El nuevo año trae elecciones presidenciales en siete de los 19 países latinoamericanos.
En cuatro de ellos, la variopinta izquierda de la región pondrá en
juego su poder. El Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil buscará la
reelección de Dilma Rousseff. En Bolivia, Evo Morales,
del Movimiento al Socialismo (MAS), persigue su tercer gobierno
consecutivo. En Uruguay, el Frente Amplio intentará mantenerse en el
poder con el regreso a la jefatura de Estado de Tabaré Vázquez (2005-2010). En El Salvador,
el Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN) procurará la
victoria de Salvador Sánchez Cerén, exguerrillero y actual
vicepresidente del país.
La izquierda también sueña con hacerse con el poder en Costa Rica,
donde el candidato José María Villalta, del Frente Amplio, pelea mano a
mano en las encuestas con Johnny Araya, del centrista Partido Liberación
Nacional (PLN), de la actual presidenta Laura Chinchilla.
También habrá comicios en dos países regidos por el centroderecha:
Colombia, donde anhela la reelección Juan Manuel Santos, del llamado
Partido de la U (Unidad Nacional), y Panamá, donde Cambio Democrático
aspira a sostenerse en el poder al reemplazar a Ricardo Martinelli por
José Domingo Arias.
Después del reciente triunfo de la socialista Michelle Bachelet,
que asumirá el poder en marzo, diversas izquierdas, desde moderadas a
radicales, gobernarán en diez países latinoamericanos. Aunque las
definiciones políticas son difíciles de hacer, sobre todo en esta
región, se puede decir que los partidos de centro gobiernan en cuatro
países y, la derecha, en cinco. Claro que el panorama puede cambiar en
el año que ha comenzado. No es un dato menor que, después de tres años
seguidos de desaceleración económica, se espera que la región vuelva a
crecer un poco más rápido en 2014, sobre todo en México
y Centroamérica, por la recuperación de Estados Unidos. Las
perspectivas en Sudamérica, en cambio, dependen más de la caída de los
precios de las materias primas, que todavía se mantienen a niveles
históricamente altos.
El 2 de febrero comenzará el año electoral latinoamericano con
presidenciales en Costa Rica y El Salvador. En Costa Rica, uno de los
países más prósperos de esta región en vías de desarrollo, la economía
no marcha de la mejor manera y por eso la izquierda, en la versión
socialdemócrata del Frente Amplio, sueña con llegar al poder por primera
vez en su historia. En El Salvador lo logró ya en 2009, con la victoria
del moderado Mauricio Funes.
Su país consiguió algunos progresos sociales, pero el bajo crecimiento
de la economía lastró muchas ambiciones. Ahora la exguerrila del FMLN
peleará por mantenerse en el poder frente a Norman Quijano, de la
derechista Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), que busca regresar
al mando que retuvo entre 1989 y 2009.
El 4 de mayo serán los comicios de Panamá. El conservador Cambio
Democrático procurará seguir gobernando frente a la alianza de
centroderecha El Pueblo Primero, que postula a Juan Carlos Varela y que
integran los partidos Panameñista, que abandonó la alianza de Martinelli
al denunciar presunta corrupción en el Gobierno, y Popular. En las
encuestas figura en tercer lugar el socialista Partido Revolucionario
Democrático (PRD), con Juan Carlos Navarro a la cabeza.
El 25 de mayo será el turno de Colombia. Allí la disputa estará centrada entre Santos,
que someterá también a referéndum su negociación de paz con la
guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), y su
antiguo mentor, el expresidente Álvaro Uribe (2002-2010), que fundó un
nuevo partido con su propio nombre, Uribe Centro Democrático, y puso
como candidato presidencial a Óscar Zuluaga. El electorado que no los
quiera podrá optar por las izquierdistas Clara López, del Polo
Democrático Alternativo, y Aída Abella, de la Unión Patriótica. Antes,
el 16 de marzo, se celebrarán comicios legislativos.
El 5 de octubre se votará en el país latinoamericano más poblado,
extenso y con mayor poder económico, Brasil. Después del Mundial de
Fútbol, que se celebrará del 12 de junio al 13 de julio y que depositará
los ojos del planeta en este país, Rousseff buscará la reelección, con
lo que el PT conseguiría mantenerse 16 años en el poder. Al igual que en
Colombia, Costa Rica, Panamá, Uruguay y Bolivia, Brasil define la
presidencia en segunda vuelta si ningún candidato supera el 50%, por lo
que tal vez Rousseff, muy popular pese las tensiones sociales de 2013,
deba enfrentarse al centrista Partido de la Social Democracia Brasileña
(PSDB), que postula a Aécio Neves, o al Partido Socialista, que
seguramente promoverá a Eduardo Campos, exministro del Gobierno de Luiz
Inázio Lula da Silva (PT, 2003-2011).
Uruguay elegirá presidente el 26 de octubre.
Antes, el 27 de abril, se celebrarán las primarias. Vázquez aspira a
suceder a su correligionario José Mujica. En la derecha, el Partido
Nacional (Blanco) aparece con más apoyos en las encuestas que el
Colorado, pero primero deberá definir si su candidato es Jorge
Larrañaga, más girado al centro, o Luis Lacalle Pou, hijo del
expresidente Luis Alberto Lacalle (1990-1995), cuyo gobierno fue
identificado con la ola neoliberal latinoamericana de los 90.
También en octubre votará Bolivia. La Constitución de 2009 prohíbe
tres gobiernos consecutivos, pero el Tribunal Constitucional habilitó
con un fallo en 2013 una nueva candidatura de Morales porque consideró
que su primera legislatura (20062010) no computa porque no llegó a
agotarla y que con la reforma de la Carta Magna se refundó el país como
un Estado plurinacional. Entre sus rivales figuran Rubén Costa, del
conservador Movimiento Demócrata Social, y Juan del Granado, exaliado de
Morales y líder del Movimiento Sin Miedo.
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