato: el viernes este ex dibujante de El jueves, diseñador gráfico y director de cortometrajes se convirtió en trending topic
mundial.
¿Cuándo y cómo se desata la bartualmanía?
Todo surgió a raíz de otra historia que escribí hace dos semanas. No tuvo tanta repercusión, pero funcionó muy bien en las redes. En este caso el lector de Twitter recibe en plenas vacaciones una alerta en su móvil que le advierte de una presencia en la báscula electrónica de su casa.
No puede saber quién es el ladrón, por supuesto, pero sí su peso. Gané 1.000 seguidores con aquel chiste, lo que me animó a pensar en un relato más complejo. Estaba de vacaciones y tenía una semana y media por delante para preparar la escaleta y el guión.
¿No dejaste nada a la improvisación?
La verdad es que muy poco. Tenía muy claro desde el principio lo que quería contar y cómo lo quería contar: el orden de acontecimientos, las localizaciones, los giros argumentales... Sabía, además, que la historia duraría siete días. Sólo improvisé algunos gags a modo de alivios cómicos que ayudaban a acercar a los lectores a la historia. C
omo aquello de "me he olvidado el bollo" que hizo tanta gracia y se ha repetido hasta la saciedad en los comentarios de Twitter. ¿Qué le responderías a los lectores que andan todavía preguntándose si la historia es real?Les diría que apenas como bollos. Pero que tampoco me disgustan...
¿Qué has aprendido de este boom mediático?
Todavía es pronto para decirlo, pues no he tenido tiempo de leer todos los hilos, mensajes y cientos de correos que tengo sin abrir. Pero me ha sorprendido a mí mismo el enorme potencial de las ficciones interactivas en tiempo real.
Estamos acostumbrados a ficciones muy controladas organizadas en capítulos. La inmediatez de esta nueva forma de relato permite contar historias de manera diferente, es decir, en el preciso instante en que están ocurriendo.
¿En algún momento pensaste que se te había ido de las manos?
Desde luego que ha tenido una repercusión que no me esperaba. No podía creerme que mi historia fuera trending topic mundial el viernes. Pero, como digo, todavía no he tenido tiempo de asimilarlo. Necesito tiempo para reflexionar sobre lo que ha pasado.
¿Iker Casillas tuiteando memes sobre mi historia? ¿Piqué en la misma habitación que mi doble? Esta mañana nada más levantarme he leído un comentario de Errejón y un tuit de Cristina Pedroche diciendo que quería dar las campanadas conmigo...
¿Te prestarías?Me parece un halago y se lo agradezco de corazón. Pero yo no sirvo para esas cosas. Siempre me he sentido más cómodo detrás de las cámaras. De hecho, has dirigido varios cortos y una película, Todos tus secretos, para el proyecto #littlesecretfilm.
¿Dirigirías la adaptación de tu historia al cine?
Me encantaría poder dedicarme al cine no-autofinanciando y por supuesto que adaptaría mi historia [que titularía Todo está bien] si se diera el caso. Pero, insisto, paso a paso. Hace sólo unas horas que publiqué el último tuit de la historia..."No hay que creer todo lo que se lee en internet". ¿Un final con moraleja para estos tiempos tan poco reflexivos?El final tiene varias lecturas. No me imaginaba otro desenlace que no fuera abierto y hasta cierto punto ambiguo. "No hay que creer todo lo que se lee en internet" es una frase aparentemente sencilla. La clave está en quién crees que la pronuncia. Si Manuel Bartual. O Manuel Bartual. No sé si me explico...
¿Hasta qué punto tu historia dignifica Twitter como género literario?
Creo que reivindica más que dignifica. Twitter es lo que es, y no merece complejo alguno. Dicho esto: yo no he inventado nada. Sin ir más lejos, El Hematocrítico lleva desde enero experimentado con historias al más puro estilo de Elige tu aventura. Utiliza las encuestas de Twitter para ir abriendo caminos narrativos en función de las sugerencias de los lectores. También leí un hilo de un colegio de Madrid que había relatada el 23F como si hubiera ocurrido hoy. Es decir, que Twitter no es el principio ni el fin de nada. Sólo una herramienta narrativa con muchísimo potencial.
¿Cómo sienta que a uno lo comparen con Stephen King, David Lynch u Orson Welles?
Nadie cree que yo tenga tanto talento, pero han sabido reconocer en mi estilo algunos referentes difíciles de disimular. La invasión de extraterrestres que retransmitió Orson Welles por radio fue un hito de mi infancia. Tanto, si cabe, como lo está siendo ahora la nueva temporada de Twin Peaks, que deja en pañales toda la ficción televisiva que hemos consumido hasta la fecha.
¿Cuántos homenajes velados a Lost hay en tu historia?Muchos. Empezando por la figura del doble y siguiendo por el "tengo que volver al hotel". We have to back, dice Jack al final de la tercera temporada. Y entonces el espectador descubre que los flashbacks no son sino flashforwards. Magistral.
¿Temes que el éxito te haga perder el norte?No es mi estilo, pero andaré con ojo [risas]. No me ha tocado la lotería ni he ganado un Óscar. Simplemente he sido durante una semana el foco de mucha atención. Seguiré trabajando en lo mío y en sacar adelante la revista Orgullo y satisfacción. Y, por supuesto, trataré de esforzarme para seguir ofreciendo historias interesantes a esos miles de seguidores que han confiado en mí.
¿Qué te dicen en los mensajes privados?
Hay de todo. Como uno que escribió: "Como esto acabe y sea mentira te voy a matar". Pero la mayoría son mensajes de felicitaciones y otros tantos de agradecimiento: gente que asegura haber encontrado una motivación para escribir. ¿Se puede pedir más?
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