Como hago todos los días, me he levantado temprano a trabajar y como hoy es viernes toca escribir en el blog. Pero hoy es un día un poco distinto porque me enfrento al cambio de uno de los profesionales con Marca Personal en el que he confiado en los últimos quince años. No es algo que haya decidido yo, ni siquiera él. Ángel, mi peluquero se jubiló tras mi último corte de pelo y dentro de un rato me enfrento a una de esas situaciones de incertidumbre que se generan cuando la confianza generada por una marca no existe aún.
Me apetece escribir este post porque habla del mundo real, de personas que dejan huella, de profesionales con Marca Personal aunque ellos no lo sepan. Estoy harto de que se utilicen ejemplos de desconocidos muy conocidos para hacer un análisis de su estrategia de Branding Personal. Me refiero a los Obamas, Cristianos Ronaldo, Ladys Gaga o incluso el Papa Francisco.
La Marca Personal se basa en la autenticidad, y lo que vemos de esas Personas-Personaje no sabemos si es algo real o una imagen artificial creada por un equipo de comunicadores. Todos ellos tienen una marca (no se puede no tenerla) pero será la que conocen los de su círculo más cercano y no la que nos muestran en TV o en grandes anuncios. ¿Quieres ejemplos de Marca Personal? Pues no busques muy lejos, mira a tu alrededor y verás unos cuantos, para bien y para mal.
Pues bien, Ángel es uno de los mejores ejemplos de Marca Personal.
Objetivos. Dudo que Ángel hiciese alguna vez un plan de empresa o diseñase una estrategia de Branding Personal, pero siempre he tenido claro que sabía lo que quería. Ángel empezó trabajando para otra peluquería pero en un momento tuvo claro que quería tener negocio propio. Así que hace ya muchos años se cruzó conmigo en la calle, me dió su tarjeta (apenas nos conocíamos de un par de cortes de pelo) y me invitó a su nuevo “proyecto”. Ángel lo tenía claro. Desde entonces no le he fallado nunca.
Profesionalidad. Cuando se habla de Marca Personal solemos olvidarnos del aspecto más importante para mí, me refiero a hacer bien las cosas y a ser bueno en su profesión. Y Ángel ha sido siempre el mejor. Ángel no es estilista, no hace tatuajes, no es asesor de imagen, no se dirige a los metrosexuales sino a los retrosexuales como yo. Ángel es PELUQUERO de los de siempre, de los buenos, de los que te corta el pelo como a tí te gusta, sin chorradas ni florituras ni preguntas.
Estilo. En Branding se suele hablar de la Experiencia de marca, pues bien, Ángel ha sabido crearla sin habérsela planteado jamás. Ir a su peluquería era una experiencia agradable, en la que te sentías cómodo. En el revistero de su peluquería no tenía el GQ, ni el Fortune, ni el Esquire, ni el Yorokobu, ni Redes o alguna otra Punsetada (¡Gracias a Dios!, esa hubiese sido motivo suficiente para cambiar de peluquero) . Tenía el Marca y revistas de coches. Y a mi me gustaba aunque me aburre el futbol y los coches. Y también tenía una foto suya enmarcada con Jesús Gil porque Ángel es del Atlético de toda la vida. Pero ir a su peluquería era una experiencia deseable y antiestresante.
Confianza. Pero el núcleo de su Marca Personal, la fuerza que le convierte en un profesional de referencia para mi y para muchos otros es que podías confiar plenamente en él. Quizás no lo has pensado, pero un peluquero es uno de los profesionales en los que más debes confiar porque su trabajo va a influir mucho en tu vida durante mucho tiempo. Pues bien, Ángel sabía como me gusta cortarme el pelo. No tenía ni que preguntar porque ya tenía configurado mi “perfil” en su cabeza. Ángel sabe que no me gusta conversar, así que cada vez que iba a cortarme el pelo me hacía las preguntas clásicas y punto. Y ahí es donde una Marca Personal o comercial se la juega porque a las personas no nos gustan las sorpresas.
Marketing. Como tantos otros profesionales en este país que tiene que levantar una persiana de su negocio cada día, Ángel no tiene Twitter ni Facebook ni blog ni nada por el estilo. Pero en su entorno le conoce todo el mundo porque hace un buen networking, saluda a todo el que se cruza por la calle, se toma el café con los vecinos, es amigo de los “influencers” (el quiosquero, el de la ONCE, el de la lotería,…) pero sobre todo utiliza el mejor marketing posible, el boca a boca y la recomendación de todos sus clientes satisfechos. Ángel no tiene “followers”, tiene muchos clientes-amigos que le echaremos de menos.
Podría seguir desglosando la Marca Personal de mi peluquero o de Dani mi quiosquero o de… pero lo dejo aquí porque hay que ponerse en marcha y dentro de un rato me enfrento a un nuevo profesional de la peluquería que espero que esté a la altura de la Marca Personal de su antecesor.
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