El internauta no lee, scanea, esta probado que el monitor irrita, y por eso, es mucho mas incomodo para el usuario leer en el monitor que en un papel impreso.
El usuario scanea rápido poor las zonas mas caleintes de la paantalla, en busca de la información que les interesa. Las páginas web deben ser pensadas para ser scaneadas.
En este estilo de lectura todo elemento de información presentado en un sitio web compite con el resto para captar la atención del usuario y por ello es crucial evitar presentar información superflua. Se trata de reducir la carga cognitiva para que se produzca un procesamiento de la información eficiente y rápido, exactamente lo contrario que pretenden la mayoría de los libros impresos.
La lucha se dará también en el el terreno del mousse, con el cual el usuario juguetea y quiere clickear compulsivamente, para retenerlo deberemos ofrecerle cosas, el primer link que encuentren, del que perciban que tendrá alguna remota probabilidad de tener algún contenido cercano a lo que están buscando, será clickeado sin más análisis, la experiencia práctica y la investigación sistemática refuerzan esta idea. El arte de escribir para la Web no es el arte de crear contenidos para nuestros lectores, sino todo lo contrario, el arte de escribir para alguien deseoso de no-leer.
Para ello, la estructura de la información de un sitio web debe tener las siguientes características:
1. Los contenidos se deben estructurar mediante resúmenes y tablas de contenidos
2. El texto debe organizarse con palabras resaltadas, listas numeradas, líneas separadoras, etc. Los títulos y subtítulos deben ser claros, simples y concisos.
3. Los párrafos deben contener una única idea.
4. Utilizar estilo de redacción de pirámide invertida, comenzando por la conclusión y finalizando con los detalles. Así, opcionalmente la persona que desee profundizar puede seguir leyendo sin perjuicio del usuario que busca rápidamente la información.
5. Se deben utilizar la mitad de palabras que se usarían en la redacción de un texto común impreso.
6. Se debe utilizar lenguaje objetivo, sin exceso de adjetivos, palabras redundantes o afirmaciones no basadas en evidencias, es decir, lo contrario del lenguaje promocional.
7. Utilización de una combinación de colores de texto y fondo con suficiente contraste, texto claro sobre fondo oscuro o viceversa.
9. El lenguaje simple e informal es más adecuado que el elegante o formal, ya que la lectura es más rápida en el primero.
8. No se deben utilizar textos parpadeantes o deslizantes, dificultan la tarea de leer y hacen difícil prestar atención a otro punto de la página.
Un estudio de Nielsen y Morkes (1997) muestra que el lenguaje conciso y objetivo, así como una estructura ojeable, aumenta la usabilidad de un sitio web en un 124%, medida en tiempo utilizado para realizar la tarea, errores cometidos y recuerdo del usuario.
Estas recomendaciones de escritura son aplicables a casi todo tipo de contenidos. Sin embargo en algunos casos, como por ejemplo, webs con finalidades didácticas cuyos textos requieren de mayor profundización o tienen una finalidad especial (como algunos artículos de esta web) no es preciso seguir estas recomendaciones de manera tan estricta.
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