El Consejo de Seguridad de la ONU ha sido incapaz de acordar una condena del sangriento atentado contra una escuela talmúdica de Jerusalén, ante la insistencia de algunos países de que se incluyera a los civiles palestinos muertos por las acciones militares israelíes en Gaza.
El presidente de turno del máximo órgano, el embajador ruso Vitaly Churkin, expresó a la salida de la reunión convocada con carácter de urgencia su pesar por las disensiones en el seno del Consejo.
"Solamente me queda lamentar que el Consejo de Seguridad no haya podido acordar una declaración sobre lo sucedido en Jerusalén, unos por un lado querían concentrarse en lo que ha sucedido hoy y otros querían que se reflejara un panorama más amplio", agregó.
El texto sobre la mesa del Consejo condenaba el atentado perpetrado por los disparos de un terrorista contra una escuela talmúdica de Jerusalén occidental en el que al menos murieron ocho personas y nueve resultaron heridas.
El embajador adjunto de Libia, Ibrahim Dabbashi, país que desde el pasado enero forma parte del Consejo, explicó a la salida de la reunión que entre cuatro y cinco países insistieron en que se agregara a los palestinos muertos en la declaración de condena.
"Para nosotros, la pérdida de vidas humanas es la misma", apuntó el diplomático, que calificó a Israel de "régimen terrorista".
La ausencia de una declaración de condena "hace que uno se pregunte qué hace nuestro país aquí en este edificio", consideró el embajador israelí ante la ONU, Dan Gillerman.
Fuentes diplomáticas indicaron que Churkin propuso una fórmula de compromiso por la que el texto haría referencia a todas las muertes ocurridas en la región, pero el representante libio la rechazó.
El embajador de EEUU ante la ONU, Zalmay Khalilzad, se negó a equiparar las víctimas del atentado de Jerusalén con la decenas de civiles muertos en los ataques israelíes contra el movimiento islámico Hamás en Gaza.
"Ir a una escuela y matar estudiantes, en nuestra opinión, no es lo mismo que la muerte de civiles en operaciones militares, en las que el objetivo no es la población civil", apuntó.
La ausencia de una declaración de condena "hace que uno se pregunte qué hace nuestro país aquí en este edificio", consideró el embajador israelí ante la ONU, Dan Gillerman.
La incapacidad de nuevo del Consejo de Seguridad en acordar una posición sobre la violencia en Oriente Medio hizo que los embajadores de Costa Rica, Jorge Urbina, y Panamá, Ricardo Alberto Arias, expresaran por su lado la condena de sus países a lo sucedido en Israel.
La reunión de urgencia de este jueves es la segunda que convoca el Consejo de Seguridad en menos de una semana, lo que demuestra la grave situación por la que atraviesa Oriente Medio y el delicado estado del proceso de paz impulsado el año pasado por Washington.
Sí condena el aumento de la violencia
El Consejo tampoco se puso de acuerdo el pasado sábado respecto a una resolución presentada por Libia en la que se condenaba la muerte de civiles a manos de los israelíes.
Aunque en esa ocasión, Churkin leyó una declaración de condena al aumento de la violencia entre palestinos e israelíes a causa de la ofensiva hebrea para terminar con los bombardeos de su territorio desde Gaza.
El atentado contra la escuela talmúdica había sido condenado horas antes por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, quien manifestó su temor a que se profundice la espiral de violencia en la región.
La portavoz de la organización, Marie Okabe, aseguró que "el secretario general está profundamente preocupado por la posibilidad de que los continuados actos de violencia y terrorismo socaven el proceso político" para llegar a un acuerdo de paz entre Israel y la Autoridad Nacional Palestina.
El atentado más grave sufrido por Jerusalén desde 2004 aún no ha sido reivindicado por ningún grupo de forma fiable, aunque Hamas ha manifestado su alegría por esta "reacción a los crímenes de la ocupación israelí" y la muertes de palestinos en Gaza.
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