El Banco Interamericano de Desarrollo presentó un informe que analizó los costos económicos y sociales de la exclusión social y propuso iniciativas que trascienden los programas tradicionales para combatir la pobreza en América Latina y el Caribe. Según el estudio realizado por la institución, un 40% de los latinoamericanos vive con menos de un dólar diario.
El presidente del BID , Luis Alberto Moreno inauguró el evento en la sede del organismo en Washington, que fue moderado por el economista jefe de esta institución, Santiago Levy.
El estudio fue presentado por Gustavo Márquez, asesor principal del BID en asuntos laborales y coordinador del informe, y analizado por un panel de expertos e investigadores internacionales integrado por Francisco Ferreira, economista principal del Grupo de Investigación del Banco Mundial; Carol Graham, senior fellow del Instituto Brookings, y a Moisés Naim, director de la revista Foreign Policy.
El estudio '¿Los de afuera? Cambios en los patrones de exclusión en América Latina y el Caribe' es la edición de 2008 del Informe del BID sobre Progreso Económico y Social en América Latina y el Caribe (IPES) y se concentra en analizar "la exclusión, un fenómeno social, económico y político que niega a millones de personas y a grupos enteros el acceso a los medios y oportunidades de progresar en una economía de mercado", explicó Márquez.
Según el asesor del BID, "las políticas de inclusión deberían ser consideradas como una inversión y no como una dádiva supuestamente generosa a los menos favorecidos de la sociedad".
Para el coordinador del informe, "las políticas de inclusión son más que programas novedosos o nuevas instituciones para transferir ingresos", y deben "implicar cambios fundamentales en la manera de adoptar decisiones, de distribuir los recursos y de implementar políticas en sociedades democráticas".
El informe señala que la exclusión es un fenómeno social multidimensional y que las privaciones en una esfera interactúan con las privaciones en otras áreas, afectando no sólo el funcionamiento de quienes son excluidos, sino también de la sociedad en general.
También se refiere a la inclusión social como el proceso de políticas públicas dirigido a promover activamente la igualdad social, económica y cultural, requiere de liderazgo político y de una sociedad civil activa.
Además de las privaciones materiales, el estudio aborda la exclusión a partir de factores como la privatización, la violencia, la política, los servicios financieros, y formas modernas de implementación de programas.
Según los datos del análisis, el 44% de la población de América Latina es pobre y el 40% de esas personas viven con menos de un dólar diario, por lo que, añade, los pobres son los más excluidos del creciente progreso que viene experimentando la región
"La exclusión social es la amenaza más peligrosa que enfrenta la democracia en América Latina y el Caribe", subrayó el Presidente del BID en el prefacio del informe.
Moreno destacó, sin embargo, que en los últimos 25 años ha habido "significativos" avances hacia la democratización en los sistemas políticos de la región, en el control de la inflación y en la integración de las economías en el mercado mundial.
"Sin embargo, la pobreza, la desigualdad y la falta de empleos y oportunidades para facilitar la movilidad social de la mayoría representan áreas en las cuales queda mucho por hacer", dijo.
Para que la situación cambie se requiere extender las oportunidades a las 'grandes masas hoy excluidas', y mejorar su acceso a las instituciones y recursos para que puedan prosperar, concluyó Moreno.
Con el fin de abordar conjuntamente la lucha contra la exclusión y la pobreza, la XVII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, que tendrá lugar en Santiago de Chile entre los días 8 y10 de noviembre, tiene como tema central la Cohesión Social y las políticas públicas para crear sociedades más inclusivas en Iberoamérica.
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