El Gobernador pretende bajar el tono de la campaña proselitista para no confrontar con el Gobierno nacional. La orden a sus ministros es concentrarse en la gestión. En la carrera a 2015 comienza su proyección internacional
“Nos tenemos que ocupar del presente de la gente, no del futuro de los dirigentes”, indicó un sciolista, y atribuyó la frase al propio mandatario. La misma se dijo en la oficina del Gobernador en el Banco Provincia en la tarde del jueves 6 de febrero. Escuchaban Alberto Pérez, Martín Ferré, Silvina Batakis, Oscar Cuartango, Cristian Breitenstein, Gustavo Marangoni y Santiago Montoya.
Entre otros temas coyunturales por los cuales la reunión fue convocada, Scioli se separó de la agenda e hizo la bajada de línea. Pidió atemperar el tono con relación a 2015 y concentrar todos los esfuerzos en la gestión. Lo entiende como el camino más propicio en este momento para seguir en el tapete mediático, y mantener cierta ventaja de instalación respecto de los posibles competidores (internos y externos) en las próximas presidenciales.
“Una cosa es el verano, donde la gente está más permeable; ahora, lo que verdaderamente le importa es que le solucionemos los problemas, no que se haga referencia permanentemente a 2015”, justificó un operador bonaerense.
De todos modos, de vez en cuando no faltarán dirigentes provinciales que proclamen las bondades del gobernador bonaerense para ser Presidente, destacando su condición de dialoguista y hombre de consenso.
El propio Scioli utilizará sus incursiones fuera de la provincia de Buenos Aires como una exposición de candidato en carrera, disfrazada de visita protocolar o de gestión, tanto dentro del país como en el exterior. Por caso, el viaje a Estados Unidos para exponer en el Council of the Americas, un lugar donde disertó en 2013 Cristina Fernández y años anteriores lo había hecho el ex presidente Néstor Kirchner.
El Gobernador ya tiene comprometida su presencia en la Fiesta Nacional de la Vendimia, a desarrollarse entre el 2 y el 11 de marzo en Mendoza, y podría hacer una visita a Entre Ríos, en el marco del carnaval, aunque esto no está confirmado.
Acentuar la gestión
“La gestión tiene que ser la apuesta fuerte”, dicen en calle 6. En ese marco, los principales objetivos pasan por la ampliación de la autopista Buenos Aires - La Plata, que el Gobernador quiere inaugurar en seis meses; la culminación de obras en marcha, como la ruta 6 y la repavimentación de otras arterias vitales para el movimiento de la producción; el pleno funcionamiento del puerto La Plata y la construcción de, al menos, cinco nuevas Unidades de Pronta Atención sanitaria.
“Macri busca levantar la imagen de su gestión con treinta cuadras de carriles exclusivos en la 9 de Julio; nosotros, sin tanta estridencia, nos mandamos treinta kilómetros de autopista inteligente”, se ufanó un funcionario, sin olvidarse del objetivo a largo plazo, con chicanas hacia uno de los posibles rivales presidenciales.
Pero la mayor cantidad de fichas se colocan en el más riesgoso de los juegos, por el entusiasmo que le generaron los comentarios favorables recibidos en Mar del Plata por el Operativo Sol, que tuvo su gran incidencia en ciudades como Pinamar, Cariló y Mar del Plata. Aunque sin mucho resultado que mostrar, ya que la gente no tuvo esa sensación de seguridad que se quiso mostrar desde la jefatura bonaerense.
Scioli pretende terminar el año con un gran anuncio: la incorporación de, por lo menos, 10.000 nuevos policías, cuyo principal destino será el Conurbano, donde se pretende ralizar un “operativo saturación”.
A partir del 17 de febrero, el Ministerio de Seguridad comenzará con los desembarcos en los distritos designados para las evaluaciones, y pondrá en marcha la etapa final del reclutamiento, que irá acompañada de una campaña publicitaria por la que se invita a los jóvenes a incorporarse a la fuerza.
Desde el gobierno, los voceros dicen que “tiene que haber policías hasta en la sopa. En la costa bajó el delito a la mitad, y eso debe pasar en toda la Provincia; 2014 tiene que terminar con los distritos inundados de policías, especialmente en el Conurbano. Será el operativo de saturación más grande de la historia”. Un optimismo muy riesgoso. Ya fuentes del Ministerio de Seguridad se quejaban de que para achicar las cifras del delito, en las comisarías ocultaban las denuncias realizadas en la costa atlántica. El objetivo se cumplió: se bajó la sensación de inseguridad. Pero no el delito, ya que varios funcionarios del entorno del Gobernador sufrieron el accionar delictivo en carne propia.
El equipo económico del Gobernador
Desde el entorno de Scioli dicen que con el equipo ministerial que tiene no puede afrontar una futura Presidencia, y comenzaron a rondar los distintos nombres para un posible gabinete. Las operaciones de prensa largaron en primera línea, pero las fotos que se repartían desde las usinas de propaganda del Gobernador decían mucho más que los rumores de pasillo. La reunión con Mario Blejer dejó por sentado no sólo su cercanía, sino que también trascendió que lo asesora desde hace tiempo. Por su parte, Roberto Lavagna es un hombre de consulta permanente.
Las reuniones en el piso de la sede del Banco Provincia son miradas con mucha atención por la Casa Rosada.
Posicionamiento internacional
El Gobernador se presentó el día miércoles en el Council of the Americas para brindar una conferencia destinada a promover exportaciones e inversiones en el país. Así rezaba el eslogan que repetían en los pasillos de calle 6, pero el motivo principal del viaje fue su presentación en sociedad como candidato a Presidente en 2015. Desde el Frente Renovador vienen instalando la imagen de Sergio Massa en tal sentido. Desde el equipo de asesores del mandatario bonaerense le aconsejaron “no quedarse atrás y emprender un tour de exposiciones internacionales que pueda dejarlo posicionado para el futuro; ante el miedo a un desenlace abrupto del gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, seguir esperando nos juega en contra”.
Pero la mayor preocupación radica en demostrar que son distintos, que Scioli es una persona de diálogo, conciliador, y que, por sobre todo, respeta las instituciones. Que nunca tomaría medidas drásticas en perjuicio de los compromisos asumidos con anterioridad por el país. En definitiva, busca tranquilizar a los mercados; sus asesores quieren que su figura no quede pegada a un kirchnerismo duro.
Los tiempos políticos ya no se miden en años, ni en meses, se miden en días y, de acuerdo a la situación económica imperante en la city, muchas veces en horas. Hoy, las decisiones importantes se toman contra reloj.
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