Durante años, distintas teorías intentaron demonizar a los videojuegos argumentando que engendraban violencia, rencor y otras patologías. Pero una investigación reciente considera que los juegos de acción aumentan la capacidad para tomar decisiones.
Un estudio publicado en la revista Current Biology, realizado por la Universidad de Rochester de Nueva York, reveló que el cerebro de quienes frecuentan juegos de acción procesa y recopila información visual y auditiva a un ritmo más veloz que el de las personas que utilizan juegos de géneros algo más pasivos.
Según explica Ezequiel Gleichgerrcht, neurobiólogo del Instituto de Neurología Cognitiva (INECO) “no hay un área específica que esté involucrada en la toma de decisiones, ya que el cerebro funciona como una red. Cuando hay que escoger una alternativa, se activan múltiples subprocesos que incluyen la comparación de los resultados y la evaluación de las consecuencias, entre otros. En todas estas deliberaciones las emociones cumplen un papel vital. Teniendo en cuenta la complejidad de esta red, es lógico pensar que los videojuegos, que tienen una gran demanda cognitiva, activan circuitos que se superponen con los necesarios para la toma de decisiones que ocurre en la vida real”.
Para alcanzar su conclusión, los autores del estudio científico (Daphne Bavelier, Alexandre Pouget, y C. Shawn Green) evaluaron durante varios meses a 26 voluntarios de 18 a 25 años. Ninguno había tenido experiencias en la materia.
Para la prueba, los participantes fueron divididos en dos bandos: uno abordó durante 50 horas el género shooter, que consiste en disparar a todo lo que se mueve, con títulos como el Call of Duty 2 y el Unreal Tournament. El resto asumió el control de Los Sims 2, un juego de simulación de la vida real mucho más pausado. Después se les pidió que tomaran algunas decisiones espontáneas, en base a interrogantes que les iban planteando los investigadores, en el menor tiempo posible. Y para cerciorarse de que los efectos no eran solo visuales, también se les practicó un test auditivo.
La conclusión a la que llegaron fue que las personas que manejaron los juegos de disparos, respondían correctamente un 25% más rápido que quienes controlaban Los Sims 2.
Este tipo de juegos desarrollan lo que denominaron “sensibilidad aumentada”, por lo que no sólo mejoran en el desempeño virtual sino ante actividades cotidianas como realizar varias tareas a la vez, conducir, leer letras pequeñas, seguir la pista a amigos en una multitud y manejarse en ciudades desconocidas.
La investigadora Daphne Bavelier explica: “Las decisiones nunca son blanco o negro. El cerebro siempre esta computando probabilidades”.
Violencia en la computadora
Un estudio de la Universidad de Villanova, EE. UU., concluyó que los videojuegos de acción generan hostilidad en adolescentes que ya tiene rasgos violentos. Pero con esta clase de juegos otros jóvenes se ven beneficiados porque aprenden nuevas habilidades.
Patrick Markey, a cargo del proyecto, trabajó con 118 adolescentes. Para medir el nivel de hostilidad, cada participante eligió dos juegos: uno violento y el otro no. Markey encontró que los rasgos de personalidad señalan cómo reaccionarán ante los videojuegos. Los más afectados fueron los: neuróticos (irritables o deprimidos), menos amables (indiferentes) y los poco concientes (irreflexivos). Así, el especialista concluyó que los juegos violentos no crean por sí mismos jóvenes irracionales.
Call of Duty 2
Es un shooter, género que permite controlar a un personaje del que sólo se ve su arma. Permite combatir entre varios. Para ganar es clave moverse rápido y disparar a toda velocidad, casi sin cesar.
El estudio indicó que quienes lo juegan, en la vida real toman decisiones más rápido.
Los Sims 2
Es de simulación social y estrategia. El objetivo es crear personajes (Sims), armarles una vida similar a la real y concretar sus aspiraciones. El protagonista al que se representa dialoga con los otros personajes.
Los que lo jugaron, luego tuvieron respuestas más lentas que los que usaron Call of Duty 2.
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