Durante la guerra en Gaza, el gobierno israelí organizó una campaña para reclutar un “ejército de bloguers” compuesto por políglotas israelíes que pudieran operar sobre el sentimiento antiisraelí en sitios ingleses, alemanes, españoles, portugueses, rusos y franceses. Luego de haberse registrado, los voluntarios recibieron de las autoridades una lista de los que definieron como sitios “problemáticos”.
Los EE.UU. que ya han comenzado a utilizar la Web 2.0 como una herramienta de inteligencia, se encuentran con que los países sobre los cuales operan, ya están instrumentando medidas para contrarrestar estas operaciones. Los líderes estadounidenses podrían pensar que los millones de rusos, chinos e iraníes que ingresaron a la Red en los últimos años buscan puntos de vista occidentales, pero las agencias de inteligencia de esos países, ya están operando en ese escenario.
El Presidente ruso, Dmitri Medvedev, dijo que su Administración no va a censurar Internet, pero tal vez sea porque descubrió algo más efectivo: utilizarla. El Kremlin usa una empresa privada, New Media Stars, fundada por Konstantin Rykov, un diputado de la Duma de 29 años de edad. El imperio mediático de Rykov incluye sitios de noticias online, un sitio para partidarios de Vladimir Putin (zaputina.ru), juegos y un canal de TV por Internet a favor del Kremlin. Navegar por estos laberintos de propaganda y tratar de plantar mensajes efectivos a favor de EE. UU. sería difícil incluso para un miembro del Departamento de Estado experto en Internet.
En China, tanto las autoridades nacionales como las locales empezaron a impulsar redes de usuarios que se encargan de promover la ideología del gobierno al identificar y contrarrestar las opiniones disidentes en la Red. La práctica está tan difundida que los comentaristas que apoyan al gobierno son llamados el “partido de 50 centavos” (por los ínfimos pagos que algunos de ellos reciben por su labor). Apple Daily, de Hong Kong, coloca la membresía del partido de 50 centavos en 280.000.
Los portales de Internet y sitios de noticias en la Red están bajo una presión particular. Según David Bandurski, un investigador de medios en la Universidad de Hong Kong, los más importantes se ven obligados a contratar a sus propios comentaristas para contrarrestar la información contra el gobierno que los ciudadanos añaden a los artículos.
Los clérigos de Irán también se subieron a la moda del aprendizaje y la manipulación cibernética.
Cuando comenzó el auge de Internet, sobre todo en la última década, los profesores religiosos trataron de supervisar las actividades en línea de sus estudiantes y promover el uso de Internet para el estudio religioso. Conforme se extendió el acceso, este método se volvió insostenible. Más recientemente, el ciberespacio iraní empezó a reflejar la complejidad de su política contemporánea, con diferentes facciones —religiosas, paramilitares y seculares— compitiendo por la influencia. Para mantenerse a tono, el Gobierno y las instituciones religiosas emplearon ejércitos de bloguers para impulsar sus puntos de vista, el episodio más reciente en estas guerras de información es la decisión de una de las unidades de la Guardia Revolucionaria Iraní de lanzar 10.000 blogs para contrarrestar las voces seculares y Shiitas competidoras.
John Kelly, un experto en la blogósfera iraní del Centro Berkman de Harvard, asegura que, en el último año, la proporción de sitios religiosos entre los 5.000 blogs iraníes más visitados creció de 16 a 31 por ciento.
La Web 2.0 no solo es utilizada por los países donde Internet no tiene restricciones ni penalizaciones. La Web 2.0 es utilizada ya como un espacio de propaganda, de desarrollo de guerra psicológica y de acciones de inteligencia en general por la mayoría de los países.
Rubén Weinsteiner
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