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sábado, agosto 03, 2013

Candidatos y Twitter

No responden, apenas retwittean y, mucho menos, realizan propuestas. Por el contrario, sólo difunden sus slogans de campaña, las fotos tomadas en los actos públicos y evitan, en general, confrontar con sus adversarios políticos.

En algunos casos volvieron a revitalizar una cuenta que habían abandonado hace años. Otros, en cambio, disponen de dos perfiles: el personal y el correspondiente a la cita electoral. Los menos, por su parte, están alejados de este lazo con la comunidad virtual. Sin embargo, la inmensa mayoría de los principales candidatos legislativos a las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) en la Capital Federal y la provincia de Buenos Aires busca no perder su espacio en Twitter.

“Hay una idea de que si no estás en las redes sociales no existís”, consideró Silvia Ramírez Gelbes, directora del Departamento de Comunicación de la Universidad de San Andrés (UdeSA).

Pese a eso, “casi nadie cumple con la lógica de Twitter de entablar conversaciones y de retwittear”, sostuvo Eugenia Mitchelstein, docente de la misma carrera y Magister en Medios y Ciencias de la Comunicación en la London School of Economics and Political Science, en Gran Bretaña.

Según el relevamiento realizado por las docentes, el la cantidad de respuestas promedio que realizan los candidatos de los mensajes que reciben en Twitter es sólo del 14 por ciento sobre el total. Sólo 11 de los 28 principales candidatos responden a sus seguidores, aunque varios de ellos lo hacen en caso de recibir elogios.

“Los políticos piensan que si van a más barrios, a más pueblos, si dan más manos, obtienen más votos porque aquel que le tocó la mano lo va a votar. La hipótesis es que te vota el que te vio cara a cara, y Twitter da esa sensación de intimidad ficticia, de haberte encontrado con la persona cara a cara”, afirmó Ramírez Gelbes.

Con respecto a la figura de la presidenta Cristina Kirchner, la directora de Comunicación de UdeSA indicó que usa un lenguaje en Twitter que algunos especialistas llaman ‘anticortés’. “Cuando dice ‘very grosso” toma esa idea de romper con la cortesía y mostrarse como muy campechana, como una persona actualizada, que habla como una persona joven. Sin embargo, no utiliza todas las herramientas de Twitter porque no hace menciones, no retwittea, casi nunca responde. Sólo a veces sube fotos o videos”, mencionó.

Dime cómo twitteas


Los 14 principales candidatos a senador y diputados porteños y bonaerenses para las PASO enfrentan de diferente modo la estrategia política a la hora de twittear. El siguiente es el detalle, nombre por nombre, de cómo utilizan esta herramienta de difusión.
Gabriela Michetti (primera candidata a senadora en Capital Federal – PRO): No conversa con sus seguidores, tiene sólo un 0,4% de retwitts. Había abandonado su cuenta el 11 de mayo pero volvió el 10 de julio con el siguiente mensaje:

Sergio Bergman (primer candidato a diputado en Capital Federal – PRO): No conversa con sus seguidores. Porcentaje de retwitts: 0,2%. Retwittea a dirigentes del partido y el contenido de las entrevistas periodísticas que le realizan. Tweet ejemplo:

Daniel Filmus (primer candidato a senador en Capital Federal – Frente para la Victoria): Conversa en el 0,02% de los tweets que escribe y tiene 0,05% de retwitts, especialmente dedicados a otros dirigentes partidarios, periodistas, ONG’s y la TV Pública. Dialoga con personas que lo felicitan y le preguntan dónde pueden encontrarlo en campaña. Tweet ejemplo:

Juan Cabandié (primer candidato a diputado en Capital Federal – Frente para la Victoria): Tiene 0,34% de conversaciones en tweets y 1% de retwitts. Dialoga con militantes y personas que lo felicitan. Tweet ejemplo:

Alfonso Prat Gay (primer candidato a senador en Capital Federal – Juntos/Unen): Conversa con sus seguidores en el 0,16% de sus tweets y retwittea en el 0,29% de los casos. Habitualmente responde a los mensajes de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner pese a que no están dirigidos a él. Anuncia y difunde sus apariciones en los medios de comunicación. Tweet ejemplo:

Ricardo Gil Lavedra (primer candidato a diputado en Capital Federal – Juntos/Unen): Sólo establece conversaciones con sus seguidores en el 0,18% de los tweets y retwittea en el 0,13%. En sus mensajes anuncia sus actividades de campaña y apunta, con ironía, a postulantes de otras fuerzas políticas. Tweet ejemplo:

Fernando “Pino” Solanas (primer candidato a senador en Capital Federal – Coalición Sur/Unen): No conversa con sus seguidores y apenas retwittea en el 0,013% de los casos. Acaso por su labor como cineasta, incluye muchas fotos y videos en su cuenta. Realiza críticas al gobierno nacional:

Elisa Carrió (primera candidata a diputada en Capital Federal – Coalición Sur/Unen): No conversa y retwittea en el 0,5% de los casos, especialmente a los otros postulantes del espacio Unen. Tweet ejemplo:

Rodolfo Terragno: (primer candidato a senador en Capital Federal – Sumá+/Unen): No tiene una cuenta personal, sino una de campaña bajo el nombre de @conterragno en la que difunde actividades y propuestas.

Martín Lousteau: (primer candidato a diputado en Capital Federal – Sumá+Unen): Posee dos cuentas: la personal @GugaLusto, que había abandonado el 11 de julio de 2011 y que retomó el 4 de julio pasado, y otra exclusiva de la campaña, creada el 3 de julio, @MartinLousteau_ Tiene 52 mil seguidores en la primera y algo más de 3 mil en la segunda.

Sergio Massa (primer candidato a diputado en Pcia. Buenos Aires – Frente Renovador): No responde ni retwittea mensajes. Incluye muchas fotos de actos de campaña y no incluye links. Tweet ejemplo:

Martín Insaurralde (primer candidato a diputado en Pcia. Buenos Aires – Frente para la Victoria: No conversa y retwittea 0,02% de los mensajes. Especialmente lo hace con la Presidenta y la actriz Florencia Peña. También menciona al gobernador Daniel Scioli y a la segunda candidata, Juliana Di Tulio, quien tiene suspendida su cuenta.

Francisco de Narváez (primer candidato a diputado en Pcia. Buenos Aires - Unión por la Libertad y el Trabajo): No conversa con sus seguidores y retwittea el 0,2% de los mensajes. En sus tweets le habla a la Presidenta, Scioli, Massa e Insaurralde. Tweet ejemplo:



Margarita Stolbizer (primera candidata a diputada en Pcia. Buenos Aires – Frente Progresista, Cívico y Social): Dialoga en el 0,1% de los twetts y retwittea en 0,2%. En los pocos casos en los que respondió, refirió medidas sobre cómo bajar la inflación y brindó datos sobre mortalidad infantil. Apunta sus críticas al candidato del Frente para la Victoria. Tweet ejemplo:



jueves, julio 18, 2013

Voto joven: trabajo y vocación en una interpelación por protagonismo y desarrollo

Por Rubén Weinsteiner para EL PAÍS
 
Hasta hace algunos años,  la entrada en el mundo del trabajo  determinaba un punto central en la vida de todo joven. Era su inserción en el sistema económico y el comienzo de su función de productor dentro del sistema. Para las clases bajas al término de la primaria o de una interrumpida secundaria, para sectores más acomodados al término de la secundaria,  en forma paralela y simultanea a la universidad o al término de ésta. En cualquier caso el trabajo se constituía  en un factor ordenador en la vida del joven.
Una persona entraba a trabajar a una fábrica,  y muchas veces  se jubilaba en la allí. Su lugar de trabajo era una parte indivisible de su identidad.  Tal persona era la que trabaja en el Banco Mercantil o en Fate, la otra tenía un como jefe a tal persona. Lugar de trabajo, obra social, sindicato, un jefe, compañeros de trabajo,  eran factores estables, inmutables  y referenciales en la vida de las personas. Había personas que se tomaban 35 días de vacaciones porque hacía muchos años que trabajaban en una misma empresa.
El mundo del trabajo se volvió líquido en términos de Baumann, por  contracción de la oferta  y por falta de sustentabilidad,  el trabajo dejó de ser ese factor ordenador a la vez que nunca los jóvenes tuvieron tanta formación, información y  años de escolaridad como hoy.
La precariedad laboral y la desprotección  convive con altos niveles de educación, un tercio de los jóvenes en América latina tiene seguro de salud y menos  de un tercio cobertura jubilatoria. Solo el 7% de los jóvenes latinoamericanos está afiliado a un sindicato.
Repositores de supermercados, operadores de call centers, empleados de locales de comida rápida, cajeros, mensajeros, pasea perros, trapitos, cadetes,  empleados de las puntocom, son algunas de las posiciones laborales donde el factor común es la precariedad, labilidad y bajas remuneraciones.
Esta brecha entre niveles educativos y de información altos, y las limitaciones del mercado,  instala una tensión entre potencialidades y oportunidades, entre intenciones, capacidades y condiciones objetivas de materialización.
Está tensión genera un malestar profundo emergente en el segmento joven, sustentado en la latente insatisfacción,  producto de querer hacer algo más interesante y acorde a la vocación que lo que el mercado habilita. El trabajo es lábil, cambiante, el marco que antes era el trabajo, hoy es la vocación y  las diferentes microsegmentaciones específicas.
Uno ya no es su trabajo, porqué este suele estar ausente o cambiar con mucha rapidez. Uno es su vocación y su potencialidad de acción.
El conflicto novedoso consiste en jóvenes muy capacitados, con vocaciones intensas, diversas y originales,  y la inexistencia de oferta para darle lugar a esa capacidad y ganas.  Las vocaciones se han diversificado, ya  no todos quieren como hace dos  generaciones,  ser abogados,  contadores, médicos o ingenieros.
Ningún sector sufre tanto el desempleo como el segmento joven, en España el 50% de este segmento está desempleado,  y  la vez es el segmento más capacitado y con más diversificación de vocaciones.
El voto joven,  pone cada vez más sus anhelos,  en la potencialidad de un sistema para satisfacer expectativas en términos de vocación e inserción laboral, esperanzas, deseos y aspiraciones.
Un discurso de poder para el segmento joven,  posicionado en el mundo del trabajo, debería  poner en valor las vocaciones,  las potencialidades de acción, y además de garantizar una oferta superior laboral neta, plantear  lugares para plasmar vocaciones específicas,   no como políticas forzadas, sino como perspectivas de factores dinámicos y multiplicadores dentro de la economía,  a favor del estiramiento de cadenas de valor, optimización de la matriz insumo-producto, mejoras en la productividad y fundamentalmente el agregado de valor nacional a los productos y servicios,  como herramienta fundamental para la traducción de cualquier crecimiento en desarrollo, planteando al segmento joven como factor clave dentro de este escenario.
Rubén Weinsteiner

viernes, julio 12, 2013

Gatos

 Por Rubén Weinsteiner para ADN

La relación inestable entre palabras emitidas e imágenes evocadas, entre significados y significantes, entre lo que decimos nosotros y lo que escucha el otro, es una precondición de cualquier construcción discursiva políticamente significativa.

Este desplazamiento en la relación significado-significante adquiere una dinámica muy específica en el segmento Google, aquellos electores que nacieron después de 1988, en la construcción de su sistema de preferencias electorales.

El 25% de la población económicamente activa y con derecho a voto, tiene menos de 25 años, construir confianza e intención de voto en este sector es una tarea compleja. Es un sector al que llamamos generación Google, que ha desarrollado mecanismos cognitivos, de valoración y validación y códigos de pertenencia y pertinencia propios y disruptivos.


Ser Gato

Se va transformando en insumo de construcción,  el proceso de sobredeterminación de ciertas palabras que condensan en torno de sí,  múltiples significados.

Gato es prostituta, es alguien servil en lenguaje carcelario, es alguien que se presume gay, pero fundamentalmente en los focus groups de sectores google, de tercer, cuarto y quinto decil de ingresos, gato es alguien falso, no transparente, trucho.

 Desde la emergencia, la organización del debate para los Google se da en torno al clivaje “gato”-autentico. Los otros son la impostura, los que dicen una cosa pero son otra, contra eso, se plantea un modelo normativo de autenticidad, sencillez y transparencia.

No ser “careta”, no ser “gato”, no ser “trucho”, ser o en realidad parecer verdadero, transparente. El marco de referencia esta afuera pero dentro del círculo tribal, esa figura referencial emerge por un cualidad específica, ser el líder de la banda que más le gusta, pero además validar su autoridad con un discurso que se retrolegitime con los valores de la tribu de autenticidad y los proyecte hacia afuera.

Importa en la referencia, más que lo que dice, la forma en la cual se para frente al poder, de manera auténtica, sin ornamentos innecesarios. El lenguaje gestual derivado de la visualidad, resulta naturalmente clave. La gestualidad ligada a las jerarquías produce rechazo, la sobre actuación muy evidente también.

jueves, julio 11, 2013

Voto joven: trabajo y vocación en una interpelación por protagonismo y desarrollo



Por Rubén Weinsteiner para EL PAÍS

 
Hasta hace algunos años,  la entrada en el mundo del trabajo  determinaba un punto central en la vida de todo joven. Era su inserción en el sistema económico y el comienzo de su función de productor dentro del sistema. Para las clases bajas al término de la primaria o de una interrumpida secundaria, para sectores más acomodados al término de la secundaria,  en forma paralela y simultanea a la universidad o al término de ésta. En cualquier caso el trabajo se constituía  en un factor ordenador en la vida del joven.

Una persona entraba a trabajar a una fábrica,  y muchas veces  se jubilaba en la allí. Su lugar de trabajo era una parte indivisible de su identidad.  Tal persona era la que trabaja en el Banco Mercantil o en Fate, la otra tenía un como jefe a tal persona. Lugar de trabajo, obra social, sindicato, un jefe, compañeros de trabajo,  eran factores estables, inmutables  y referenciales en la vida de las personas. Había personas que se tomaban 35 días de vacaciones porque hacía muchos años que trabajaban en una misma empresa.

El mundo del trabajo se volvió líquido en términos de Baumann, por  contracción de la oferta  y por falta de sustentabilidad,  el trabajo dejó de ser ese factor ordenador a la vez que nunca los jóvenes tuvieron tanta formación, información y  años de escolaridad como hoy.

La precariedad laboral y la desprotección  convive con altos niveles de educación, un tercio de los jóvenes en América latina tiene seguro de salud y menos  de un tercio cobertura jubilatoria. Solo el 7% de los jóvenes latinoamericanos está afiliado a un sindicato.
Repositores de supermercados, operadores de call centers, empleados de locales de comida rápida, cajeros, mensajeros, pasea perros, trapitos, cadetes,  empleados de las puntocom, son algunas de las posiciones laborales donde el factor común es la precariedad, labilidad y bajas remuneraciones.

Esta brecha entre niveles educativos y de información altos, y las limitaciones del mercado,  instala una tensión entre potencialidades y oportunidades, entre intenciones, capacidades y condiciones objetivas de materialización.

Está tensión genera un malestar profundo emergente en el segmento joven, sustentado en la latente insatisfacción,  producto de querer hacer algo más interesante y acorde a la vocación que lo que el mercado habilita. El trabajo es lábil, cambiante, el marco que antes era el trabajo, hoy es la vocación y  las diferentes microsegmentaciones específicas.

Uno ya no es su trabajo, porqué este suele estar ausente o cambiar con mucha rapidez. Uno es su vocación y su potencialidad de acción.
El conflicto novedoso consiste en jóvenes muy capacitados, con vocaciones intensas, diversas y originales,  y la inexistencia de oferta para darle lugar a esa capacidad y ganas.  Las vocaciones se han diversificado, ya  no todos quieren como hace dos  generaciones,  ser abogados,  contadores, médicos o ingenieros.

Ningún sector sufre tanto el desempleo como el segmento joven, en España el 50% de este segmento está desempleado,  y  la vez es el segmento más capacitado y con más diversificación de vocaciones.

El voto joven,  pone cada vez más sus anhelos,  en la potencialidad de un sistema para satisfacer expectativas en términos de vocación e inserción laboral, esperanzas, deseos y aspiraciones.
Un discurso de poder para el segmento joven,  posicionado en el mundo del trabajo, debería  poner en valor las vocaciones,  las potencialidades de acción, y además de garantizar una oferta superior laboral neta, plantear  lugares para plasmar vocaciones específicas,   no como políticas forzadas, sino como perspectivas de factores dinámicos y multiplicadores dentro de la economía,  a favor del estiramiento de cadenas de valor, optimización de la matriz insumo-producto, mejoras en la productividad y fundamentalmente el agregado de valor nacional a los productos y servicios,  como herramienta fundamental para la traducción de cualquier crecimiento en desarrollo, planteando al segmento joven como factor clave dentro de este escenario.

Rubén Weinsteiner

jueves, septiembre 06, 2012

Generación Google: Ofertas más inteligentes para electores más inteligentes


Rubén Weinsteiner para El País

Cuando hablamos de Web 2.0 y 3.0, no hablamos de tecnología, hablamos de ciencias sociales,  de antropología,  de psicología, economía, sociología, comunicación, demografía, etc.
Sin embargo muchos planes estratégicos anclan en la tecnología los fundamentals de su  propuesta operativa.
La construcción permanente de la marca emisora dotándola en tiempo real de nuevos significado para ser disparados, requiere de de un abordaje sistémico de las seis variables que constituyen la marca política:
a)    
    Discurso
b)   Personalidad
c)   Identidad
d)   Posicionamiento
e)   Simbología y ritualidad
f)    Naming


Quién lo dice y a quién se lo decimos
La ponderación del emisor determina la potencia, autoridad y viralidad del mensaje. Quien lo dice.

Mucho más importante que lo que decimos,  es a quién se lo decimos.
Estas dos construcciones definen  las conversaciones  2.0 con audiencias de audiencias no redundantes, las que permiten colonizar nuevos espacios y nuevas subjetividades.


Para construir al emisor, construimos marca política, para construir los receptores segmentamos.

La construcción del mensaje  enfocado en el segmento 18-33 es decir el 34% del electorado impone tener en cuenta paradigmas constructivos alineados con  el salto cualitativo en términos de cognitividad que dieron la generación Y (1980-1990) y la generación Google (1990 en adelante).

Traducido en el terreno, todos vemos como los chicos menores de 12 años hoy,  aprenden, aprehenden y manejan modelos con una multiplicidad de variables, que los de la generación X, a esa edad no manejábamos.

Mientras nosotros mirábamos de chicos dibujos animados  lineales, con un bueno y un malo, donde el bueno siempre era absolutamente bueno y el malo siempre completamente malo, donde apenas uno veía al malo, se daba cuenta que lo era, sin margen de error, y donde finalmente el conflicto se definía con la derrota del malo;  los Google, miran los padrinos mágicos, Olivia, los imaginadores o Bo en acción, donde el malo, no es absolutamente malo, sino alguien que genera un problema a partir de su propia problemática, y donde el conflicto se resuelve cuando el bueno soluciona el problema del "malo" y este deja de ser malo con su problema solucionado.

Mientras los X mirábamos El Santo, Ladrón sin destino, Alf o Blanco y negro, los Google miran Lost, Lie to me o los Soprano.
En Lost, y las demás series, para los mas grandes y hasta los mas chicos la complejidad en términos de demanda cognitiva es muchísimo mayor, los buenos ya no son siempre buenos, y los malos tienen momentos y rasgos de bondad , por lo que resulta difícil la clasificación y encasillamiento de los personajes, y donde la multidimensionalidad de las situaciones, plantea desafíos cognitivos que generan consumidores mucho complejos y difíciles de abordar, de convencer y de vencer emocionalmente.

Hay que perfeccionar los niveles de oferta cognitiva para no aburrir, para llegar y para impactar en las generaciones Y y Google, que conciben la comunicación emitiendo y recibiendo en su formato multitasking, esto es que mientras chatean, miran lo interesante de la TV de ayer en You tube, chequean su Facebook, abren otra ventanas para Twitter y para Flickr, visitan 2 o 3 páginas, y revisan los e-mails. Para los Y y los Google,  sentarse frente al televisor de brazos cruzados, como nuestras abuelas resulta imposible.
La curva ha ido pronunciando su verticalidad, mientras las bisabuelas y abuelas se sentaban a mirar la radio mientras la escuchaban en la mesa de la cocina, los baby boomers( 45-54)  hacían los deberes frente al televisor, y así hasta los google multitasking, la curva ha tomado una secuencia geométrica frente a la aritmeticidad de la curva hasta la generación X.

El fenómeno explicado por la velocidad de los cambios y el salto cognitivo de la generación Google, construye  consumidores cada vez  más inteligentes que demandan cada vez mayor especificidad.
Para impactar en el segmento 18-34, hace falta taylorizar el mensaje y también obtener legitimidad de emisión. No escuchan a cualquiera, la transparencia real o construida reuslta un requisito excluyente. Ser “careta”,  “gato”, en el verbatim del segmento,  descalifica al emisor y al mensaje.
Ser “autentico”, “real”, simple,  es el punto de partida obligatorio para mensaje y mensajero, dentro de esa sencillez compleja,  menos es mas. Google es la página perfecta, una pantalla en blanco con una palabra y un rectángulo.

Los políticos y la oferta discursiva política junto con el trasvasamiento generacional inexorable, deberá dar este salto cualitativo que le permita interpelar  a audiencias más complejas.