El gobierno israelí sabía que el objetivo del ataque en la incursión de la Fuerza Aérea en Siria el 6 de septiembre pasado era una instalación nuclear, ya que había recibido fotografías detalladas del sitio. Las mismas fueron provistas por un "topo" o doble agente, que fotografió el lugar.
Un alto funcionario estadounidense dijo que muy probablemente Israel habría reclutado a uno de los trabajadores en el sitio o logró penetrar en el lugar con uno de sus propios agentes, que se habría hecho pasar por empleado.
Según el funcionario citado en el informe que la agencia ABC difundió hoy, las fotografías mostraron cierto número de estructuras parcialmente construidas que incluyen una estructura grande bien reforzada cilíndrica y una bomba de agua rodeada por camiones. Cabe señalar que los reactores nucleares requieren una fuente constante de agua destinada a mantenerlos a una determinada temperatura. Expertos señalaron que el diseño del lugar respondería a las características del diseño norcoreano.
Funcionarios israelíes se dirigieron a la CIA en Estados Unidos con las fotografías del sitio, y agentes de inteligencia habrían comparado estas imágenes con las que ellos tenían, tomadas por un satélite de alta potencia. Los funcionarios israelíes instaron a Estados Unidos a destruir la instalación nuclear de inmediato, pero en la respuesta que recibieron fue que la logística de semejante operación sería demasiado compleja.
Por otra parte, ayer, el periódico "The Washington Post" informó que los sirios comenzaron a retirar los restos de la instalación destruida por la Fuerza Aérea Israelí, en un intento por borrar las huellas de lo sucedido en el lugar. Según el periódico, la intención de los sirios habría sido dificultar el trabajo de posteriores inspecciones que intenten determinar las características de la instalación y qué pensaban hacer los sirios allí.
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