El fotógrafo que encontró el carácter de Buenos Aires en sus negocios de barrio

Por DAVID GONZALEZ

Restaurante Aeropuerto, Microcentro, 1988 CreditFacundo de Zuviría


La musa de Facundo de Zuviría es Buenos Aires, pero lejos de los aires cosmopolitas de la capital argentina. Para él, la ciudad revela su verdadera naturaleza en sus barrios, donde las tiendas de los locales ocupan edificios antiguos y descuidados desde hace tiempo. Zuviría entendió eso en los ochenta, cuando trabajó en un programa cultural que lo llevó por toda la ciudad. Su importancia acabó por cobrar significado durante la crisis argentina de 2001
Barracas, 1986 CreditFacundo de Zuviría

Sus imágenes durante aquel periodo de dificultades —cuando él y muchos de sus compatriotas estaban desempleados— lo llevaron a ser testigo de cómo esas pequeñas tiendas que le daban al barrio un sabor único fueron desapareciendo, algunas veces de la noche a la mañana.centro (de la serie Estampas Porteñas), 1986 CreditFacundo de Zuviría

Comenzó a tomar fotos de las cortinas cerradas, en composiciones en las que miraba al frente para retratar líneas y formas repetitivas, algunas veces colmadas de grafitis o anuncios desgastados, en blanco y negro.

Son elegantes, melancólicas y casi reverentes; en algunos casos recuerdan a Walker Evans (cuya obra Zuviría no conocía cuando comenzó a dedicarse a la fotografía).
Elvira, Avenida San Juan y Balcarce, San Telmo (de la serie Estampas Porteñas), 1985 CreditFacundo de Zuviría

Esta crónica de la ciudad que se desvanece está en el corazón de una nueva exposición: “Facundo de Zuviría: Siesta Argentina y otras Observaciones Modestas”, que acaba de inaugurarse en la Americas Society de Nueva York, donde permanecerá hasta el 1 de abril.
Peinados Rosita, Monserrat (de la serie Estampas Porteñas), 1985 CreditFacundo de Zuviría

La muestra también exhibe obras tempranas y posteriores, que incluyen algunas fotografías a color, pero que en conjunto guardan un vínculo con su fascinación con Buenos Aires, en especial las vernáculas.
“Siesta Argentina”, series, ed. 2/3, 2003 CreditFacundo de Zuviría

“La ciudad de Buenos Aires es su protagonista”, dijo Gabriela Rangel, quien curó la muestra con Alexis Fabry. “Anticipaba la desaparición de la ciudad que conocía. Este es el Buenos Aires de alguien que no era turista, alguien que vive ahí y va al café del barrio que ha atendido la misma familia durante años. No es muy distinto de lo que hizo Bowery en los setenta o de la obra de Walker Evans en La Habana en los treinta”.
Óptica, San Telmo (de la serie Estampas Porteñas), 1984 CreditFacundo de Zuviría

En efecto, como señala Rangel, la obra de Zuviría sigue la tradición de Evans, así como la de Zoe Leonard y Martha Rosler, algunas de cuyas imágenes dialogan con las de Zuviría.
Henri, Barrio Norte, 1987 CreditFacundo de Zuviría

“Es más fácil para mí entender el trabajo de Rosler al ver la obra de Facundo”, comentó Rangel, directora de artes visuales y curadora principal de la Americas Society.
Chiquita Peinados, San Telmo, abril 1985 CreditFacundo de Zuviría

“Esta es una muestra de la importancia de lo local y cómo lo local podría ser universal. Es por eso que incluimos a Leonard y a Rosler, para poder apreciar la similitud”, añadió Rangel.
“Siesta Argentina”, series, ed. 2/3, 2003 CreditFacundo de Zuviría

Facundo de Zuviría, de 62 años, cuenta que las fachadas de las tiendas fueron una obsesión suya entre 2001 y 2003, cuando publicó un libro sobre este tema. Una obsesión como la fotografía, la primera actividad que adoptó a los seis años cuando su abuela le regaló una cámara estenopeica.
007, Cine en Belgrano, (de la serie Estampas Porteñas), 1987 CreditFacundo de Zuviría

Esa actividad le fascinaba, pero sus padres tenían otros planes: provenía de una familia de abogados y se esperaba que él también fuera abogado. Entró a la facultad de derecho, pero tras graduarse en 1979 acabó por dedicarse de tiempo completo a la fotografía y trabajó para varios periódicos.

“Para mi familia, ser fotógrafo era descabellado”, dijo. “Me preguntaron: ‘¿Por qué ser fotógrafo cuando puedes ser abogado?’ Pero yo ya me había enamorado de lo primero”.
“Siesta Argentina”, series, ed. 2/3, 2003 CreditFacundo de Zuviría

Dejó los periódicos a mediados de los años ochenta, emocionado ante la posibilidad de trabajar en un programa cultural que se encontraba activo en varios barrios. No solo le interesaba por la cultura, sino que estaba en sintonía con sus inclinaciones políticas.
Hotel La Argentina, Avenida de Mayo, octubre 1987 CreditFacundo de Zuviría

“Argentina había regresado al gobierno democrático después de la dictadura”, recordó. “Todos nos sentíamos parte de este despertar democrático y trabajar en el proyecto cultural fue participar en algo que apoyaba”.

Su trabajo en el programa cultural hizo que descubriera partes menos conocidas de la ciudad, y le permitió explorar las tradiciones, negocios y costumbres de distintos barrios. Se quedó varios años, hasta que llegó un nuevo gobierno, uno al que sintió que no podía apoyar.

Una de las fotos de la muestra refleja el momento en que supo que se iría: en ella se ve una fila de máquinas de escribir que descansan frente a la ventana de su oficina, con la ciudad de fondo.FotoVista desde la oficina, Centro Cultural San Martín (de la serie Estampas Porteñas), 1987 CreditFacundo de Zuviría

La crisis de 2001 lo llevó a documentar las tiendas cerradas. No obstante, a medida que las cosas comenzaron a mejorar en 2003, sintió que necesitaba crear un libro con aquellas imágenes. Cuando publicó “Siesta Argentina” lo hizo con un diseño desplegable que, de un lado, mostraba las fachadas de las tiendas cerradas y, del otro, abiertas. Esa reapertura fue lo que inspira su título: “Siesta”.
“Siesta Argentina”, series, ed. 2/3, 2003 CreditFacundo de Zuviría

“Fue una mirada optimista, que no es de muerte ni de desaparición”, aseveró. “Estábamos dormidos pero íbamos a despertar. Refleja la crisis, pero estaba convencido de que íbamos a salir adelante”.
“Siesta Argentina”, series, ed. 2/3, 2003 CreditFacundo de Zuviría

Los paisajes callejeros en San Telmo, el barrio más viejo de la ciudad, en donde vivió durante un tiempo en la década de 1980, han cambiado. Las tiendas han reabierto, pero con nuevos propietarios y nuevos clientes. “No tienen nada que ver con la vida del barrio”, dijo.
“Siesta Argentina”, series, ed. 2/3, 2003 CreditFacundo de Zuviría

Sin embargo, podría continuar explorando, como siempre lo ha hecho.


“No me gusta irme de Buenos Aires”, dijo. “Ahí donde perteneces es donde se encuentra lo que te define. Cuando tomas fotos de tu lugar, todo lo que ahí se muestra da cuenta de tus raíces”.
Bar con tacita, Barrio Norte, 1991 CreditFacundo de Zuviría