domingo, enero 12, 2014

Claves de la traducción del crecimiento en desarrollo en Argentina

Existen grandes oportunidades en sectores vinculados a la explotación de Vaca Muerta, en agroindustria, desarrollo de la lógistica, el software, el litio y audivisuales, entre otros.

 
En prácticamente todos los sectores de la economía existen ramas o actividades que, en el corto, mediano y largo plazo, tendrán potencialidades especiales que podrían empezar a manifestarse ya a partir de 2014.
 
A pesar de los condicionantes internacionales en lo que hace al comportamiento del comercio internacional cuyo incremento en 2013 concluiría en niveles similares a los registrados en 2012 de apenas un 2%, diferentes aspectos plantean, según el caso, grandes oportunidades de negocios, inversiones y creación de empleo según la opinión vertida por los especialistas. 
 
DE MAYOR A MENOR. En primer lugar la explotación de Vaca Muerta. Es que, más allá de las los recursos no convencionales que subyacen en el yacimiento y cuya extracción de por sí plantea un negocio de envergadura en materia energética con ganancias sensibles, la implementación del proyecto plantea un fuerte impacto sobre otros varios sectores de la economía.
 
La tracción de aquellos subsidiarios industriales y proveedores de insumos como la siderurgia, la metalmecánica y la industria química, que pueden producir insumos esenciales; o las empresas proveedoras de servicios y construcciones petroleras. Pero, además, aunque a un plazo más lejano, se podría beneficiar el conjunto del entramado productivo a partir del acceso a energía más barata incrementando su productividad y, a su turno, su competitividad internacional.
 
Existen grandes oportunidades en sectores vinculados a la explotación de Vaca Muerta.
En ambos casos, en realidad, dependerá de los términos finales de los acuerdos de explotación en la medida en que, según señala Pablo Dragún, economista del Centro de Estudios de la UIA, tanto el orígen de los proveedores como los precios de los productos serán materia de negociación.
 
Según señaló a este diario "está el problema de conjugar el precio que permita conseguir inversores y el que ayude a desarrollar la competitividad industria en general. Es un tema de política económica, un armado institucional más complejo", explicó. Además, sobre el origen de los proveedores industriales explicó que existe el riesgo de que "los acuerdos se cierren 'llave en mano' con proveedores extranjeros ligados a los inversores". 
 
CONSTRUIR Y TRANSPORTAR. En otro orden, hay grandes expectativas en lo que hace al cemento y los materiales de Construcción porque se está canalizando la obra pública y se descuenta la continuidad del plan PROCREAr,  hay un potencial concreto ya para el año próximo. En rigor, ya en 2013 el sector mostró fuertes incrementos  que, para el caso del cemento se plasmaron en el último informe del Estimador Mensual Indsutrial de noviembre en el que se verificó un incremento del 13,2% con relación al mismo mes de 2012 y del 8,2% en el acumulado anual con relación al mismo período de 2012.
 
A más largo plazo, el economista de la UIA identificó "grandes oportunidades a partir de la mejora en la logística que beneficiará a todos los sectores pero que, si hay un plan estratégico para recurrir a proveedores locales y se consigue financiamiento podría ponerse en pie nuevamente la industria nacional ferroviaria y hasta la naval". 
 
TECNOLOGÍA DE PUNTA. Con niveles de desarrollo muy distintos se encuentran dos sectores que también fueron identificados con una inmensa potencialidad y que, ubicados en puntos antagónicos de la cadena de valor, están ambos vinculados con el sector de tecnología. Por un lado la industria del software que, según el economistas de la UIA, "es probablemente el sector que más ha crecido", y que ya constituye una realidad de la industria nacional.
 
Se trata de un sector clave para la mejora de la competitividad en todos los sectores de la economía, y nuestro país presenta inmejorables condiciones para su desarrollo: alta calidad de sus recursos humanos, buen nivel educativo y bajos costos relativos. Con más de 4 mil empresas y cerca de 80 mil trabajadores, se trata de un sector con un marcado protagonismo de las pymes y empresas unipersonales, que llegan a representar a cerca del 80% de la oferta existente. La importancia estratégica del sector responde a su vinculación transversal con innumerables industrias. Desde la promulgación de la Ley 25.856 en 2003 (y su extensión hasta el 2019) esta industria ha venido  desarrollando un importante papel  como motor del crecimiento de la economía nacional.
 
Los números son más que elocuentes: entre los años 2004 y 2012 la facturación sectorial creció un 330%, con una tasa promedio anual del 17% en dólares. Mientras que en lo referido a las ventas externas, las mismas crecieron un 414% entre los años 2003 y 2012, con un promedio anual del 20 por ciento. Para el año 2013 los números indican 900 millones de dólares en exportaciones, 3750 millones de dólares en facturación y 78.500 empleados. Las perspectivas favorables de crecimiento del sector están expresadas en el Plan Estratégico Industrial 2020: 7330 millones de dólares de producción, 134.100 puestos de trabajo y 3000 millones de dólares en exportaciones." concluyó.
 
En el otro extremo y con un nivel de desarrollo real muy inferior pero con potencialidades todavía inconmensubrales, se encuentra la industria del Litio. La frontera tripartita de Chile, Argentina y Bolivia concentra el 50% de las reservas mundiales del mineral. Por ese motivo la revista Forbes bautizó la zona como "la Arabia Saudita del futuro". Es que, el mineral es un insumo clave para la fabricación de baterias de netbooks y celulares y podría, además, utilizarse para la fabricación de baterías para la naciente industria eléctrica automotriz. Con todo, por el momento solo una compañía australiana está produciendo mientras que empresas norteamericanas y francesas están en período de exploración.
 
Si bien las exportaciones de litio bajo diversas formas no alcanzan aún los 60 millones de dólares anuales y los mercados están abastecidos, las potencialidades futuras se dan por descontadas y a hay proyectos en curso para elevar la capacidad de producción desde los 1200 a las 20 mil toneladas anuales. El desafío pasa por promover la  agregación de valor en orígen vinculando el mineral con la producción de baterías y otros prodcutos tecnológicos. Ya existen proyectos en el CONICET para la producción de baterías argentinas y planes oficiales para promover la implantación de empresas internacionales en el país capaces de abastecer, por ejemplo, la producción de netbooks para el plan Conectar Igualdad. 
 
EL SECTOR AGRÍCOLA. Es indudable el carácter nodal del sector agropecuario en la economía nacional. El desafío oficial pasa por la agregación de valor en los productos primarios y en la sustitución de insumos industriales asociados al sector.
 
A partir de una nueva cosecha récord que se espera para el próximo año, Pablo Dragún, destacó que "un sector importante y con gran potencialidad es el de maquinaria agrícola que ya se benefició con una fuerte sustitución de importaciones. En 2007 hubo un récord de 28 mil unidades vendidas entre cosechadoras, sembradoras, pulverizadoras y tractores, ahora están en 20 mil pero hubo un repunte fuerte que acompaña la producción agrícola. Lo interesante es que aumenta la proporción nacional sobre el sector. Incluso hay un registro de exportación de estos productos a partir de acuerdos puntuales como por ejemplo con Venezuela o Angola y se benefició con políticas de impulso por parte de organismos públicos".
 
En lo que hace a otros sectores de producción primaria el economista de la UIA identificó la producción de carne bovina, el sector lácteo y el sector frutihortícola "que amerita un trabajo más fino en la cadena de valor" para explotar un fuerte potencial que existe para los próximos años. Por último aseguró que, "el sector de alimentos tiene grandes oportunidades pero tiene que superar los problemas de costos a partir de mejorar la logística en las economías regionales". Además apuntó que "la agroindustria en general tiene grandes oportunidades que, si se crearan marcas propias, además, traccionarían otros sectores como el de plásticos y papel y cartones a partir de las necesidades de packaging que plantearía".
 
MÁS OPORTUNIDADES. Las fuentes consultadas identificaron otros sectores puntuales con potencialidades como la biotecnología, en particular la vinculada con el sector agropecuario, la industria audiovisual que ya tiene a nuestro país posicionado internacionalmente como productor de contenidos, la farmacéutica, la industria del juguete, la textil. Todas ellas, por diferentes motivos, y dependiendo de factores diferentes podrían desplegarse en los próximos años.

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