Por Rosendo Fraga (*)
“La elección dejó cuatro presidenciables, que fueron los ganadores en los cuatro grandes distritos: Massa en Buenos Aires, Macri en la Ciudad, Binner en Santa Fe y Cobos en Mendoza. Scioli, el gobernador de Buenos Aires, sigue siendo candidato por el peronismo no kirchnerista, y ahora seguramente se suma Capitanich, por el peronismo kirchnerista.
La cuestión central es cómo maneje el peronismo el conflicto por la sucesión. Si lo hace en forma no traumática, no tiene por qué alterarse la gobernabilidad. Los problemas para ella pueden surgir si la lucha por el poder dentro del peronismo se torna despiadada. Posiblemente la Presidenta tendrá que optar entre ser parte ella, apoyando a algún candidato, o buscar ser el árbitro de esta pugna.
Dos años es mucho tiempo en la política argentina, muchas cosas pueden cambiar hasta octubre de 2015; pero también es cierto que la constancia es una virtud importante en política, y quienes la tienen corren con ventaja.
En principio, pareciera que para 2015 hay más chances de que gane un peronista a que gane un no peronista. Pero en política suele decirse que nada es imposible.
La designación de Capitanich como jefe de Gabinete responde a la necesidad del Kirchnerismo de tener un candidato presidencial propio, para competir o, por lo menos negociar, en 2015. Pienso que, aunque recién ha asumido, es ya un precandidato.
En lo inmediato, en el escenario político de 2014, para Massa el desafío es cómo mantiene su proyección nacional desde la cámara baja y cómo logra extender su estructura en el ámbito nacional.
En el caso de Scioli, su desafío es impedir que el kirchnerismo tenga éxito en crear un candidato que pueda derrotarlo en las PASO y evitar que los problemas de la provincia de Buenos Aires lo desgasten.
Para Capitanich, el desafío es construir su imagen de presidenciable, utilizando para ello el escenario que le da ser jefe de Gabinete -como hizo Massa cinco años atrás-, y, al mismo tiempo, evitar el desgaste que tendrá el Gobierno en un año difícil en lo económico y social.
Macri tiene como desafío construir una alternativa bonaerense, de la cual carece y para la que parece haber elegido a María Eugenia Vidal.
Cobos tiene como desafío evitar que el radicalismo impida su candidatura, como lo hizo tres años atrás. Por último, Binner debe evitar que los problemas de Santa Fe, donde gobierna su partido, lo desgasten, y, al mismo tiempo, avanzar en la articulación de un frente amplio opositor, que incluye no sólo al FAP, sino también a la UCR y UNEN”.
(*) Director de Nueva Mayoría
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