Las herramientas para medir los términos de búsqueda en
ocasiones nos dan también material para hacer algunas suposiciones sobre
las prácticas de quienes los buscan. Y pueden revelar aspectos muy
interesantes de las culturas de cada país.
Cuando se refiere a pornografía, el
Internet es la dulcería más nutrida del mundo, lista para satisfacer los
deseos más específicos y particulares de todos los interesados e
interesadas. El sitio PornMD nos
permite revisar de manera gráfica los 10 términos de búsqueda más
utilizados en sitios porno como Pornhub, YouPorn y Xtube, a través de un
periodo de 6 meses y con la posibilidad de consultarlas individualmente
por países de todos los continentes.
Así, mientras en los Estados Unidos las
categorías más buscadas tienen que ver con las adolescentes, las MILF
(acrónimo de “Mother I’d Like to Fuck”, o el desfogue de las tendencias
edípicas con mujeres mayores) y las prácticas sexuales en las
universidades, México destaca por incluir en 5 de 10 categorías la
preferencia gay, lo que da muestra de que la sexualidad en el país se
desarrolla mayormente “en el clóset”.
En el caso de Sudamérica, Brasil hace alarde de los famosos derriéres
de sus modelos en categorías dedicadas a las producciones anales hechas
en el propio país; el público colombiano y argentino prefiere en
general a las jovencitas, mientras en Chile los términos de búsqueda más
usuales son los que tienen que ver con el sexo gay, tendencia que
permanece por lo menos en 5 de las 10 categorías más buscadas en todos
los países latinoamericanos
Los japoneses, contrario a lo que se
podría pensar, permanecen en categorías más bien conservadoras y
endogámicas (tal vez porque están demasiado ocupados visitando museos dedicados al sexo, lamiendo las manijas de las puertas o poniéndose ropa interior de mujer en la cara):
los japoneses sólo consumen porno japonés y 5 de sus 10 búsquedas más
usuales son variantes gay también, tendencia que comparten con China,
Camboya, Tailandia y otros países asiáticos.
Algo curioso es que, fuera de Estados
Unidos, en cada país predomina como categoría de búsqueda el nombre del
propio país. Esto implica que la categorización del porno busca llevar a
cabo la fantasía última: observar cómo tienen sexo las personas más
cercanas a nuestra propia cultura, a través de categorías como amateur,
con lo que, especulando un poco, se realiza la fantasía de vernos a
nosotros mismos en pantalla. Aunque la masturbación no es el fin último
de ver porno, el buscar categorías que tienen que ver con tu lugar de
origen implica un onanismo en segundo grado, un desdoblamiento simbólico
perfecto que te vuelve a la vez espectador y objeto de contemplación.
[PornMD]
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