viernes, enero 31, 2014

Caló explotó contra el Gobierno

Las suspensiones en Peugeot, motivo de la bronca de Caló con Cristina
En Caseros y Brandsen hay personal fuera de servicio. La baja del empleo se siente en la obra social.
Antonio Caló explotó contra el Gobierno esta mañana y aunque no se define a participar de la próxima cumbre de gremios opositores, cuando habla con las bases no oculta su preocupación por la inacción del Gobierno.

El mayor conflicto que acarrea la UOM son las suspensiones en las plantas de Peugeot en Caseros y Jeppener, iniciadas hace más de un año por la merma de la demanda de Brasil, un mercado que el Gobierno nunca logró recuperar. La devaluación complicó más una salida y el panorama es incierto.
“Lo que acordamos el año pasado es que cobren un 65% del sueldo y un subsidio del Ministerio de Trabajo (el Repro). Ese fue el acuerdo por todo el año pasado que renovamos por este mes, cuando los muchachos estaban de vacaciones”, explicó  con algo de incertidumbre, Raúl Torres, referente de la UOM de Caseros, cuyo principal exponente es el intendente de Tres de Febrero, Hugo Curto.
En Caseros habría más de 300 empleados fuera de servicio y unos 50 en Jeppener, partido de Brandsen, donde el personal también tuvo vacaciones en enero y espera una mayor actividad en febrero.
Cuando habla con los delegados regionales, Caló asegura haberse cruzado en duros términos con Cristina y Capitanich. De ahí se explica que hay haya dicho que a los empleados “no les alcanza para comer”.
El tema salarial tiene a maltraer a los metalúrgicos, con un salario inicial de 5 mil pesos y sin haber conseguido un anticipo para las paritarias, que comenzarán en marzo.
Caló se niega a tirar números por temor a motivar despidos, pero sus delegados creen imposible negociar un 18% como quiere Cristina. Será el momento donde la tensión llegue al máximo.
El sector automotriz es una de las puntales de la UOM, que agrupa a los empleados de las autopartes (los de las terminales están en Smata).
El Gobierno no los ayudó mucho con el impuesto a los autos de lujo, que golpeó a una parte de los de alta gama fabricados en el país.
Por ahora sin romper
En las regionales de la UOM la baja de actividad económica se hace sentir en la disminución de los aportes de la obra social. “Junto al aporte sindical, es lo primero que las fábricas dejan de pagar”, confiesa el líder una regional.
Pero de todos modos Caló todavía no quiso confirmar su presencia en la próxima reunión de las CGT de Moyano y Barrionuevo, que se hará el 19 de febrero en la sede de la calle Azopardo.
“Caló ha propuesto bajarse de la CGT y que Moyano se baje para que haya unidad de criterios” señaló  Enrique Salina, protesorero de la UOM.
“Pero no podemos tener el nivel de confrontación del negro, que pide un bono de 3000 pesos. El 82% de nuestro gremio son Pymes y jamás podrían pagarlo. Igual, el gobierno tiene que escuchar un poco más cuando le dicen que esta es una situación difícil”, agregó.
Carlos Acuña, jefe del gremio de empleados de estaciones de servicio, puntal de la CGT de Luis Barrionuevo, dijo  que para el 19 sólo están confirmados los 105 que fueron a Mar del Plata, donde se destacaron las incorporaciones de colectiveros y maquinistas.
“Pero todos hablan con todos. Caló también, habla bastante con Barrionuevo”, confesó.
Si algo faltaba para juntarlos tal vez para esa fecha Hugo Yasky y Edgardo Depetri presentará el proyecto para darle personería a todos los gremios chicos, una idea que podría ser avalada por Cristina.
“Cuando los compañeros de la región tratan de copiar nuestro modelo no van a poder venir con esto. Yasky y Depetri sólo quieren desmembrar la presencia sindical”, se enfureció Salina.

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