La compañía estatal Petrochina se ha convertido en la más grande del mundo por capitalización bursátil, desplazando a ExxonMobil, la estadounidense que detentaba el primer lugar. También tiene el récord por haberse quedado con la mayor salida a bolsa de las registradas en 2007.
Si algo le faltaba a la economía china para seguir sorprendiendo y preocupando a las grandes potencias del mundo es contar con la empresa de mayor valor de mercado, desplazando a quienes ocupaban este lugar después de una semana de ascenso continuo, que también llevó a China a posicionar a seis empresas entre las top ten del mundo, superando a Estados Unidos que quedó con las cuatro restantes.
El caso concreto es el de Petrochina, la empresa de petróleo y gas, filial del grupo público CNPC, que ya flota en los mercados de Hong Kong y Nueva York y que ha logrado desbancar a la estadounidense ExxonMobil para situarse en el primer lugar, después que el precio de sus acciones se triplicara en su debut en la bolsa de Shangai con la mayor jamás realizada en China continental.
Petrochina, dirigida por Jiang Jiemin, registró unos beneficios netos de US$18.500 millones el año pasado, lo que la convirtió en la compañía más rentable de toda Asia. Pero la escalada sin pausa que logró el lunes 5 de noviembre la llevó a convertirse en la número uno del mundo, logrado en gran parte por el ansia de inversiones de los accionistas chinos, que tan pronto los corredores comenzaron a negociar sus acciones en las operaciones lograron que el valor de la firma se dispare hacia el billón de dólares.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que la empresa no produce crudo y refinados ni genera el mimo nivel de ingresos que sus competidores mundiales, por lo cual si tiene en este momento el mayor valor accionario del mercado en el sector de hidrocarburos, se debe a que la bolsa de Shangai viene sobrevaluando marcadamente sus cotizaciones.
Es por eso que muchos analistas ponen en duda la posibilidad de que Petrochina se mantenga en esa posición, ya que el precio de las acciones de las empresas cotizadas no guarda ninguna relación real con las ganancias de las mismas, aunque por otro lado, es claro que ante la falta de alternativas para invertir, millones de ciudadanos comunes han acudido en masa con sus ahorros a la bolsa de Shangai, que ha duplicado su valor en este año.
Zhu Zhiyong, analista de Golden Sun Securities en Shanghai, advirtió a los inversores que el precio está demasiado alto y que por ahora es arriesgado comprar para los particulares porque casi no se ve margen de progreso. A largo plazo, esto ayudará a reequilibrar la oferta y la demanda bursátil. En lo inmediato, PetroChina será popular entre los inversores institucionales, advierte.
Más allá de las especulaciones la fiebre de oro que se vive en Pekín no tiene comparación, especialmente porque la empresa ha logrado desbancar a la número uno, ExxonMobil, pero con una diferencia muy importante que es que la primera es una compañía estatal y el gobierno chino, que también controla y establece los precios de la energía en el país, controla el 86% de todas las acciones de Petrochina.
De esta forma, todavía ExxonMobil mantiene su liderazgo como la petrolera privada más grande del mundo.
Récord de acciones
El récord de Petrochina no solo se alcanzó por el valor de mercado sino también porque ya había logrado la que es la mayor salida a bolsa de las registradas en todo lo que va de año. De esta forma, la empresa recaudó 66.800 millones de yuanes (US$8.900 millones), con una acción que subió un 191% en la apertura, mientras que el título se vendía a 48,6 yuanes (US$6,48), contra un precio de introducción de 16,7 yuanes por acción.
El récord anterior de recaudación de fondos en China había sido establecido por el primer productor de carbón chino, Shenhua Energy, durante su entrada en bolsa, a comienzos de octubre pasado.
La dependencia de China con respecto al petróleo continúa aumentando, y el año pasado las importaciones de crudo aumentaron 4.1 puntos porcentuales, hasta situarse en 47%, según datos del Ministerio de Comercio. En total, el país produjo 183.68 de toneladas de crudo (1.7% más que el año anterior) e importó 138.84 (una subida de 16,9%).
Para este año se espera que se iguale el consumo de crudo nacional e importado. El país asiático es el segundo mayor consumidor de petróleo del mundo, con 364.55 millones de toneladas en 2006.
Las reservas petróliferas de Bohai comenzaron a ser explotadas en 1999, cuando China creó una sociedad mixta con la compañía estadounidense Phillips Oil Company.
Negocios en China
El asesor Richard Brandt, ex vicepresidente de ventas internacionales del gigante de telecomunicaciones estadounidense AT&T, expuso durante un debate en la Universidad de Los Andes, publicado por El Diario de Chile, cuáles son los ítems a tener en cuenta antes de decidir hacer negocios en China y Japón.
“Hacer negocios en China y Japón es muy distinto que realizarlo en Chile o Estados Unidos”, explicó el asesor, quien considera que ambos países “son grandes mercados y también muy complejos”. Sus declaraciones se dieron a partir de su experiencia en AT&T, donde estaba a cargo de toda la región de Asia. “Entramos a 14 mercados en cinco años, corrimos mucho para lograr entrar en Asia”, rememora.
A su juicio, en China el tema clave es la paciencia. “Los chinos están muy interesados en inversión y tecnología, siempre y cuando uno se las lleve. Así uno encuentra las puertas muy abiertas”, dice.
Sin embargo, reconoce que los puntos de conflicto surgen cuando se trata de entender la posición del otro, sobre todo de parte de las compañías occidentales, ya que son muy diferentes.
Por otro lado, en la comparación entre Japón y China, el asesor advierte que son muy diferentes ya que los primeros, lo que dicen en público en las reuniones empresariales es diferente a lo que dicen en privado, que es lo que realmente quieren decir. Es por eso que se necesita un intermediario para entrar a ese mundo privado. “Los chinos no son así, hablan de todo en las reuniones”, cuenta.
Otra diferencia es que al final, una vez que uno hace negocios en Japón y logra entrar en esos círculos y ser aceptado, los negocios que uno consigue son muy buenos y muy rentables; mientras que los negocios que uno consigue en China pueden terminar siendo más grandes de lo que uno esperaba, pero no son tan rentables.
En cuanto a los riesgos, uno de los principales detectados en China es el que se produce con la falta de protección de la tecnología, por lo cual varias compañías internacionales terminan iniciando demandas acusándolos de robarles tecnología.
Si algo le faltaba a la economía china para seguir sorprendiendo y preocupando a las grandes potencias del mundo es contar con la empresa de mayor valor de mercado, desplazando a quienes ocupaban este lugar después de una semana de ascenso continuo, que también llevó a China a posicionar a seis empresas entre las top ten del mundo, superando a Estados Unidos que quedó con las cuatro restantes.
El caso concreto es el de Petrochina, la empresa de petróleo y gas, filial del grupo público CNPC, que ya flota en los mercados de Hong Kong y Nueva York y que ha logrado desbancar a la estadounidense ExxonMobil para situarse en el primer lugar, después que el precio de sus acciones se triplicara en su debut en la bolsa de Shangai con la mayor jamás realizada en China continental.
Petrochina, dirigida por Jiang Jiemin, registró unos beneficios netos de US$18.500 millones el año pasado, lo que la convirtió en la compañía más rentable de toda Asia. Pero la escalada sin pausa que logró el lunes 5 de noviembre la llevó a convertirse en la número uno del mundo, logrado en gran parte por el ansia de inversiones de los accionistas chinos, que tan pronto los corredores comenzaron a negociar sus acciones en las operaciones lograron que el valor de la firma se dispare hacia el billón de dólares.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que la empresa no produce crudo y refinados ni genera el mimo nivel de ingresos que sus competidores mundiales, por lo cual si tiene en este momento el mayor valor accionario del mercado en el sector de hidrocarburos, se debe a que la bolsa de Shangai viene sobrevaluando marcadamente sus cotizaciones.
Es por eso que muchos analistas ponen en duda la posibilidad de que Petrochina se mantenga en esa posición, ya que el precio de las acciones de las empresas cotizadas no guarda ninguna relación real con las ganancias de las mismas, aunque por otro lado, es claro que ante la falta de alternativas para invertir, millones de ciudadanos comunes han acudido en masa con sus ahorros a la bolsa de Shangai, que ha duplicado su valor en este año.
Zhu Zhiyong, analista de Golden Sun Securities en Shanghai, advirtió a los inversores que el precio está demasiado alto y que por ahora es arriesgado comprar para los particulares porque casi no se ve margen de progreso. A largo plazo, esto ayudará a reequilibrar la oferta y la demanda bursátil. En lo inmediato, PetroChina será popular entre los inversores institucionales, advierte.
Más allá de las especulaciones la fiebre de oro que se vive en Pekín no tiene comparación, especialmente porque la empresa ha logrado desbancar a la número uno, ExxonMobil, pero con una diferencia muy importante que es que la primera es una compañía estatal y el gobierno chino, que también controla y establece los precios de la energía en el país, controla el 86% de todas las acciones de Petrochina.
De esta forma, todavía ExxonMobil mantiene su liderazgo como la petrolera privada más grande del mundo.
Récord de acciones
El récord de Petrochina no solo se alcanzó por el valor de mercado sino también porque ya había logrado la que es la mayor salida a bolsa de las registradas en todo lo que va de año. De esta forma, la empresa recaudó 66.800 millones de yuanes (US$8.900 millones), con una acción que subió un 191% en la apertura, mientras que el título se vendía a 48,6 yuanes (US$6,48), contra un precio de introducción de 16,7 yuanes por acción.
El récord anterior de recaudación de fondos en China había sido establecido por el primer productor de carbón chino, Shenhua Energy, durante su entrada en bolsa, a comienzos de octubre pasado.
La dependencia de China con respecto al petróleo continúa aumentando, y el año pasado las importaciones de crudo aumentaron 4.1 puntos porcentuales, hasta situarse en 47%, según datos del Ministerio de Comercio. En total, el país produjo 183.68 de toneladas de crudo (1.7% más que el año anterior) e importó 138.84 (una subida de 16,9%).
Para este año se espera que se iguale el consumo de crudo nacional e importado. El país asiático es el segundo mayor consumidor de petróleo del mundo, con 364.55 millones de toneladas en 2006.
Las reservas petróliferas de Bohai comenzaron a ser explotadas en 1999, cuando China creó una sociedad mixta con la compañía estadounidense Phillips Oil Company.
Negocios en China
El asesor Richard Brandt, ex vicepresidente de ventas internacionales del gigante de telecomunicaciones estadounidense AT&T, expuso durante un debate en la Universidad de Los Andes, publicado por El Diario de Chile, cuáles son los ítems a tener en cuenta antes de decidir hacer negocios en China y Japón.
“Hacer negocios en China y Japón es muy distinto que realizarlo en Chile o Estados Unidos”, explicó el asesor, quien considera que ambos países “son grandes mercados y también muy complejos”. Sus declaraciones se dieron a partir de su experiencia en AT&T, donde estaba a cargo de toda la región de Asia. “Entramos a 14 mercados en cinco años, corrimos mucho para lograr entrar en Asia”, rememora.
A su juicio, en China el tema clave es la paciencia. “Los chinos están muy interesados en inversión y tecnología, siempre y cuando uno se las lleve. Así uno encuentra las puertas muy abiertas”, dice.
Sin embargo, reconoce que los puntos de conflicto surgen cuando se trata de entender la posición del otro, sobre todo de parte de las compañías occidentales, ya que son muy diferentes.
Por otro lado, en la comparación entre Japón y China, el asesor advierte que son muy diferentes ya que los primeros, lo que dicen en público en las reuniones empresariales es diferente a lo que dicen en privado, que es lo que realmente quieren decir. Es por eso que se necesita un intermediario para entrar a ese mundo privado. “Los chinos no son así, hablan de todo en las reuniones”, cuenta.
Otra diferencia es que al final, una vez que uno hace negocios en Japón y logra entrar en esos círculos y ser aceptado, los negocios que uno consigue son muy buenos y muy rentables; mientras que los negocios que uno consigue en China pueden terminar siendo más grandes de lo que uno esperaba, pero no son tan rentables.
En cuanto a los riesgos, uno de los principales detectados en China es el que se produce con la falta de protección de la tecnología, por lo cual varias compañías internacionales terminan iniciando demandas acusándolos de robarles tecnología.
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