Rubén Weinsteiner para Newsweek
La revolución que produjo la transición de la Web 1.0 a la Web 2.0 estableció el cambio de paradigma del brodcasting al pullcasting, es decir, se pasó de la emisión por parte de los medios, de un mensaje, un programa, una propuesta comunicacional, lo que llamamos brodcasting, a la acción por parte del público de “tirar”, hacer pullcasting, armarse su propio recorte, su programa, a través de las alertas en los buscadores, la sintonía fina de estos, You Tube, la microsegmentación en la oferta informativa, los blogs, los canales en las redes sociales, las búsquedas en Twitter.
La revolución que produjo la transición de la Web 1.0 a la Web 2.0 estableció el cambio de paradigma del brodcasting al pullcasting, es decir, se pasó de la emisión por parte de los medios, de un mensaje, un programa, una propuesta comunicacional, lo que llamamos brodcasting, a la acción por parte del público de “tirar”, hacer pullcasting, armarse su propio recorte, su programa, a través de las alertas en los buscadores, la sintonía fina de estos, You Tube, la microsegmentación en la oferta informativa, los blogs, los canales en las redes sociales, las búsquedas en Twitter.
En la
transición de la Web 2.0 a la Web 3.0, la Web semántica, el cambio pasa
por la modificación de la conducta del público de visitar sitios para
encontrar información, a tener la expectativa que esa información
específica, ya no la general de la web 1.0 o la de medios como la
Televisión, llegue a ellos. Esta es parte de la revolución de la Web
social semántica.
Las personas
como prosumidores, productores y consumidores de información,
incorporaron la Web 2.0, y construyeron a través del tiempo sus propios
canales customizados de provisión de información, desde donde reciben y
donde también producen información, y ahora esperan que esos canales
sean las autopistas a través de las cuales les llegue la información
específica que les interesa.
Las preguntas que nos tenemos que hacer como jugadores en general, marcas corporativas o políticas, medios, etc son:
a) ¿A quien queremos llegar?
b) ¿Dónde buscan estas personas información?
c) ¿Que diferencial podemos establecer en términos de la generación de relato y contenidos?
d)¿Cuales son los criterios de dominio, de los contenidos en las agendas de los diferentes canales?
Con las
respuestas a estas preguntas podemos diseñar una estrategia de
comunicación eficaz apoyada en la construcción de una propuesta de valor
que este a la altura de las expectativas del público, establezca un
diferencial claro con respecto a los otros emisores y construya poder de
fuego específico para colonizar subjetividades.
El publico 3.0 es inteligente, busca propuestas de valor, las acciones de alta
visibilidad sin contenido, no solo que no lo impactan sino que lo llevan
a tomar medidas. El publico 3.0 adopta canales a través de los cuales
recibe las propuestas de valor, cuando un canal lo defrauda, lo percibe
como de bajo nivel o vacío y lo saca de su menú cognitivo, por
ineficacia y porque el bajo nivel de ese canal habla de él en términos
aspiracionales, es lo que consume.
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