Por Mario Perez Garcia
En 1976 vivíamos en otro país. Había quilombos. La "grieta" era, en ese tiempo, suficiente como para sacar petróleo no convencional de Vaca Muerta y algo más. No era, ni ahí, un país paradisíaco. Pero a los más jóvenes sobre todo, les digo, era un país diferente al de hoy. Con los milicos, además de todas y cada una de las chanchadas que hicieron, vino un proyecto económico. Algo de resúmen sobre ese proyecto lo transcribo acá.Durante la primera parte del período neoliberal, entre 1975 y 1990, el PIB per cápita disminuyó en un 32.5%; el PIB industrial per cápita lo hizo en un 2.7%; la inversión bruta declinó en un 68%; la deuda externa trepó de 7.800 a 65.000 millones de dólares; los desocupados pasaron de 722.000 a más de 2.000.000; salvo periodos esporádicos, la inflación anual de tres dígitos fue una constante en esos quince años. Respecto a la distribución del ingreso durante la época neoliberal se observó un marcado deterioro. Entre 1976 y 1990 las familias del decil más opulento en la distribución del ingreso acrecentaron su participación en la riqueza nacional en un 33%, mientras que los hogares de los tres deciles intermedios (clase media) perdieron un 9.5%, y los hogares de los tres deciles más bajos perdieron un 27.5%. En 1974, antes de la implementación del liberalismo económico, sólo un 3% de los hogares estaba situado por debajo de la línea de la pobreza, en octubre de 1988 esa proporción oscilaba, entre un 22 y un 29%. Para aumentar en 1989/1990 al 45% en los grandes centros urbanos.
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