CRIPTOMONEDAS
Antes de Zcash, se decía que Monero (moneda en idioma esperanto), era la criptomoneda más privada y segura de todas. Sin embargo, quizá lo que la ha vuelto famosa fue su velocidad para llamar la atención de los mercados de la DarkNet o Internet Deep, que empezaron a utilizarla como un medio de pago mucho más anónimo que Bitcoin. Monero fue definida a finales de 2012 por Nicolas van Saberhagen (un nombre anónimo como Satoshi Nakamoto lo fue en la definición de Bitcoin), con el nombre BitMonero, y comenzó en abril de 2014 como una bifurcación precisamente de Bitcoin, utilizando el protocolo CryptoNote en lugar del programado por Bitcoin. Sus transacciones también se registran en una blockchain, pero sin revelar ni el emisor ni el receptor ni la cantidad real: tan sólo puede saberse que el monto mostrado siempre es menor que el verdadero. Se conoce que su desarrollo estuvo a cargo de 7 personas de las que sólo 2 han revelado su nombre: Riccardo Spagni, un sudafricano experto en software; y Francisco Cabañas, un físico canadiense; ambos entusiastas de las criptomonedas. Tras la bifurcación con Bitcoin, se encargaron de mejorar su código original e integrar el algoritmo CryptoNight. La tecnología que permite la privacidad absoluta de Monero es llamada "ring signatures" (firmas de anillo), un grupo de firmas criptográficas en la que sólo una de las que aparece es real, pero no hay forma de señalar cuál es ni de dónde provino, pues al mezclarse todas parecen válidas. Así que al realizar una transacción se mantiene el anonimato excepto para las partes involucradas.
¿Por qué blanquear si existe Monero?, se preguntan algunos 'nerds'. Para la comunidad de divisas virtuales, el año 2016 fue un muy buen ejercicio fiscal.
El Bitcoin duplicó su precio y hasta superó a la onza de oro troy.
El Ethereum, la extraña alternativa a Bitcoin, se disparó por un factor de 10.
Pero una divisa virtual alguna vez oscura, llamada Monero, las superó a todas, multiplicando su valor por 27 veces. Sin duda que fue inesperado no sólo para especuladores de divisas virtuales, sino también para los privados que invierten en todas partes; incluyendo unos cuantos narcotraficantes, que se enriquecieron de la noche a la mañana.
En el reciente año, el valor de la super anónima divisa virtual creció un 2.760%, resultando la divisa virtual que mejor rindió en 2016. Hoy cada Monero tiene un valor de US$ 12, comparado con apenas US$ 0,50 que valian a principios de 2016, y el valor colectivo de todos los Monero ha crecido cerca de los US$ 165 millones. La fuente de ese explosivo crecimiento parece ser la privacidad de Monero, que va más allá de la descentralización que hace a Bitcoin tan resistente al control gubernamental y bancario. Monero está diseñada para ser totalmente anónimo, virtualmente irrastreable.
Esas características han hecho de Monero un incipiente favorito dentro de, al menos, una comunidad que tiene una necesidad imperiosa de anonimato: La oscura red del mercado negro.
En agosto 2016, el sitio de mercado virtual negro Alphabay empezó a ofrecer a sus miles de usuarios la opción de aceptar Monero como alternativa del Bitcoin. Una veloz mirada a través del mercado muestra a los traficantes de todo tipo, desde tarjetas de crédito robadas hasta el tráfico de heroína y hasta mercaderes de armas de fuego aceptando la divisa virtual más sigilosa. Ese incremento en los usuarios ilícitos también ilustra el potencial de Monero, cuenta Riccardo Spagni, uno de los principales desarrolladores de Monero.
"Ese repunte entre las personas que realmente necesitan la privacidad es interesante", cuenta Spagni. "Si es lo suficientemente bueno para un narcotraficante, es suficientemente bueno para todos los demás".
Andy Greenberg escribió en Wired que es tentador pensar de las divisas virtuales en términos de Bitcoin; en parte a causa de que muchas divisas virtuales son derivados de Bitcoin. Pero Monero es una entidad totalmente propia, desde aquel documento que firmó el seudónimo Nicolas van Saberhagen, titulado Cryptonote, para presentar un sistema denominado "agradecido_por_hoy", posteriormente codificado en una moneda denominada BitMonero. Cuando programadores de código abierto en el foro de Bitcointalk discreparon con las directivas para la divisa virtual de "agradecido_por_hoy", ellos la dividieron en 2014 y así nació Monero, cuyo nombre simplemente significa "moneda" en Esperanto.
Su estructura soluciona varias vulnerabilidades de privacidad que evaden a Bitcoin, el cual, a pesar de su reputación para transacciones secretas, ha estado atascado en una vieja paradoja de privacidad: a diferencia de los servicios comerciales como PayPal, Bitcoin le permite a cualquiera gastar dinero sin brindar detalles identificatorios. Pero si la dirección de Bitcoin de alguien se encuentra vinculada a la identidad real, cualquier transacción de esa dirección será totalmente visible para el público del explorador de divisas virtuales (blockchain), que es el libro de contabilidad que previene el fraude y la falsificación en la economía Bitcoin.
Esconder esas transacciones requiere dar unos pasos extras, tales como direccionar los Bitcoins a través de "tumblers" que mezclan las monedas propias con la de los extraños; y ocasionalmente pueden ocurrir robos en ese trayecto; o apelar a técnicas como "coinjoin" o sea algunos programas de billeteras de Bitcoins, que mezclan los pagos para hacerlos más dificiles de rastrear.
"Si pago mi alquiler en Bitcoin, no será muy difícil para el dueño averiguar cuánto gano... si no tomo precauciones extras", dice el consultor de encripción y divisa virtual Peter Todd. "Entonces podrán decidir si desean aumentar el precio del alquiler. Estas dando información que no querés hacer pública".
Monero no solo concede características de anonimato en la divisa virtual misma, sino que implementa un par de aportes que Bitcoin todavía no puede ofrecer. Utiliza una técnica llamada "dirección sigilosa" para generar direcciones en las que recibir Monero y que son encriptadas; el receptor puede retirar los fondos, pero nadie puede vincular esa dirección sigilosa con el dueño. También implementa una técnica llamada "firma anillo", lo que significa que cada Monero gastado es agrupado con al menos otras 1.000 transacciones, para que la dirección del que lo gasta se mezcle con un grupo de extraños, y cada movimiento siguiente de ese dinero lo convierte exponencialmente más difícil para rastrear a la fuente. También usa algo llamado "anillo de transacción confidencial", lo cual oculta la cantidad de cada transacción.
"Incluso con análisis de datos grandes, la capacidad de analizar cualquier cosa fuera de los metadatos es criptográficamente imposible", dice Spagni. En futuras implementaciones, él señala, Monero añadirá el programa de anonimato I2P para esconder no sólo las transacciones de los usuarios en el blockchain de Monero, sino también el tráfico de internet por debajo de esas transacciones.
Todo esto hace de Monero un significativo aporte a la privacidad financiera de los usuarios de las divisas virtuales. Todd, por ejemplo, dice que mantiene una pequeña cuenta de Monero, aunque habitualmente transfiere Bitcoins, para cuando quiere gastar sus divisas virtuales más sigilosamente, usando la herramienta que transforma las monedas de Monero a Bitcoin antes de que lleguen a la cuenta del receptor. "Básicamente yo uso Monero para pagarle a las personas con Bitcoin en forma anónima", le explicó Todd a Andy Greenberg.
Este estricto secretismo también ayuda a explicar la popularidad en la web oscura. Despues de que Alphabay y otras oscuras webs de mercados negros, conocidos como Oasis, se integraran a la comercialización de la divisa virtual el verano pasado (Hemisferio Norte), su valor inmediatamente se incrementó 6 veces más. Alphabay le reveló el mes pasado a la revista Bitcoin que Monero ahora representa alrededor del 2% de sus ventas totales. Es una pequeña fracción, pero probablemente asciende a millones de dólares en ingresos anuales, considerando la posición dominante de Alphabay en el oscuro mercado virtual de narcóticos y las estimaciones acerca del tamaño total y el crecimiento de esa plaza financiera.
Spagni dice que, sin duda, Monero es usada en otras formas indeseables, como Ransomware (un virus) y como divisa para el juego de azar y la industria pornográfica. Pero también, argumenta en defensa de su producto, será usada en otras formas más inocentes de privacidad financiera para mantener en secreto el patrimonio neto de sus tenedores mientras hacen compras de rutina, o compras que precisan no dejar rastros (libros prohibidos en regímenes opresivos, por ejemplo).
Spagni también argumenta que el uso de Monero ya se encuentra fuera de sus manos y de la de sus compañeros desarrolladores. "No estoy en posición de juzgar lo que la gente debería o no debería hacer, y nadie debería estarlo desde un punto de vista de códigos".
Monero no es la primera divisa virtual diseñada para ofrecer una panacea de privacidad financiera: Dash, anteriormente conocido como Darkcoin, integra la técnica "coinjoin" que permite a los usuarios de Bitcoin mezclar sus transacciones con algunos otros inversionistas en lo que Todd llama “una forma más débil de anonimato” que lo que ofrece Monero.
Más recientemente, Zcash debutó con la promesa de anonimato más fuerte aún: usa trucos criptográficos diseñados para hacer del rastreo de una transacción no sólo poco probable, sino que también matemáticamente imposible. Zcash todavía tiene que integrarse a los mercados de la web oscura, y todavía requiere de otras dificultades para portarla.
A pesar del repentino salto en el precio del Monero, Spagni niega que él o cualquiera de los otros principales codificadores de la criptomoneda se hayan enriquecido. "Simplemente estamos trabajando en este proyecto para ver hacia donde se dirige". Pero la promesa y peligro de Monero, por supuesto, es que nadie puede chequear esa afirmación. Los escondites de los desarrolladores de Monero, como los de su creciente base de usuarios, permanecerán secretas por diseño.
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