El Gobierno chino aprobó un plan de inversiones con un presupuesto de 4 billones de yuanes (unos 459.000 millones de euros) para impulsar la demanda interna y facilitar la recuperación de su economía, la cuarta más grande del mundo, informó la agencia de noticias Xinhua.
El plan, aprobado el pasado miércoles, pero hecho público hoy, incluye también un cambio para "relajar moderadamente" la política monetaria, es decir, una posible rebaja de las tasas de interés que se sumarían al descenso de mediados de septiembre.
El Banco de China ya rebajó su actitud oficial de "rigurosa" a "prudente y flexible" el pasado verano ante el aumento de la inflación y la desaceleración del crecimiento.
"Con el agravamiento de la crisis financiera global en los últimos dos meses, el Gobierno debe adoptar políticas macroeconómicas flexibles y prudentes para afrontar la compleja y cambiante situación", explica el comunicado publicado por Xinhua.
No se detalla ninguna fuente de financiación para la aplicación del plan, compuesto de diez puntos, aunque el presupuesto estatal cuenta con un superávit de más de 133.000 millones de euros sólo del primer semestre del año.
En lugar de crecer por encima del 10%, como lo ha hecho los últimos años, las previsiones apuntan que el gigante asiático registrará un PIB apenas cercano al 9%,. Aunque esta cifra es espectacular respecto a las economía de Occidente, para China es peligroso puesto que si crece por debajo del 7% tiene graves problemas de desempleo.
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