Las exportaciones de los primeros nueve meses del año están cerca del billón de dólares (un millón de millones). A su vez, la maquinaria exportadora china parece no verse perjudicada por los múltiples retiros del mercado.
Pese a la avalancha de retiros del mercado de productos chinos este año y del creciente escrutinio a la calidad y seguridad de los mismos, el boom exportador de China sigue acelerándose, según las estadísticas comerciales difundidas hoy.
El gigante asiático exportó bienes por 878.000 millones de dólares durante los primeros nueve meses de 2007, un 27% por encima del récord de embarques del mismo período del año pasado.
Los analistas dicen que las preocupaciones globales sobre el alimento balanceado contaminado, los productos marinos en mal estado y los juguetes y dentífricos tóxicos son suficientes para obstaculizar el poderío de la maquinaria exportadora china, que rápidamente ha dominado el comercio global electrónico y textil.
Dong Tao, economista de Credit Suisse, dice que "40 millones de juguetes retirados de las góndolas pueden ser un problema para docenas de fabricantes en la provincia china de Dongguan". Sin embargo, “eso no es nada para el millón de millones de dólares anuales que exporta China”.
El superávit comercial chino entre enero y septiembre saltó hasta los 187.000 millones, y gran parte de las ventas se realizaron a Estados Unidos y la Unión Europea (UE), mercados inundados por los bienes chinos.
El saldo comercial positivo de septiembre fue de 23.910 millones de dólares (superior al esperado de 22.000 millones), monto que se ubica en el cuarto puesto del ranking. Sin embargo, cayó casi un 5% con respecto a la cifra de agosto, aunque está un 56% por encima del saldo favorable de septiembre de 2006.
El ritmo arrollador de los envíos chinos parece imparable, sobre todo cuando se observa que incluso en categorías en las que China ha sufrido grandes golpes, como los retiros del mercado de alimentos y juguetes, éstos se incrementaron bruscamente, según los daros aportados por el Atlas Comercial Global (WTA, por sus siglas en inglés).
Las ventas a Estados Unidos de alimentos y productos agrícolas aumentaron un 27% con respecto a agosto, alcanzando los 2.700 millones de dólares.
Los envíos totales de juguetes chinos crecieron un 18% hasta los 16.000 millones de dólares, a pesar del retiro masivo de las góndolas por parte de la multinacional Mattel que sufrieron los juguetes con exceso de plomo en su pintura.
Los datos comerciales, no obstante, ofrecieron cierta evidencia de las preocupaciones por la seguridad de los productos, particularmente en pequeñas categorías alimenticias.
Por ejemplo, las exportaciones chinas de anguila al país norteamericano cayeron un 94%, luego de que la Administración estadounidense de Alimentos y Drogas bloqueara la internación de ciertos tipos de productos marinos, incluyendo anguilas y camarones, por el temor a la utilización excesiva de antibióticos o químicos veterinarios prohibidos.
Japón, un gran importador de productos marinos chinos, también se sumo a la cruzada y canceló cuantiosas órdenes de anguilas chinas, según explicaron productores del gigante asiático. Así, las importaciones japonesas de anguila durante los primeros ocho meses cayeron casi un 42% interanual hasta los 59 millones de dólares.
Sin embargo, la mayoría de las compañías con base en China aseguran que los pedidos que reciben no están siendo cancelados. Pero para resguardarse de un eventual retiro del mercado por inseguridad en los productos, alrededor del 60% de las empresas que respondieron una reciente encuesta afirmaron que estaban invirtiendo fuertemente en nuevos sistemas de control de calidad, según aseveró Global Sources, una firma con base en Hong-Kong que ayuda a los proveedores a encontrar mercados.
"Como cada vez más compañías estadounidenses están entendiendo su responsabilidad, invierten o requiere que sus proveedores inviertan en control de calidad”, indicó Merle Hinrichs, Jefe Ejecutivo de Global Sources.
Pese a la avalancha de retiros del mercado de productos chinos este año y del creciente escrutinio a la calidad y seguridad de los mismos, el boom exportador de China sigue acelerándose, según las estadísticas comerciales difundidas hoy.
El gigante asiático exportó bienes por 878.000 millones de dólares durante los primeros nueve meses de 2007, un 27% por encima del récord de embarques del mismo período del año pasado.
Los analistas dicen que las preocupaciones globales sobre el alimento balanceado contaminado, los productos marinos en mal estado y los juguetes y dentífricos tóxicos son suficientes para obstaculizar el poderío de la maquinaria exportadora china, que rápidamente ha dominado el comercio global electrónico y textil.
Dong Tao, economista de Credit Suisse, dice que "40 millones de juguetes retirados de las góndolas pueden ser un problema para docenas de fabricantes en la provincia china de Dongguan". Sin embargo, “eso no es nada para el millón de millones de dólares anuales que exporta China”.
El superávit comercial chino entre enero y septiembre saltó hasta los 187.000 millones, y gran parte de las ventas se realizaron a Estados Unidos y la Unión Europea (UE), mercados inundados por los bienes chinos.
El saldo comercial positivo de septiembre fue de 23.910 millones de dólares (superior al esperado de 22.000 millones), monto que se ubica en el cuarto puesto del ranking. Sin embargo, cayó casi un 5% con respecto a la cifra de agosto, aunque está un 56% por encima del saldo favorable de septiembre de 2006.
El ritmo arrollador de los envíos chinos parece imparable, sobre todo cuando se observa que incluso en categorías en las que China ha sufrido grandes golpes, como los retiros del mercado de alimentos y juguetes, éstos se incrementaron bruscamente, según los daros aportados por el Atlas Comercial Global (WTA, por sus siglas en inglés).
Las ventas a Estados Unidos de alimentos y productos agrícolas aumentaron un 27% con respecto a agosto, alcanzando los 2.700 millones de dólares.
Los envíos totales de juguetes chinos crecieron un 18% hasta los 16.000 millones de dólares, a pesar del retiro masivo de las góndolas por parte de la multinacional Mattel que sufrieron los juguetes con exceso de plomo en su pintura.
Los datos comerciales, no obstante, ofrecieron cierta evidencia de las preocupaciones por la seguridad de los productos, particularmente en pequeñas categorías alimenticias.
Por ejemplo, las exportaciones chinas de anguila al país norteamericano cayeron un 94%, luego de que la Administración estadounidense de Alimentos y Drogas bloqueara la internación de ciertos tipos de productos marinos, incluyendo anguilas y camarones, por el temor a la utilización excesiva de antibióticos o químicos veterinarios prohibidos.
Japón, un gran importador de productos marinos chinos, también se sumo a la cruzada y canceló cuantiosas órdenes de anguilas chinas, según explicaron productores del gigante asiático. Así, las importaciones japonesas de anguila durante los primeros ocho meses cayeron casi un 42% interanual hasta los 59 millones de dólares.
Sin embargo, la mayoría de las compañías con base en China aseguran que los pedidos que reciben no están siendo cancelados. Pero para resguardarse de un eventual retiro del mercado por inseguridad en los productos, alrededor del 60% de las empresas que respondieron una reciente encuesta afirmaron que estaban invirtiendo fuertemente en nuevos sistemas de control de calidad, según aseveró Global Sources, una firma con base en Hong-Kong que ayuda a los proveedores a encontrar mercados.
"Como cada vez más compañías estadounidenses están entendiendo su responsabilidad, invierten o requiere que sus proveedores inviertan en control de calidad”, indicó Merle Hinrichs, Jefe Ejecutivo de Global Sources.
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