Se han convertido en un foro de debate abierto en la isla, y el gobierno de Raúl Castro no parece empeñado en impedirlo. Yoani Sánchez, una periodista de 32 años, acaba de ganar un importante premio por su espacio.
Las dificultades de acceso a Internet en Cuba no impiden que la Red se haya convertido en un foro donde se debate sin tapujos el presente y futuro del país y el gobierno no parece empeñado en ponerle trabas.
Un ejemplo del papel que vienen desempeñando las nuevas tecnologías fue la sorpresiva difusión por la Red de un video en el que un joven, Eliécer Avila, criticó al presidente de la Asamblea Nacional, Ricardo Alarcón, en una reciente reunión a puertas cerradas en la Universidad de Ciencias Informáticas (UCI). Avila expresó malestar por la falta de acceso a Internet y las limitaciones para viajar. Ante la repercusión que tuvo el video, las autoridades montaron en la versión digital del diario oficial Granma una entrevista con el muchacho, en la que aclaraba que las críticas estaban encaminadas a fortalecer el socialismo, no a eliminarlo. La información completa jamás se difundió en la prensa nacional y todo quedó en el ciberespacio.
En la Red se discutió abiertamente la histórica renuncia de Fidel Castro a la presidencia en febrero, la elección de su hermano Raúl para sucederlo y las especulaciones sobre el rumbo de su gobierno. "Raúl necesita ahora tiempo", escribió, por ejemplo, una persona llamada Rogelio Sarforat en un comentario en Kaosenlared.net. Y agregó: "Tengamos confianza, calma y mantengámonos unidos en torno a la dirección de la Revolución."
Alguien le respondió desde Miami: "Las palabras de Raúl y la constitución del nuevo Consejo de Estado fueron un cubo de agua fría para los que esperaban que se hiciera explícita una mayor voluntad de cambio." Hay de todo, incluidos insultos y palabras subidas de tono.
"Ante esta fragmentación de la sociedad civil que tenemos, quizá la tecnología nos está sirviendo para conectar", reflexionó Yoani Sánchez, bloguera que dijo haber recibido más de un millón de entradas a su página en febrero y que ganó el Premio Ortega y Gasset de Periodismo en España por su blog. "Este entramado que falta aquí abajo se está haciendo allá arriba (en la Red). Es irreversible, cada paso que se da en esa dirección, será muy difícil para el gobierno retrotraerlo", reflexionó la mujer, que administra Generación Y, creada en abril de 2007.
La mayor parte de las visitas al blog de Sánchez son del exterior, aunque también abundan las que hacen cubanos anónimos que critican al gobierno dentro de la isla. Pero no es sencillo. Para colocar sus comentarios, Sánchez se viste como si fuera una turista y va a hoteles de La Habana con acceso a la Red para extranjeros. La conexión cuesta unos 6 dólares la hora y no puede permanecer mucho tiempo, no sólo por lo caro sino porque teme que alguien se dé cuenta de que se trata de una cubana que se conectó a la Red sin permiso.
Los amigos de la Revolución, recelosos de la forma en que la prensa internacional informa sobre Cuba, consideran que Internet contribuye a distorsionar la imagen del proceso isleño. "Asistimos a una guerra promovida desde las nuevas tecnologías de comunicación, de la industria del entretenimiento y de las estrategias de mercadeo", dijo a comienzos de abril un reporte del VII Congreso de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba.
Los creadores, no obstante, opinaron que "prohibir el acceso a estas opciones, además de que no pasaría de ser un gesto vacío, sólo incrementaría su atractivo". Agregaron que el gobierno debe prepararse "para la interacción adecuada con los canales a través de los cuales se procesa y distribuye la información en el mundo". El gobierno mantiene una docena de páginas destinadas a defender la imagen de Cuba y difundir sus logros, pero por lo general se las critica por ser repetitivas y aburridas.
Según Sánchez, las autoridades tienen montada una campaña "sobre todo en la Universidad de Ciencias Informáticas para elevar los ''hit'' de los sitios cubanos".
"No conozco ninguna persona que utilice su tiempo de Internet pagado por él para defender el proceso político cubano", agregó su esposo, el periodista independiente Reynaldo Escobar. "Todas las personas que argumentan a favor del gobierno lo hacen por un sueldo o porque les han dado la tarea", concluyó.
Las dificultades de acceso a Internet en Cuba no impiden que la Red se haya convertido en un foro donde se debate sin tapujos el presente y futuro del país y el gobierno no parece empeñado en ponerle trabas.
Un ejemplo del papel que vienen desempeñando las nuevas tecnologías fue la sorpresiva difusión por la Red de un video en el que un joven, Eliécer Avila, criticó al presidente de la Asamblea Nacional, Ricardo Alarcón, en una reciente reunión a puertas cerradas en la Universidad de Ciencias Informáticas (UCI). Avila expresó malestar por la falta de acceso a Internet y las limitaciones para viajar. Ante la repercusión que tuvo el video, las autoridades montaron en la versión digital del diario oficial Granma una entrevista con el muchacho, en la que aclaraba que las críticas estaban encaminadas a fortalecer el socialismo, no a eliminarlo. La información completa jamás se difundió en la prensa nacional y todo quedó en el ciberespacio.
En la Red se discutió abiertamente la histórica renuncia de Fidel Castro a la presidencia en febrero, la elección de su hermano Raúl para sucederlo y las especulaciones sobre el rumbo de su gobierno. "Raúl necesita ahora tiempo", escribió, por ejemplo, una persona llamada Rogelio Sarforat en un comentario en Kaosenlared.net. Y agregó: "Tengamos confianza, calma y mantengámonos unidos en torno a la dirección de la Revolución."
Alguien le respondió desde Miami: "Las palabras de Raúl y la constitución del nuevo Consejo de Estado fueron un cubo de agua fría para los que esperaban que se hiciera explícita una mayor voluntad de cambio." Hay de todo, incluidos insultos y palabras subidas de tono.
"Ante esta fragmentación de la sociedad civil que tenemos, quizá la tecnología nos está sirviendo para conectar", reflexionó Yoani Sánchez, bloguera que dijo haber recibido más de un millón de entradas a su página en febrero y que ganó el Premio Ortega y Gasset de Periodismo en España por su blog. "Este entramado que falta aquí abajo se está haciendo allá arriba (en la Red). Es irreversible, cada paso que se da en esa dirección, será muy difícil para el gobierno retrotraerlo", reflexionó la mujer, que administra Generación Y, creada en abril de 2007.
La mayor parte de las visitas al blog de Sánchez son del exterior, aunque también abundan las que hacen cubanos anónimos que critican al gobierno dentro de la isla. Pero no es sencillo. Para colocar sus comentarios, Sánchez se viste como si fuera una turista y va a hoteles de La Habana con acceso a la Red para extranjeros. La conexión cuesta unos 6 dólares la hora y no puede permanecer mucho tiempo, no sólo por lo caro sino porque teme que alguien se dé cuenta de que se trata de una cubana que se conectó a la Red sin permiso.
Los amigos de la Revolución, recelosos de la forma en que la prensa internacional informa sobre Cuba, consideran que Internet contribuye a distorsionar la imagen del proceso isleño. "Asistimos a una guerra promovida desde las nuevas tecnologías de comunicación, de la industria del entretenimiento y de las estrategias de mercadeo", dijo a comienzos de abril un reporte del VII Congreso de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba.
Los creadores, no obstante, opinaron que "prohibir el acceso a estas opciones, además de que no pasaría de ser un gesto vacío, sólo incrementaría su atractivo". Agregaron que el gobierno debe prepararse "para la interacción adecuada con los canales a través de los cuales se procesa y distribuye la información en el mundo". El gobierno mantiene una docena de páginas destinadas a defender la imagen de Cuba y difundir sus logros, pero por lo general se las critica por ser repetitivas y aburridas.
Según Sánchez, las autoridades tienen montada una campaña "sobre todo en la Universidad de Ciencias Informáticas para elevar los ''hit'' de los sitios cubanos".
"No conozco ninguna persona que utilice su tiempo de Internet pagado por él para defender el proceso político cubano", agregó su esposo, el periodista independiente Reynaldo Escobar. "Todas las personas que argumentan a favor del gobierno lo hacen por un sueldo o porque les han dado la tarea", concluyó.
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