Por Rubén Weinsteiner para Newsweek
En la Web social cada jugada tiene no solo peso táctico, sino también dimensión estratégica. Cada avance, cada propuesta de valor, a la vez que produce resultados, moldea nuestro posicionamiento, nuestra identidad, personalidad, discurso, simbología y ritualidad, personalidad, es decir las variables constitutivas en de nuestra marca política.
Twitter es una herramienta maravillosa pero hay que tener cuidado con su uso. Nos expone a un nivel emocional intenso de transacción, donde podemos quedar muy expuestos. En Twitter, reaccionamos, discutimos, nos peleamos, revelamos grandezas y miserias a la vista de millones. Es como si a cualquier CEO o presidente lo siguiera una cámara las 24 horas, y lo filmara cuando gesticula o insulta a otro conductor porque no avanza el tránsito, o cuando se pelea con un vecino, la esposa o el televisor ante un debate o un partido de fútbol.
Y Twitter por su viralidad, reproductibilidad y hallabilidad, tiene más exposición indirecta que directa. Los Tweets aparecen en Google, pueden ser retwitteados, reenviados, viralizados y son levantados por la prensa, en la gráfica la radio, la TV.
Los twitts construyen una narrativa que trasciende. Algunos políticos parecieran estar demasiado enfocados en comunicar lo que hacen día a día, y muchas veces de manera tan artificial que resulta obvio para todos que no escriben ellos, lo cual defrauda al receptor. Pierden de vista que en Twitter como en toda la Web social , lo que hay que comunicar son ideas y sentimientos y no solo informar.
Los buenos comunicadores en la Web social construyen una narrativa que describe al receptor la esencia de su voluntad política, su reason why, así como su visión personal, su historia, sus metas, sus fortalezas y debilidades, sus dificultades, permitiendo al emisor experimentar empatía con el .
Esa empatía, apoyada en la emocionalidad permite colonizar subjetividades, diseñar y edificar una ingeniería de consensos a favor de los objetivos estratégicos.
Un buen tweet no es lo mismo que un buen twiteador, y lo importante más que un buen tweet es una estrategia de comunicación. La gran revolución 3.0 está representada por el formato dialogal. En la Web social los líderes no dan discursos, presentan narrativas constituidas en propuestas de valor, que dan origen a conversaciones entre audiencias de audiencias.
Dentro del proceso productivo de la información: fuente, gatekeeper, editor, medio, público, Twitter es sin duda un gatekeeper transparente, ya que espeja las emisiones de los protagonistas sin contaminarlas.
Algunos casos:
Piñera el ex presidente de Chile era un twittero espasmódico, había días en los que twitteaba gran cantidad de mensajes, y otros, muchos, nada. En octubre de 2010, durante el rescate de los 33 mineros atrapados en Copiapó, publicó poco, y era un período donde la gente necesitaba sus twitts.
Piñera twitteaba principalmente dos tipos de mensajes; algunos compromisos de su agenda y objetivos grandes y difusos (“Juntos vamos a derrotar la pobreza extrema y sentaremos las bases para ser un país desarrollado y sin pobreza antes que termine esta década”). Cotidianeidad poca: “Después de mucho tiempo, comiendo en familia, con los hijos y con los nietos. Se echan mucho de menos estos momentos!”.
Dilma es directa y dura como twittera: “¿De dónde sacaron que huir de la lucha es exiliarse? El exilio significó la diferencia entre la vida y la muerte para los exiliados brasileños”. Y: “Grandes amigos míos, corajudos y valientes, sólo tuvieron una salida en la dictadura, exiliarse. Decir que los critiqué es tener mala fe”.
Correa twittéa desde el balcón y para la tribuna : “Mientras los perros ladran es porque voy avanzando hacia la Revolución Ciudadana ¡¡¡¡¡¡Viva Ecuador!!!!!!! (28 de junio de 2011)
“Hay que seguir luchando para transformar a nuestro pueblos de tanta basura que le mete el imperio en las mentes”. (27 de junio de 2011)
Calderón el presidente mexicano es el más artificial, “ Estamos muy felices de haber inaugurado el segundo tramo de la escuela N 154 ” “Que alegría haber entregado inaugurado la autopista ”.
Cristina es es espasmódica, con oscilaciones pronunciadas, cuando twittea larga 30 twitts juntos, ataca y se defiende, construyó códigos internos como las palabras en inglés, y resulta a veces artificial el verbatim, se nota que a veces dicta pero que el que twittea tiene una inconveniente auntonomía.
En la Web social más importante que lo que decimos nosotros es lo que dicen las audiencias de audiencias de nosotros.
Las conversaciones tienen lugar con o sin nosotros, depende de nosotros estar y en que formato. Si no estamos, estaremos igual pero sin la capacidad de influenciar.
Las conversaciones tienen lugar con o sin nosotros, depende de nosotros estar y en que formato. Si no estamos, estaremos igual pero sin la capacidad de influenciar.
Saber escuchar bien es clave. No hay que abusar de la cotidianeidad da artificial, hay que apuntarle a líderes de opinión en Twitter, y el derrame va a llegar más limpio al llano, al twittero de a pie.
Promesa, identificación, perspectiva y deseo en un territorio expresivo de autenticidad y simplicidad, constituyen una hoja de ruta poderosa en Twitter, para poder "sujetar" a los sujetos de elección y construir una marca política sólida hacia el interior del #votojoven.
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