Por Daniel Muchnik
Misha Glenny, ex-periodista de la BBC de Londres, británico de casi 50 años y de origen ruso, acaba de publicar tras mucho tiempo de investigación su último libro en Europa titulado "McMafia". El trabajo de Glenny, de 500 páginas, es -como asegura la Revista del Diario El País- "un viaje al reverso tenebroso de la globalización, a los rincones oscuros de un mundo, en cuyos pasillos abiertos se mueve con mayor agilidad el crimen organizado".
Se trata de un fenómeno que adquirió dimensiones extraordinarias tras la caída del comunismo, con una transición que no sólo afectó a Europa del Este y al Asia Central sino también a Sudáfrica. Da un ejemplo: el hundimiento de Albania al trabarse sus exportaciones de cítricos. Ese país trató de vender sus naranjas y limones a Europa Occidental pero no pudo porque el Mercado Común Europeo protege a los cultivadores de Portugal, España, Italia y Grecia. ¿Qué ocurrió? La gran mayoría de los campesinos albaneses destruyeron sus cultivos de cítricos y plantaron marihuana, que ahora venden en cantidades industriales.
Glenny jerarquiza la lucha de varias ONG dedicadas a luchar contra la prostitución y el tráfico de los llamados "diamantes de sangre". En sucesivos viajes al África descubrieron que la guerrilla de UNITA -que opera en Angola- es una de las responsables del comercio de diamantes, con conexiones en las principales ciudades del hemisferio norte. En sus investigaciones en los Balcanes, Glenny denunció que Kosovo, en la ex-Yugoeslavia, es un punto principal en la distribución de heroína y de trata de blancas en Europa. Amplió informaciones: hay una ciudad en el sur de Serbia, de mayoría albanesa, que es el centro de distribución de drogas que viene desde Bulgaria, donde es introducida por mafias turcas. Las mercaderías pasan por Macedonia y entran en Europa a través de Italia. Otros cargamentos van a Belgrado, al norte, luego a Austria y Alemania.
A principios de los noventa se produjo un cambio, señala Glenny. Las estructuras tradicionales de la mafia de Nueva York y de Sicilia eran ya antiguas y poco eficientes. Conceptos como "la familia" o "la lealtad" eran relativamente valiosos, porque lo más importante son los intereses económicos. Cuando Bush llegó al poder, agrega Glenny, desmanteló las estructuras de lucha contra el lavado de dinero que Clinton había organizado porque estaba convencido que dañaban la competitividad de los bancos estadounidenses. El crimen organizado comenzó, entonces, a hacer más dinero que nunca.
Misha Glenny, ex-periodista de la BBC de Londres, británico de casi 50 años y de origen ruso, acaba de publicar tras mucho tiempo de investigación su último libro en Europa titulado "McMafia". El trabajo de Glenny, de 500 páginas, es -como asegura la Revista del Diario El País- "un viaje al reverso tenebroso de la globalización, a los rincones oscuros de un mundo, en cuyos pasillos abiertos se mueve con mayor agilidad el crimen organizado".
Se trata de un fenómeno que adquirió dimensiones extraordinarias tras la caída del comunismo, con una transición que no sólo afectó a Europa del Este y al Asia Central sino también a Sudáfrica. Da un ejemplo: el hundimiento de Albania al trabarse sus exportaciones de cítricos. Ese país trató de vender sus naranjas y limones a Europa Occidental pero no pudo porque el Mercado Común Europeo protege a los cultivadores de Portugal, España, Italia y Grecia. ¿Qué ocurrió? La gran mayoría de los campesinos albaneses destruyeron sus cultivos de cítricos y plantaron marihuana, que ahora venden en cantidades industriales.
Glenny jerarquiza la lucha de varias ONG dedicadas a luchar contra la prostitución y el tráfico de los llamados "diamantes de sangre". En sucesivos viajes al África descubrieron que la guerrilla de UNITA -que opera en Angola- es una de las responsables del comercio de diamantes, con conexiones en las principales ciudades del hemisferio norte. En sus investigaciones en los Balcanes, Glenny denunció que Kosovo, en la ex-Yugoeslavia, es un punto principal en la distribución de heroína y de trata de blancas en Europa. Amplió informaciones: hay una ciudad en el sur de Serbia, de mayoría albanesa, que es el centro de distribución de drogas que viene desde Bulgaria, donde es introducida por mafias turcas. Las mercaderías pasan por Macedonia y entran en Europa a través de Italia. Otros cargamentos van a Belgrado, al norte, luego a Austria y Alemania.
A principios de los noventa se produjo un cambio, señala Glenny. Las estructuras tradicionales de la mafia de Nueva York y de Sicilia eran ya antiguas y poco eficientes. Conceptos como "la familia" o "la lealtad" eran relativamente valiosos, porque lo más importante son los intereses económicos. Cuando Bush llegó al poder, agrega Glenny, desmanteló las estructuras de lucha contra el lavado de dinero que Clinton había organizado porque estaba convencido que dañaban la competitividad de los bancos estadounidenses. El crimen organizado comenzó, entonces, a hacer más dinero que nunca.
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