Los jugadores celebran con el entrenador Deschamps tras ganarle a Croacia en la final.
El cielo plomizo de Moscú descargó un tremendo aguacero cuando el presidente de la FIFA, Gianni Infantino; el presidente ruso, Vladímir Putin, y sus homólogos de Francia y Croacia, Emmanuel Macron y Kolinda Grabar-Kitarovic, se disponían a la entrega de las medallas a los finalistas. Para cuando Didier Deschamps llegó hasta Putin, su traje estaba empapado. Contrastaba con la impoluta vestimenta de Putin, el único de los presentes sobre la tarima que fue cubierto con un paraguas desde que se precipitaron las primeras gotas. Deschamps recibió la presea que le igualaba en la historia al brasileño Mario Zagallo y al alemán Franz Beckenbauer como los únicos campeones del mundo como jugadores y entrenadores: “Significa cerrar un círculo y es un orgullo personal, pero honestamente es secundario. Yo me siento feliz por la felicidad de mis jugadores”, dijo el técnico.
Antes de comenzar su discurso, Deschamps se llevó otro chapuzón similar al que se llevó Vicente del Bosque en 2010. Sus jugadores, liderados por Griezmann en la primera tacada, irrumpieron en la sala de prensa del estadio Luzhniki y le empaparon en cerveza y agua. En la segunda oleada, Pogba encabezó el diluvio de líquidos sobre la cabeza de su seleccionador. “Es tan hermoso y maravilloso. Algunos son campeones a los 19 años. No hicimos un gran juego, pero mostramos cualidades mentales y logramos cuatro goles. Este triunfo es merecido. No siempre fue fácil, pero a fuerza de trabajo estamos aquí”, advirtió Deschamps. “Mis jugadores estarán en el techo del mundo durante cuatro años después de haber trabajado muchísimo durante 55 días. Esta final es la coronación suprema”, prosiguió. “Me dolió mucho perder el título de campeón de Europa hace dos años [ante Portugal], pero nos sirvió mucho a los jugadores y a mí a la hora de afrontar esta final”.
El triunfo de Francia es el de un entrenador que prioriza el pragmatismo sobre la estética. Su Francia no llena el ojo, como tampoco lo hizo la del 98, pero en términos de eficacia su reinado es indiscutible. La selección de Deschamps ha transmitido la sensación de ir sobrada desde un plan que pondera la defensa de los espacios, la fortaleza física en el medio del campo y el contragolpe. No tuvo ningún inconveniente la ya selección bicampeona del mundo en cederle la pelota a Croacia. “El fútbol ha evolucionado, el colectivo es crucial, pero hay talentos individuales que han hecho la diferencia: Griezmann, Mbappé, Umtiti, Pogba. Lo importante es cómo nos hemos mantenido unidos. Han hecho todo juntos, dentro y fuera del campo. En eso consiste el fútbol. Estoy convencido de que así será en este grupo. Necesito escucharlos a todos, en grupo e individualmente”. Le preguntaron a Deschamps por cómo se recordará a una selección que no ha enamorado con su juego: “¿Cómo nos recordarán? Francia es la campeona del mundo, lo que significa que es mejor que otras selecciones. Este es un grupo muy joven; para 14 de ellos es su primer Mundial. Estoy sorprendido por la manera en que han respondido durante el torneo. Nunca se han venido abajo, han hecho todo bien. Tenemos esa cualidad mental y psicológica que nos ha hecho merecer esta copa. El equipo tiene las mejores condiciones técnicas, aunque no fue suficiente en la primera parte. Creímos siempre en que podíamos ganar. Somos campeones”. El madridista Rapahel Varane terminó por completar una temporada redonda. Puede presumir de haber conquistado la Champions y ahora el Mundial: “Es una temporada estupenda, lo que estoy viviendo es algo enorme, fantástico, mi carrera ha arrancado de forma espectacular; a los 25 años un Mundial, cuatro Champions, no tengo palabras”. Varane dio las claves del éxito de su selección: “Hemos sufrido juntos, cada uno tiene talento y lo deja por el equipo. Este es un equipo joven y con talento, y de cara al gol no perdonamos”
No hay comentarios.:
Publicar un comentario