Por Rubén Weinsteiner para El País
Cuando tenía 10 u 11 años, leía el diario en voz alta, sentado en el sillón del living de la casa de mi abuela Rosa, mi abuela que mientras tanto ordenaba las copas y los platos en un armario, al terminar de leer yo, un título y sin dejar de hacer ella, lo que estaba haciendo, me preguntaba: “¿y eso es bueno o malo para los judíos?”
Cuando tenía 10 u 11 años, leía el diario en voz alta, sentado en el sillón del living de la casa de mi abuela Rosa, mi abuela que mientras tanto ordenaba las copas y los platos en un armario, al terminar de leer yo, un título y sin dejar de hacer ella, lo que estaba haciendo, me preguntaba: “¿y eso es bueno o malo para los judíos?”
La comediante estadounidense perteneciente a la comunidad judía Sarah Silverman, le imponía un tono de comedia a la convocatoria. "Si ustedes supiesen que visitar a sus abuelos podría cambiar el mundo, ¿lo harían? Por supuesto que sí. Sería estúpido no hacerlo", decía Silverman en el video publicado a principios de octubre de 2008 para convocar a jóvenes judíos al "Gran Schlep" En Yidish el gran arrastre/viaje) hacia el estado de Florida.
El viaje al que invitaba Silverman era una peregrinación con un objetivo claro: convencer a sus abuelos para que voten a Barack Obama en un estado que podría ser clave en los resultados de la elección del 4 de noviembre de 2008.
Obama encontraba fuertes resistencias en 2008, dentro del “voto judío”. Muchos miembros de esa comunidad, cuando se jubilan se mudan a Florida, un estado que construye 25 electores para el colegio electoral. Esas resistencias se potenciaban en los judíos más viejos.
La idea de Sarah Silverman rápidamente tomó forma y la campaña 2.0 de Obama organizó el call for action para jóvenes judíos con abuelos en Florida.
“Andá y decile a tus abuelos que Obama es bueno para los judíos” fue el metamensaje de la campaña que buscaba medirse con prejuicios, sentimientos y relatos ocultos de un segmento importante en Florida.
Obama tuvo un desempeño discreto en 2008 en ese segmento, pero en 2012 obtuvo más del 60% entre los judíos de Florida.
Cuando se le pide a los jóvenes que viajen a Florida a convencer a sus abuelos para que voten por Obama, la arquitectura del discurso de poder en su submodalidad del segmento joven se vuelve poderosa al plantear :
Los jóvenes pueden identificarse con Sarah Silverman, auténtica, salvaje, mal hablada, sincera, exitosa, linda pero no artificial, ni top model.
Los jóvenes le dicen a sus abuelos, Obama va a resolver problemas que tenemos y nos complican la vida
Lo prohibido- permitido, tiene que ver con darse el permiso de votar a alguien que a priori no es visto como un amigo de Israel, y que es negro ( existen algunos recelos importantes entre la comunidad judía y la afro americana) entre otras cosas.
Se le pide que vayan como tribu, como grupo, jóvenes judíos a cumplir una misión difícil e importante, contra un poder grande como son los prejuicios y relatos ocultos del segmento, y de resultados a obtener palpables.
La cultura que viene, variables blandas que agrupan segmentos en forma transversal y los ponen en escenarios diferentes a los protagonizados por la generación de sus padres.
La Web 2.0 como territorio propio es herramienta, plataforma y espacio de acción de nuevas formas de participación política.
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