Líderes del Congreso y el presidente George W. Bush mostraron su apoyo, pese a las advertencias chinas, al Dalai Lama y al pueblo tibetano al entregarle la Medalla de Oro del Congreso, máximo galardón estadounidense que puede recibir un civil.
El presidente estadounidense, George W. Bush, ha entregado este miércoles la Medalla de Oro del Congreso estadounidense al Dalai Lama, en un acto que ha suscitado las protestas de China, que considera al líder tibetano un separatista. Durante su intervención, Bush ha instado al Gobierno chino a que reciba al Dalai Lama para abrir un proceso de diálogo. "Verán que es hombre de paz y de reconciliación", ha recalcado el mandatario estadounidense.
Antes de la imposición de la medalla, los líderes del Congreso, los demócratas Harry Reid —Senado— y Nancy Pelosi —Cámara de Representantes— alabaron la labor del líder budista, a quien destacaron como un luchador por la paz y la libertad religiosa.
Tras ellos, el presidente de EE.UU., George W. Bush, que horas ante había pedido a China que permita al Dalai Lama viajar al Tíbet —está considerado un separatista y vive en el exilio en la India—, ha hecho un llamamiento "a favor de la libertad religiosa y los derechos humanos básicos" en un claro mensaje a las autoridades chinas.
Además, ha destacado que el líder tibetano transmite un mensaje de "paz y tolerancia" al "pueblo tibetano", y que es una "llama de esperanza para su pueblo". "Es un honor estar con usted aquí", ha dicho al Dalai Lama para finalizar su intervención.
Ambos líderes han mostrado una gran complicidad durante todo el acto. El budista llegó del brazo de Bush con una gran sonrisa; ambos intercambiaron comentarios y confidencias durante los intervenciones de los líderes del Congreso.
El presidente estadounidense, George W. Bush, ha entregado este miércoles la Medalla de Oro del Congreso estadounidense al Dalai Lama, en un acto que ha suscitado las protestas de China, que considera al líder tibetano un separatista. Durante su intervención, Bush ha instado al Gobierno chino a que reciba al Dalai Lama para abrir un proceso de diálogo. "Verán que es hombre de paz y de reconciliación", ha recalcado el mandatario estadounidense.
Antes de la imposición de la medalla, los líderes del Congreso, los demócratas Harry Reid —Senado— y Nancy Pelosi —Cámara de Representantes— alabaron la labor del líder budista, a quien destacaron como un luchador por la paz y la libertad religiosa.
Tras ellos, el presidente de EE.UU., George W. Bush, que horas ante había pedido a China que permita al Dalai Lama viajar al Tíbet —está considerado un separatista y vive en el exilio en la India—, ha hecho un llamamiento "a favor de la libertad religiosa y los derechos humanos básicos" en un claro mensaje a las autoridades chinas.
Además, ha destacado que el líder tibetano transmite un mensaje de "paz y tolerancia" al "pueblo tibetano", y que es una "llama de esperanza para su pueblo". "Es un honor estar con usted aquí", ha dicho al Dalai Lama para finalizar su intervención.
Ambos líderes han mostrado una gran complicidad durante todo el acto. El budista llegó del brazo de Bush con una gran sonrisa; ambos intercambiaron comentarios y confidencias durante los intervenciones de los líderes del Congreso.
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