domingo, marzo 16, 2014

Zamora: "El último líder que tuvo la UCR fue Raúl Alfonsín"

Entrevista a Gerardo Zamora, presidente provisional del Senado. Cree en la concertación, defiende la gestión kirchnerista y advierte que el radicalismo carece de liderazgos.

 
Durante el mensaje ante la asamblea legislativa, Cristina Fernández puso al senador Gerardo Zamora, elegido horas antes como presidente provisional de la Cámara Alta, como ejemplo de la continuidad y permanencia de aquella concertación que conformara Néstor Kirchner hace ya una década junto a un sector del radicalismo y otras fuerzas políticas. Zamora se muestra agradecido y reivindica su condición de radical K: "Soy leal a este proyecto", asegura.
 
Pero para acceder al cargo que ostenta, y que lo convierte en tercero en la línea sucesoria presidencial, no contó con el respaldo del bloque radical. Lejos de influenciarlo, el dato le sirve para justificar una de las ideas  más contundentes que pronunciará durante el diálogo con Tiempo Argentino: la UCR vive una crisis producto de la ausencia de liderazgos. Por si acaso aclara: "El último líder que tuvo el radicalismo fue Raúl Alfonsín."
 
–Prácticamente ha terminado un complicado y difícil primer trimestre del año. ¿Cómo visualiza la situación del país?
 
–No ha sido la primera vez que el gobierno tuvo que sortear movidas especulativas financieras y la verdad que se vivieron momentos duros. Por todo lo que hicieron esos sectores y de acuerdo a lo que se presagiaba o especulaba deberíamos tener un dólar por las nubes, estar sin reservas, con una situación de ingobernabilidad y de hiperinflación para repetir épocas que hemos vivido. Pero la verdad que la presidenta, a través de sus firmes decisiones, ha puesto las cosas en su lugar. Por lo tanto, vamos a retornar a la tranquilidad bursátil, al crecimiento sostenido y, por supuesto, continuaremos con la inclusión porque lo que se ha logrado en estos años de generación empleo, de inversión en infraestructura y políticas activas importantes, los argentinos lo debemos defender. 
 
–No sólo hubo sectores de la economía concentrada que pugnaron por desatar una crisis, también hubo sectores políticos que acompañaron.
 
–Mire, a mí me preocupa que haya sectores políticos que consideren, embarcados ya en una campaña electoral, que si al país le va mal les llegará agua para su molino. Es lo peor que le puede pasar a los argentinos. De todas maneras soy optimista porque represento a una provincia que tal vez fue una de las más excluidas de las políticas que tuvieron los gobiernos nacionales anteriores y por eso defendemos este modelo. Desde nuestro gobierno provincial tomamos precauciones y asumimos el programa de Precios Cuidados y avanzamos en el diálogo con todos los sectores, porque más allá de todas estas especulacioneshay cuestiones que se deben seguir atendiendo como la salud, la educación, la seguridad porque enero fue caliente pero todo comenzó en diciembre con lo que ocurrió con la sublevación policial. Pero el gobierno nacional está fuerte y tomando decisiones políticas que condicionan a la economía. 
 
–¿Ve una actitud maniquea en eso de buscar que le vaya mal al país para asegurar un triunfo electoral?
 
–Sí, por supuesto y quizá ha sido una constante en muchos momentos del país. Le pasó a Alfonsín pero el tema es que creo que hay que defender lo realizado, aún cambiando algunas cosas. Por eso sostengo que la ciudadanía debe buscar que a este gobierno le vaya bien. Es como actuar en defensa propia porque es irracional pensar que al país le va a ir mejor después de una crisis. Mire, en el año '89 lo presionaron a Alfonsín para que dejara anticipadamente el gobierno. Todo el mundo habla de la hiperinflación de esa época pero un año después tuvimos los picos más altos de ese flagelo. Entonces, cuando ocurre una crisis de esta naturaleza no se la frena en dos o seis meses y produce efectos muy duros. Por eso me parece muy poco inteligente que haya sectores políticos que apuesten a una crisis para beneficio propio, que les pueda convenir algo así porque aunque puedan acceder al gobierno tendrán una situación muy compleja para solucionar. Sería una lástima que por especulación o perversidad de sectores interesados en provocar estas crisis se pueda perder todo lo alcanzado. Creo que más allá de las cuestiones políticas, partidarias, sectoriales, espero que a la presidenta le vaya muy bien.
 
–Esperaba una actitud más institucional de partidos como la UCR o los peronistas disidentes? 
 
–Ojalá que esto se revierta porque el gobierno ha demostrado que las corridas especulativas, como las de enero, buscaban horadar la gobernabilidad. Pero además, si estas maniobras hubiesen tenido éxito también habrían sido afectados los votantes de esos partidos de la oposición. Por eso creo que esto es una cuestión de madurez democrática y por eso la presidenta ha convocado a una apertura de diálogo importante durante la inauguración del período de sesiones ordinarias del Congreso y tuvo gestos de convocar permanentemente sobre estos temas. Es una buena oportunidad y espero que la sepan aprovechar. Considero que la pelea no es entre políticos sino una pelea contra la antipolítica que es perversa porque la desprestigia para beneficiar a los oscuros intereses que nada tienen que ver con los sectores populares. No hay que caer en esta trampa.
 
–En ese discurso la presidenta reivindicó la concertación que parecía haber quedado en la nada.
 
–Fue una idea que impulsó Néstor Kirchner y, como bien dijo la presidenta, el hecho de que algún sector haya desertado no significa que la idea sea mala. En Santiago del Estero la llevamos adelante con mucho éxito donde el peronismo, el radicalismo y otros sectores trabajan juntos. Es más, en nuestra provincia la CGT está unida, integran mesas de trabajo y diálogo. Entonces, la concertación es posible.
 
–Usted habla de que es posible y necesaria la concertación, pero el antecedente es Julio Cobos
 
–En 2008 se vivieron momentos difíciles por la discusión de la resolución 125 y fueron provocados por estos sectores que defienden los intereses que recién mencionaba. Y bueno, hay gente que se maneja por encuestas y no se maneja con principios. No digo que sea bueno o malo mirar las encuestas pero eso no es la política.
 
–Para algunos dirigentes políticos las encuestas son un fin y no una herramienta.
 
–!Pero claro! Yo no puedo levantarme una mañana y mirar las encuestas para decirle a la gente lo que quiere escuchar. No importa el sector político, oficial u opositor, uno debe hacer lo que debe y no andar por el camino fácil. Porque a veces las encuestas tienen que ver con un humor determinado que puede estar influenciado por un bombardeo de información que tergiversa las cosas. Es cierto, también puede haber un reclamo legítimo pero no se puede estar especulando con las encuestas. Es preciso ser un dirigente político y no un simple actor que se mueve de acuerdo a las encuestas. Por eso siempre valoro las posiciones que adopta la presidenta por el convencimiento que ella tiene sobre estas, aunque después no tengan éxito como ocurrió con la 125 pero, convengamos, tiempo después todos los productores terminaron votando por ella porque hizo bien las cosas.
 
–Entonces, ¿usted fue designado presidente provisional del Senado porque hay una renovación de la concertación?
 
–Yo agradezco esta designación porque es una reivindicación a la idea de la concertación y además porque es una prueba de la confianza que existe y eso es muy importante. Mire, yo soy un dirigente provincial que apuesto en mi provincia por la concertación y hago todo para que al país le vaya bien. Todo mi sector va a seguir apostando a este proyecto. Ahora bien, creo que hay tener en cuenta un detalle importante y es que no sólo hubo sectores radicales que desertaron de este proyecto, de esta concertación, también hubo peronistas que se fueron.
 
–Existe el radicalismo K o es una construcción mediática?
 
–Son identificaciones que surgen y que no son ni malas ni buenas. Sirven para eso, para identificar determinadas posiciones. Lo que pasa es  que su momento fue muy fuerte el respaldo de radicales a este proyecto. Recuerde que fueron cuatro gobernadores y más de 200 intendentes que estuvimos de acuerdo con esta convocatoria que nos realizara Kirchner. Hoy no es tan así pero fíjese que muchos no han retornado al partido e incluso se fueron con (Sergio) Massa. Mire, es muy importante el fortalecimiento de los partidos políticos, vale aclararlo, pero hay una crisis de conducción y no logran contener a sus simpatizantes. Por ejemplo, en mi provincia la UCR parecía que se había acostumbrado a ser el segundo y que no se podría ganar la gobernación y cuando el partido asume esa condición es cuando se lo debilita. Pero un día decidimos ser alternativa, realizamos una propuesta concreta y terminamos ganando porque el radicalismo también es un partido frentista.
 
–Pero sus correligionarios no aceptan que un radical sea nominado para presidente provisional del Senado. El bloque de la UCR no lo votó.
 
–Pero es un problema de ellos porque pierden la oportunidad de hacer lo que corresponde. Y lo que hicieron no es un buen precedente pero no pienso polemizar. Eso sí, no me voy a afiliar a otro partido porque ir de un partido a otro no es patrimonio mío. Hay gente que se va y vuelve pero bueno son decisiones, no las mías.
 
–¿Considera que la UCR perdió el rumbo?
 
–Creo que hay muchísimos radicales, con los cuales tengo una muy buena relación, que tienen clara la cosa pero lo que le está faltando al partido es un liderazgo. Hoy no lo tiene, es un liderazgo muy pobre.
 
–Cuál fue el último líder que tuvo la UCR?
 
–El presidente Alfonsín. Porque la verdad que (Fernando) De la Rúa, que se perfilaba como tal, fue un fiasco. No pienso hacer leña del árbol caído pero había sido una posibilidad y como tal llegó al gobierno pero después no pudo tomar las decisiones que hay que tomar porque en definitiva no era un líder. Hoy la UCR tiene un doble problema porque no hay liderazgo ni para candidaturas ni para gobernar. Cuando lo encuentren el radicalismo se fortalecerá porque es uno de los dos partidos mayoritarios de la Argentina. Hoy, por ejemplo, el liderazgo de la presidenta Cristina es indiscutible, les guste o no, pero es indiscutible. 
 
–¿Hay algún proyecto político alternativo al que hoy usted adhiere?
 
–Mire, el mejor ejemplo es lo que sucede con el anteproyecto del Código Penal. Se conformó una comisión con representantes de la oposición y definieron un texto pero los mismos que participaron se expresan en contra. Eso demuestra que no tienen un proyecto, una idea de país. Hay una dificultad, no se ve una alternativa. Entonces cuando se habla de liderazgo no estamos hablando de patrones sino de aquel que pueda encausar ideas. Lo que hoy tiene la Argentina son candidatos y no líderes. Y todos los que aparecen parecen que se están alineando a la derecha, incluso en el socialismo. Todos los que conducen la oposición quieren ser presidenciables. No los critico, pero así se ve la oposición.
 
–¿Descarta una participación en alguna de las fórmulas presidenciales que puedan surgir del kirchnerismo?
 
–No tengo aspiraciones.
 
–Pero la presidenta lo elogió. Para algunos eso es suficiente para tener aspiraciones.
 
–Sí, está bien pero no lo planteó en término de candidaturas. A ver, ningún dirigente político hace renunciamientos a posibilidades porque pierde su esencia pero no tengo ninguna aspiración. No se me cruza por la cabeza eso. Yo quiero colaborar y además tengo una responsabilidad para con mi provincia porque nuestro proyecto político continúa y colaboramos a nivel nacional.
 
–Entonces la concertación ha renacido.
 
–No creo que sea un renacimiento. Creo que la presidenta tiene muchísima gente en el gobierno que no es del peronismo. Hay muchos que ocupan funciones y representan el nivel de alianza. La presidenta lo promueve. Yo, cuando fui gobernador, jamás fui discriminado por ningún ministro. Además, no hay que tener miedo a buscar una concertación. No me amilano, ni me apichono ni me avergüenza cuando se me adjetiva por estar con este gobierno porque estoy convencido. (Gira en su sillón y señala una foto que está detrás de su escritorio donde está parado al lado de Alfonsín y Kirchner). Esa foto se tomó cuando se homenajeó al ex presidente. Son dos personas que son muy importantes para mí, son dos grandes dirigentes y ese es el país que quiero.
 
–¿Qué opinión le merecen los precandidatos que surgieron del FPV?
 
–Los conozco a todos, son excelentes personas e imagino que se definirá en la elección primaria y me parece bien que se haga así porque fue una idea de esta gestión, a pesar de que todavía no la usaron (lanza una carcajada).

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