domingo, enero 26, 2014

El sesgo informativo en la oferta y la demanda de información


Por Rubén Weinsteiner para EL PAÍS

Los sesgos de los que se habla y que solemos analizar, se originan siempre en la “oferta” de noticias, en los medios que producen la agenda.
Pero resulta imprescindible a favor de un análisis serio, estudiar los sesgos de la demanda, del consumidor de las noticias.
Mullainathan y Shleifer plantean de manera consistente, con la evidencia psicológica, que los lectores estan interesados en escuchar noticias que se adapten a sus preferencias, que confirmen su visión de las cosas.
Este interés con el que los lectores, televidentes y oyentes van al mercado se conjuga con la línea editorial del medio, en el contrato de lectura. El lector de "La Nación" espera que le digan que las retenciones deben bajar, y que la institucionalidad es mucho mas importante que la justicia social, o los oyentes de González Oro esperan , critique a los piqueteros y exija medidas para sacarlos de las calles , asi como los lectores de Página 12, esperan que se disimulen las violaciones a los derechos humanos en Cuba y que se ponga el acento, en los éxitos en materia de salud o alfabetización en la Isla. Cualquier ruptura del contrato de lectura implica el fin de la relación de determinado sub segmento con el medio.
Los medios simplemente proporcionan a los lectores noticias con el sesgo que estos quieren percibir.
Una peculiaridad interesante del modelo es que, contrariamente a lo que se podría pensar antes de operacionalizar variables, el aumento de la competencia no necesariamente disminuye los sesgos, sino que los puede aumentar, ya se que suena raro, pero es lo que pude verificar en el terreno.
Las razones que encontré son económicamente interesantes, con una audiencia heterogénea, un medio de comunicación monopólico provee noticias para el consumidor medio, que probablemente tiene un sesgo mínimo. Sin embargo, dos medios que provean noticias al mismo segmento de población competirán duramente por esta audiencia, lo cual reducirá sus beneficios. Por ejemplo si apareciera una radio que quisiera robarle la audiencia a González Oro  deberá mostrarse mas enfocada en la inseguridad, pidiendo mas dureza por parte de las fuerzas de seguridad, y brindando un discurso mas radical que González Oro por ejemplo.
Esta es la acción estratégica mas conveniente, es decir, profundizar lo máximo posible el sesgo que provean para quedarse con el segmento, transformando esto a los medios en mas sesgados que los consumidores.
Con esto no estoy diciendo que hay que mantener los monopolios, lo que planteo es que no basta con desregular, me parece que la solución pasa por abrir el espectro de la oferta, mas allá de lo que la demanda pida, y así una vez en el mercado los consumidores ante ofertas nuevas puedan romper contratos de lectura y cambiar, en lugar de exigir la profundización de los sesgos.

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