El ex senador demócrata, funcionario de Julio Cobos y hoy vicepresidente del macrismo en Mendoza, Sergio Miranda, organizó un seminario sobre “la situación en las cárceles argentinas”, con la inclusión de la reivindicadora de la última dictadura militar entre los expositores. Iba a ser en el auditorio de diario Los Andes, de Clarín, pero sus autoridades lo cancelaron. Jóvenes demócratas, le apuntaron a Miranda y al titular del partido por la movida, que profundizó la crisis en los conservadores locales.
Un nuevo episodio que incluyó a la procesista Cecilia Pando, volvió a enfrentar a los demócratas mendocinos con los seguidores de Mauricio Macri en la provincia. Esa alianza que en numerosas ocasiones intentó florecer parece destinada al permanente fracaso, haciendo que el armado provincial del jefe de Gobierno porteño naufrague una y otra vez.
Sergio Miranda fue un joven senador demócrata que prometía cambiarle la cara al Partido Demócrata (PD), siempre acusado, con razón, de haber avalado y dado funcionarios a la última dictadura militar. Miranda asumió en el 2001, e inmediatamente se posicionó como la “sangre nueva” del tradicional partido conservador. Durante el gobierno de Julio Cobos (2003-2007) fue convocado por el ex vicepresidente para ocupar el cargo de director del Servicio Penitenciario Provincial, y ahora volvió al ruedo político y mediático de la mano de una actividad que desató una fuerte polémica, tanto en el PD como en el PRO local y en buena parte de la sociedad.
Convocando a una jornada de reflexión sobre la situación de los “presos políticos en Argentina y los DDHH sólo para algunos”, Miranda incluyó entre los expositores a Pando, y desató el repudio de numeroso sectores y otro episodio de enfrentamiento entre demócratas y macristas.
Es que Sergio Miranda es hijo de Ricardo Miranda Genaro, ex jefe del Departamento 2 de la Policía de Mendoza a finales de los 70, por donde pasaron centenas de detenidos muchos de ellos luego desaparecidos. Miranda Genaro fue condenado a prisión perpetua en el último juicio por delitos de lesa humanidad que se llevó adelante en Mendoza, a mediados de año. Asimismo, Sergio es el vicepresidente del PRO en la provincia y ex funcionario cobista.
Tras la polémica, jóvenes demócratas salieron a cruzar a Miranda y también a las autoridades del partido, “por no haber aclarado con énfasis que la agrupación no tiene nada que ver con esta visita ni la actividad en general”, según una carta abierta que hizo circular Horacio Ezequiel Nones, titular de la Juventud Demócrata de Capital.
“Es deber aclarar que el señor Sergio Miranda no es demócrata, sino vicepresidente del PRO Mendoza, y está actualmente afiliado a esa fuerza. ‘Juntos pero no mezclados’ dice el dicho; y el hecho de que el Partido Demócrata haya establecido alianzas con esa agrupación política no habilita a permitir que se confundan los tantos”, disparó Nones.
A su vez, el representante de los jóvenes demócratas capitalinos acusó al titular del partido, Richard Battagión, por no haber salido a despegar al partido de Miranda ni de Pando.
“¿Dónde están nuestras autoridades partidarias que no han salido a defendernos? ¿Por qué no ha salido el señor Battagión, dejando de lado la amistad personal que lo une con el señor Miranda, a aclarar esta situación ante los medios y la ciudadanía? Usted, señor Battagión, quien fue electo por acuerdo de todos para defender a los demócratas, ha perdido una excelente oportunidad para cumplir esa honrosa función”, afirma Nones.
Al mismo tiempo, el joven demócrata acusa a Miranda de involucrar, a sabiendas, al PD: “Queremos entender que la actitud del señor Miranda y las acciones que ha tomado para traer a la provincia a la señora Cecilia Pando están movidas por cuestiones personales que no pueden ser discutidas (su padre está detenido por crímenes durante la dictadura) pero, del mismo modo, aclaramos que su imprudencia nos cuesta caro a todos nosotros. El señor Miranda, habituado al roce con la opinión pública por su calidad de ex senador y ex dirigente, sabe que sus acciones privadas no escapan al interés de la sociedad y podía suponer, por lo tanto, que su actitud trasladaría un drama personal como el suyo al plano de toda nuestra institución partidaria”.
Battagión se defendió afirmando que no aclaró nada por que “nada tuvo que ver el PD en la actividad organizada por Miranda que involucró a Cecilia Pando”.
Pero no sólo en el PD y en el PRO golpeó fuerte la visita de la dirigente procesista, sino que también el Grupo Clarín, sin saberlo, se vio involucrado. Resulta que Miranda reservó durante un día el auditorio Adolfo Calle, de diario Los Andes, propiedad de Clarín. Según las autoridades del matutino, el ex senador explicó que era para hacer una actividad referida “a la situación de las cárceles en el país”.
Cuando tomó estado público que la estrella de la jornada iba a ser Pando, las autoridades del diario decidieron revocar la reserva hecha por Miranda. Según trascendió, de haberse realizado ahí la actividad (se terminó haciendo en un salón del Círculo de Suboficiales del Ejército), agrupaciones de DDHH y kirchneristas habrían tenido la excusa perfecta para unificar las protestas contra Pando y Los Andes-Clarín.
Respecto a esto último, a su vez, el diario quiso evitar cualquier tipo de conexión entre Pando y su director periodístico, Arturo Guardiola, secretario de Libertad de Prensa de Adepa y ex funcionario de la dictadura militar en Mendoza.
Sergio Miranda fue un joven senador demócrata que prometía cambiarle la cara al Partido Demócrata (PD), siempre acusado, con razón, de haber avalado y dado funcionarios a la última dictadura militar. Miranda asumió en el 2001, e inmediatamente se posicionó como la “sangre nueva” del tradicional partido conservador. Durante el gobierno de Julio Cobos (2003-2007) fue convocado por el ex vicepresidente para ocupar el cargo de director del Servicio Penitenciario Provincial, y ahora volvió al ruedo político y mediático de la mano de una actividad que desató una fuerte polémica, tanto en el PD como en el PRO local y en buena parte de la sociedad.
Convocando a una jornada de reflexión sobre la situación de los “presos políticos en Argentina y los DDHH sólo para algunos”, Miranda incluyó entre los expositores a Pando, y desató el repudio de numeroso sectores y otro episodio de enfrentamiento entre demócratas y macristas.
Es que Sergio Miranda es hijo de Ricardo Miranda Genaro, ex jefe del Departamento 2 de la Policía de Mendoza a finales de los 70, por donde pasaron centenas de detenidos muchos de ellos luego desaparecidos. Miranda Genaro fue condenado a prisión perpetua en el último juicio por delitos de lesa humanidad que se llevó adelante en Mendoza, a mediados de año. Asimismo, Sergio es el vicepresidente del PRO en la provincia y ex funcionario cobista.
Tras la polémica, jóvenes demócratas salieron a cruzar a Miranda y también a las autoridades del partido, “por no haber aclarado con énfasis que la agrupación no tiene nada que ver con esta visita ni la actividad en general”, según una carta abierta que hizo circular Horacio Ezequiel Nones, titular de la Juventud Demócrata de Capital.
“Es deber aclarar que el señor Sergio Miranda no es demócrata, sino vicepresidente del PRO Mendoza, y está actualmente afiliado a esa fuerza. ‘Juntos pero no mezclados’ dice el dicho; y el hecho de que el Partido Demócrata haya establecido alianzas con esa agrupación política no habilita a permitir que se confundan los tantos”, disparó Nones.
A su vez, el representante de los jóvenes demócratas capitalinos acusó al titular del partido, Richard Battagión, por no haber salido a despegar al partido de Miranda ni de Pando.
“¿Dónde están nuestras autoridades partidarias que no han salido a defendernos? ¿Por qué no ha salido el señor Battagión, dejando de lado la amistad personal que lo une con el señor Miranda, a aclarar esta situación ante los medios y la ciudadanía? Usted, señor Battagión, quien fue electo por acuerdo de todos para defender a los demócratas, ha perdido una excelente oportunidad para cumplir esa honrosa función”, afirma Nones.
Al mismo tiempo, el joven demócrata acusa a Miranda de involucrar, a sabiendas, al PD: “Queremos entender que la actitud del señor Miranda y las acciones que ha tomado para traer a la provincia a la señora Cecilia Pando están movidas por cuestiones personales que no pueden ser discutidas (su padre está detenido por crímenes durante la dictadura) pero, del mismo modo, aclaramos que su imprudencia nos cuesta caro a todos nosotros. El señor Miranda, habituado al roce con la opinión pública por su calidad de ex senador y ex dirigente, sabe que sus acciones privadas no escapan al interés de la sociedad y podía suponer, por lo tanto, que su actitud trasladaría un drama personal como el suyo al plano de toda nuestra institución partidaria”.
Battagión se defendió afirmando que no aclaró nada por que “nada tuvo que ver el PD en la actividad organizada por Miranda que involucró a Cecilia Pando”.
Pero no sólo en el PD y en el PRO golpeó fuerte la visita de la dirigente procesista, sino que también el Grupo Clarín, sin saberlo, se vio involucrado. Resulta que Miranda reservó durante un día el auditorio Adolfo Calle, de diario Los Andes, propiedad de Clarín. Según las autoridades del matutino, el ex senador explicó que era para hacer una actividad referida “a la situación de las cárceles en el país”.
Cuando tomó estado público que la estrella de la jornada iba a ser Pando, las autoridades del diario decidieron revocar la reserva hecha por Miranda. Según trascendió, de haberse realizado ahí la actividad (se terminó haciendo en un salón del Círculo de Suboficiales del Ejército), agrupaciones de DDHH y kirchneristas habrían tenido la excusa perfecta para unificar las protestas contra Pando y Los Andes-Clarín.
Respecto a esto último, a su vez, el diario quiso evitar cualquier tipo de conexión entre Pando y su director periodístico, Arturo Guardiola, secretario de Libertad de Prensa de Adepa y ex funcionario de la dictadura militar en Mendoza.
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