lunes, enero 06, 2014

Zannini siempre está


Quiere mantener acotada la influencia de Jorge Capitanich. Sin perder contacto con los ministros, el secretario de Legal y Ténica veranea en Pinamar con su familia


El nuevo esquema de gestión que dejó a Cristina Kirchner detrás de escena y posicionó a Jorge Capitanich como la cara visible de las medidas de gobierno mostró obstáculos a menos de dos meses de su puesta en funcionamiento. Las internas del gabinete que salieron a la luz en medio de la crisis energética y la difícil convivencia entre sus principales protagonistas esconden la pelea por la definición del sucesor. Cualquier figura que pretenda emerger como heredero del kirchnerismo hacia 2015 no sólo deberá conquistar a la Presidenta, Cristina Kirchner, sino que también tendrá la difícil tarea de seducir a Carlos Zannini, el hombre que durante los últimos diez años participó de la toma de decisiones más importantes del gobierno de los Kirchner.
Aunque en un principio la llegada de Jorge Capitanich como jefe de Gabinete debilitó al secretario de Legal y Técnica e instauró un nuevo interlocutor entre distintos dirigentes y la Presidenta, Zannini se recuperó rápido y hoy continúa teniendo el rol de principal consejero de una Cristina Kirchner que, tras su operación, se muestra alejada de los micrófonos y las apariciones públicas oficiales.
Los primeros días de noviembre, la oficialización del Coqui como el nuevo jefe de Gabinete hizo que su nombre escalara a los primeros lugares de la lista de posibles sucesores. Sin embargo, el encadenamiento de conflictos (paro de la Policía, saqueos, cortes de luz, piquetes) y los obstáculos en el gabinete de hombres como el Chino Zannini (que vio con malos ojos los primeros signos de autonomía) esmeriló el sueño de Capitanich. El chaqueño quedó debilitado y volvió a ser uno más de los tantos dirigentes que se quieren anotar, entre ellos los gobernadores Daniel Scioli (Buenos Aires) y Sergio Urribarri (Entre Ríos).
Capitanich no es el único que padece la desconfianza de Zannini. Fue el secretario de Legal y Técnica quien se encargó de comandar la gestión gubernamental durante el mes de reposo que debió cumplir Cristina Kirchner tras haber sido operada por un hematoma intracraneal el 8 de octubre. A pesar de que el vicepresidente, Amado Boudou, asumió la presidencia, el Chino no dejó que éste ni siquiera se mostrara públicamente como el relevo de CFK.
En esos días, el avance de la Justicia sobre Boudou en el caso de la ex Ciccone no sorprendió a los distintos dirigentes, que incluso creen que el vicepresidente será sacrificado en 2014 para que el kirchnerismo pueda tener su propio sucesor en 2015. En este movimiento, todos apuntan a Zannini.
Ya en el verano 2012, mientras Cristina Kirchner se recuperaba de la operación de la glándula tiroides, Zannini se había convertido en el hombre de consulta de cada uno de los miembros de gabinete, gobernadores y legisladores. En aquel entonces, con el hijo presidencial, Máximo Kirchner, fueron los únicos que mantuvieron diálogo con la mandataria. Ahora, mientras veranea en Pinamar como todos los años, el Chino busca acotar el margen de acción de Capitanich y mantener su estrella de principal consejero.

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