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domingo, agosto 04, 2013

Reason why; eje de la racionalidad instrumental del #votojoven


Por Rubén Weinsteiner

El reason Why  de una marca política, es el insumo estratégico fundamental para la construcción de sujetos políticos, sujetos de elección duros y no tanto,  y para la fundamentación de un despliegue territorial físico y virtual eficaz,   así como de una agenda poderosa al interior del voto joven.

El reason why es la vocación de poder pura y dura. “Quiero ser gobernador, presidente, diputado, para hacer esto”. “Es bueno que  yo tenga poder para hacer tal cosa”.  Esa vocación de poder no interpela al sujeto de elección desde la demanda de un espacio o cargo. El reason why nunca es el cargo, sino “quiero hacer esto para mi ciudad, provincia, país”. No como un proyecto individual, sino como integrante de una propuesta colectiva. El Voto joven  otorga el poder político como una herramienta de cambio tribal, más que como una plataforma de crecimiento personal, para alguien que se valora o admira
El reason why consiste en encontrarle sentido a la vida de las personas, no en encontrarle un sentido a la vida del candidato.
 
La capacidad de poder transmitir esto,  por parte de la marca política, a través de un discurso, viene a construir situaciones de interacción,  para resolver problemas de relación con los sujetos de elección,  dentro del voto joven,  así como de imagen, de expectativas,  creencias compartidas o de emociones disruptivas.

El planteo del reason why a los votantes en general y a los jóvenes en particular, constituye  una propuesta de responsabilidad ,expresada por la promesa de la marca.  Decir para qué uno quiere el poder, es hacerse cargo o ser responsable por ciertos efectos o resultados potenciales.

Plantear el para qué, a través del discurso, es necesario porque los sujetos de elección jóvenes,  necesitan para relacionarse emocionalmente e identificarse con un marca política,  atribuirles a estas, voluntades, particularidades, valores, obligaciones, promesas, diferencias y capacidades subjetivas.

El reconocimiento y valoración del reason why y la identificación del joven con la tribu en tanto colectivo, es el eje de la racionalidad instrumental del voto joven.  Para el joven,  identificación es amor, para los adultos identificación, es solo empatía.
Para que este reason why pueda ser comprendido e internalizado por los votantes, para que sea coherente, tanto para la marca política como para los sujetos de elección, hace falta consolidar un eje integrador, una narrativa política, que le de sentido a la identidad a la voluntad y a la
potencialidad de acción de la marca política.

Rubén Weinsteiner


jueves, julio 18, 2013

Voto joven: trabajo y vocación en una interpelación por protagonismo y desarrollo

Por Rubén Weinsteiner para EL PAÍS
 
Hasta hace algunos años,  la entrada en el mundo del trabajo  determinaba un punto central en la vida de todo joven. Era su inserción en el sistema económico y el comienzo de su función de productor dentro del sistema. Para las clases bajas al término de la primaria o de una interrumpida secundaria, para sectores más acomodados al término de la secundaria,  en forma paralela y simultanea a la universidad o al término de ésta. En cualquier caso el trabajo se constituía  en un factor ordenador en la vida del joven.
Una persona entraba a trabajar a una fábrica,  y muchas veces  se jubilaba en la allí. Su lugar de trabajo era una parte indivisible de su identidad.  Tal persona era la que trabaja en el Banco Mercantil o en Fate, la otra tenía un como jefe a tal persona. Lugar de trabajo, obra social, sindicato, un jefe, compañeros de trabajo,  eran factores estables, inmutables  y referenciales en la vida de las personas. Había personas que se tomaban 35 días de vacaciones porque hacía muchos años que trabajaban en una misma empresa.
El mundo del trabajo se volvió líquido en términos de Baumann, por  contracción de la oferta  y por falta de sustentabilidad,  el trabajo dejó de ser ese factor ordenador a la vez que nunca los jóvenes tuvieron tanta formación, información y  años de escolaridad como hoy.
La precariedad laboral y la desprotección  convive con altos niveles de educación, un tercio de los jóvenes en América latina tiene seguro de salud y menos  de un tercio cobertura jubilatoria. Solo el 7% de los jóvenes latinoamericanos está afiliado a un sindicato.
Repositores de supermercados, operadores de call centers, empleados de locales de comida rápida, cajeros, mensajeros, pasea perros, trapitos, cadetes,  empleados de las puntocom, son algunas de las posiciones laborales donde el factor común es la precariedad, labilidad y bajas remuneraciones.
Esta brecha entre niveles educativos y de información altos, y las limitaciones del mercado,  instala una tensión entre potencialidades y oportunidades, entre intenciones, capacidades y condiciones objetivas de materialización.
Está tensión genera un malestar profundo emergente en el segmento joven, sustentado en la latente insatisfacción,  producto de querer hacer algo más interesante y acorde a la vocación que lo que el mercado habilita. El trabajo es lábil, cambiante, el marco que antes era el trabajo, hoy es la vocación y  las diferentes microsegmentaciones específicas.
Uno ya no es su trabajo, porqué este suele estar ausente o cambiar con mucha rapidez. Uno es su vocación y su potencialidad de acción.
El conflicto novedoso consiste en jóvenes muy capacitados, con vocaciones intensas, diversas y originales,  y la inexistencia de oferta para darle lugar a esa capacidad y ganas.  Las vocaciones se han diversificado, ya  no todos quieren como hace dos  generaciones,  ser abogados,  contadores, médicos o ingenieros.
Ningún sector sufre tanto el desempleo como el segmento joven, en España el 50% de este segmento está desempleado,  y  la vez es el segmento más capacitado y con más diversificación de vocaciones.
El voto joven,  pone cada vez más sus anhelos,  en la potencialidad de un sistema para satisfacer expectativas en términos de vocación e inserción laboral, esperanzas, deseos y aspiraciones.
Un discurso de poder para el segmento joven,  posicionado en el mundo del trabajo, debería  poner en valor las vocaciones,  las potencialidades de acción, y además de garantizar una oferta superior laboral neta, plantear  lugares para plasmar vocaciones específicas,   no como políticas forzadas, sino como perspectivas de factores dinámicos y multiplicadores dentro de la economía,  a favor del estiramiento de cadenas de valor, optimización de la matriz insumo-producto, mejoras en la productividad y fundamentalmente el agregado de valor nacional a los productos y servicios,  como herramienta fundamental para la traducción de cualquier crecimiento en desarrollo, planteando al segmento joven como factor clave dentro de este escenario.
Rubén Weinsteiner

jueves, septiembre 06, 2012

Elecciones, timing y emociones


Rubén Weinsteiner para Newsweek

Para el diseño estratégico de la marca política con la referencia de una elección importante en el horizonte, se impone analizar el escenario a partir de una función matriz que considera en el eje de las x tres períodos :

1)   Período frío: entre 12 y 6 meses antes de la elección
2)   Período tibio: entre 6 y 1 meses antes de la elección
3)   Período caliente: un mes antes de la elección

El eje de las y que cruza a la variable tiempo en esta función debe contemplar 4 sub variables

1)   Ponderación del emisor: posicionamiento del candidato
2)   Análisis de producción de contenidos en función de los targets, voto duro propio y de los demás espacios, voto blando. En función de los acontecimientos, oportunidades, amenazas,
3)   Análisis de los mediadores : medios, amplificadores, como y para quien juegan, como mediatizan, cuáles son sus objetivos y posicionamientos estratégicos
4)   Receptores, votantes.

Está matriz de acción debe tener en cuenta en cada período del proceso previo a la elección, constituirse en insumo estratégico para el desarrollo vital de la campaña apuntando a los siguientes objetivos:

a)   Consolidar, activar y endurecer el voto duro propio, con el objetivo de sujetar a los sujetos políticos propios. Retener caudal.
b)   Interpelar los márgenes de espacios adyacentes,  limítrofes, obteniendo legitimación, colonizando subjetividades y conversión de votos
c)   Tratar de convencer al núcleo duro de los votantes del partido adversario, resulta poco rentable en términos de utilización de recursos, y de efecto casi nulo. Un objetivo inteligente sería  lograr en el campo adversario, desactivación, voto castigo, voto en blanco, corrimiento hacia otros espacios y ablandamiento del voto.

El trade-off de submodalidad de construcción y acumulación,  intelectual-emocional en el discurso,  parte de 90%/10% intelectual- emocional en el período frío, para llegar a 90/10 emocional-intelectual en el período caliente.

Resulta fundamental construir en función de cada etapa previa a la elección,  teniendo en cuenta el posicionamiento propio, el de los adversarios,  la correlación de fuerzas,  el de los medios,  las especificidades de los diferentes targets a impactar en cada período, los objetivos en términos del mapa de adhesiones e intención de voto y la carga de emotividad y racionalidad que se impone en cada período previo a la elección.

Rubén Weinsteiner