Esa fue la conclusión de un congreso de maestros realizado en Londres: que los niños están sobreestimulados y que es positivo que se sientan incómodos en la escuela. “Quien está aburrido se ve obligado a pensar y a desarrollar su fantasía”, dijo una profesora de matemáticas que fue aplaudida por sus colegas.
Los maestros –reunidos en la conferencia anual de la Asociación de Maestros del Reino Unido– coincidieron en que, por la televisión, las computadoras y los videojuegos, los niños están expuestos a demasiados estímulos, y que por eso las clases en la escuela significan un “buen cambio”. Así lo informa en su edición de hoy el diario inglés The Independent.Barry Williams, maestro del Hertford Regional College en Cambridgeshire, señaló que cuando sus alumnos le dicen que uno de ellos está mirando por la ventana, él se pregunta: “¿No se dan cuenta del estado avanzado del budismo zen que les he enseñado en mis clases?”. Y agregó, confiado: “Estoy formando adultos que podrán formar parte de las discusiones políticas”.
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